Ya pe Mario, solo son dos cuadros estadísticos más. ¿Dos
más?, no te pases, ¿cuánto les estás cobrando? Nada, tú crees que Meche y Mónica van a pagar. No te pases Luiz,
deja de estar cobrando en especies. Fuera de acá; ya pe huevas, lo necesito
para hoy.
Mario está con mucho trabajo en la universidad, tiene que
hacer dos ppts, se comprometió con Julio para ayudarle en su exposición y
además tiene que terminar las unidades de aprendizaje para su trabajo. Elizabeth
le llama:
Cholito me puedes ayudar con una separata, estoy muy
ocupada en la casa de mis patrones. Ya Eli, no te preocupes, ¿para cuándo es?
Es para mañana en la mañana. ¿Para mañana? Sí, te envié una copia a tu gmail;
por favorcito cholito mándamelo a mi correo. Está bien, lo veo a penas llego de
la universidad – Elizabeth se despide rápido.
Timbra el celular de Mario, es el número de Carlos.
Hola Mario, soy la profesora Ramirez – su supervisora -,
mira me he encontrado con una niña que dice que no le habías dicho nada del foro,
si no te interesa el proyecto da un paso al costado porque nos estás
estorbando. Pero profesora, no es eso, lo que sucede… Mira Mario, nos estás
poniendo piedras al trabajo, si no quieres trabajar mejor da un paso al costado,
estoy aquí con Carlos y me dice que no le has enviado el informe, ¿a qué hora
le vas a enviar el informe? Profesora disculpe, pero estoy full, yo le enviaré
a penas llegue a mi casa, solo me faltaba colocar el logo institucional.
Entonces, envíalo que nos estás retrasando el trabajo – la profesora cuelga sin
despedirse.
Mario llega a su cuarto, solo tiene un par de horas para
trabajar la ppt, tiene que ponerse terno para su última exposición y por eso
quiere ir bien presentable. Selecciona la ropa: medias azules con textura, bóxer
– porque está haciendo frío-, bivirí grueso, camisa blanca, corbata y el terno
impecable. Toma una ducha helada, se seca y sin vestirse se pone frente a la
computadora para terminar la ppt.
¡Mierda! – Le ha pasado corriente -, ¡joder!, ¡joder! –
recuerda a los españoles que llamaba en el Call Center y se da cuenta que se
estaba olvidando las estadísticas para Luiz.
Terminó las estadísticas, está muy cansado y no quiere hacer
la ppt, pero continúa. Son las siete, ha terminado a las justas con la
presentación, se viste.
Sale apresurado, rogando que en el momento de la exposición
pueda recordar todo lo que ya antes ha leído, que no le ha dado tiempo para
preparar un speech. Camina hasta Pirámide del Sol y toma un taxi - 10 soles -. Se arrepiente de estar gastando
dinero que le falta. Encima, tráfico.
Timbra nuevamente su celular, es Carlos.
¿Qué fue Carlos? Mario, disculpa, pero la profesora me pidió
que te llame. No te preocupes, estoy en falta amigo, ya te envié el informe y
lo del proyecto no me consideren en la Resolución, yo solo estoy apoyando. Pero
tú te lo mereces, estás trabajando más que muchos profesores. Sí, pero les he
fallado en lo que me confiaron. No te preocupes, yo voy a hablar con la profesora
para que te considere – Se despiden.
Mario está nostálgico, piensa en Elizabeth, seguro que ya ha salido de la casa de sus patrones. Decide llamarla para
escucharla, cuando escucha su voz se anima. Timbra, pero no responde. Timbra
nuevamente y no responde. Seguro Eli ha dejado su celular en la casa donde
trabaja, o quizás le han robado el celular; no, seguro está pasando por una
zona poco confiable y por eso no responde, mejor no le sigue timbrando porque
quizás y la incomode – piensa.
Timbra Julio.
Cholo gracias por las presentaciones, están muy buenas; un
pata me ha pedido que le hagas una presentación, le he dicho que cobras S/
35.00, ¿te parece? No Julito, yo no vendo esas presentaciones. Pero te puedes
ganar alguito Cholo. Ya – lo piensa -, ¿para cuándo necesita? Para el sábado.
Ya, dile que sí, pero se lo doy encriptado. Sí ya le dije, gracias Cholo. –
Mario se despide y cuelga.
Intenta nuevamente con el número de Elizabeth. Un poquito de
ti nada más Eli, solo un ratito por favor, contesta. Elizabeth no contesta. Debería
repasar, es su última exposición y es la más importante; pero solo piensa en
Elizabeth.
Flaquito, ¿es en la Cesar Vallejo, no? Per favore – lo dice
en italiano, el chofer ni se da cuenta. Baja, se dirige a su salón. Al entrar
un compañero lo mira extrañado por lo apuesto que está.
De pronto siente tibio en la nariz, es sangre, se va al baño.
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