Wednesday, August 26, 2015

Profesor Arias

Mario lee las ubicaciones, alcanzó el octavo puesto, se contenta. Se libera de la muchedumbre y ve que en un lado – esperando a que se despeje el panel de los resultados – está el profesor Arias.


Rivas, qué gusto verte, ¿cómo te ha ido? Cómo está profesor Arias, muy bien, estoy en el octavo puesto. Felicitaciones, yo aún no he visto en qué ubicación estoy. Pero – Mario se sorprende -, pensé que usted era nombrado. No, aún sigo en esto, la segunda etapa es más complicada, bueno ahora veré mi ubicación, nos estamos viendo. Suerte profesor.

Mario esta chasqueado, el profesor Arias tiene mucha experiencia, pero aún no es nombrado; en cambio él, cómo podría pensar que él que solo ha trabajado en un par de colegios particulares podría tener posibilidades para nombrarse.

*****  
¿Y qué tal te fue mi amor? Muy bien, obtuve el tercer puesto. Eso estuvo muy bien. Sí, he mejorado en comprensión lectora. Tú eres un genio, te mereces nombrarte – Carmen admira mucho a su novio. Haremos el intento otra vez. Por si acaso voy a preguntar a mi amiga la directora si sabe de alguna plaza. No, yo lo haré solo. Mi amor, mi amiga de la Ugel me ha dicho que te puede conseguir una plaza, y no te cobran mucho, si no te alcanza yo te puedo ayudar. Carmen, no quiero saber de eso, voy a postular y a lo que dios desee. Pero mi amor, así nunca podrás nombrarte, con esta ya son 4 procesos que pasas y siempre te jalan en la segunda etapa.

La pareja se despide con un beso en los labios.

***** 
El profesor Arias se encuentra solo en su salón, sus estudiantes se fueron a una charla vocacional. Se le acerca Lening.

¿Y usted no fue a la charla? No profesor, me quedé porque quería presentarle mi infograma. Pero eso lo revisé la semana pasada. Es que no pude hacerlo porque tengo un problema muy grave. Siempre habrán problemas, debes ser más responsable. Tengo mucho miedo profesor. ¿Por qué? Parece que mi enamorada está embarazada. ¿Y qué te hace pensar que tu enamorada está embarazada? Compramos ese test de embarazo y salió positivo. Pero no es del todo seguro. Se hizo el test 8 veces. Pero no bastaba con 2. Es que no estamos muy seguros - Lening sonríe de nerviso. ¿Y lo sabe tu madre? – el profesor Arias siempre piensa en cómo han de reaccionar las madres ante los problemas de sus hijos. Sí, me dio una cachetada. Bien merecido, ¿tu enamorada es de este colegio? No, es del Túpac. ¿Y ahora qué harás? Conversé con mi padre y me ha dicho que me va ayudar, que terminando la secundaria me dará trabajo para poder alcanzarle a ella, y que voy a estudiar siempre que tenga buenas calificaciones. ¿Y cuántos cursos estás jalado? Seis. Asu, prácticamente estás para repetir. No, ya estoy solucionándolos todos, solo me falta el suyo. Pero este trimestre también estás jalado. Pero ayúdeme. No puedo. Por favor profesor – a Lening se le inundan los ojos -, al menos jáleme con un 10 para poder hacerle la lucha el próximo trimestre. Dime, ¿qué edad tienes? 16. Pero eres tan pequeño y ya serás padre – Lening sonríe porque piensa que el profesor le está bromeando por su baja estatura – , espero que esto signifique que cambiarás, te pondré 10. Gracias profesor – Lening hace un ademan de querer abrazar a su profesor, pero él le da la mano y corta el gesto del muchacho.

Lening sale del aula.

Sunday, August 23, 2015

Bicicleteando

Mario se levanta muy temprano, timbra a Henry.

¿Qué haces Negro? Aquí en cama todavía, es muy temprano. Sí…, soñé que mi viejo te estaba negreando; ¿qué tal si nos vamos a bicicletear? Ya. En quince minutos estoy por allá.

Henry se incorpora, se coloca el buzo negro viejo que a Mario no le gusta que use – pero es lo que tiene -, se va al baño para hacerse un baño menudencia – remojar cabeza, alas y patas. Busca el desodorante en sachet que compró hace poco y ya no queda nada, se coloca.

Mario se levanta, decide no tomar una ducha – la tomará al regresar -, se pone unos jeans – piensa que el Negro usará su buzo viejo -, se abriga con una chompa negra a rayas. Baja y camina hacia la casa de sus viejos, donde vive Henry.

Mario entra a su casa, saluda a su padre.

Buen día viejo. Buenos días hijo. ¿Qué novedades? Nada, aquí que el Chavo está cada día más travieso. Ese perro, ya deberían haberlo botado, hasta cuándo lo van a mantener, ni siquiera ladra – eso lo dice mirando al perro que le está jugando -; voy a salir con el Negro a bicicletear, me llevo las bicicletas. No vas a desayunar – Nella pregunta desde su habitación. No mamita, después vuelvo para gorrearte algo.

Mario saca las bicletas, la mejor de ellas se la da al Negro.

¿Qué fue? Estaba trabajando, pero ya acabó la obra; ahora solo estoy esperando la llamada de un cliente. Bueno, ya habrá mejores tiempos; mañana iré al cementerio, ¿no quieres ir? No, para qué vas al cementerio, los muertos ya nada saben – el Negro se incomoda. De todos modos iré.

Se van a Santa Anita, allí hay mejores parques que en San Juan de Lurigancho – esto según el Negro. Cruzan la Universal, Henry pasa rápido, Mario demora porque ha visto una hermosa niña de cabellos ensortijados que le ha sonreído.

Wednesday, August 19, 2015

Princesa que no me quiere


Princesa,

Qué sentimientos son los que tienes,
Qué sentimientos son los que dices tienes por mí,
Qué aprecio débil que no vence tus miedos,
Qué cariño enfermo que solo me toca en broma.

Quería saber si solo era compromiso,
Quería que te cuestiones sobre si tienes una deuda conmigo,
Quería que seas capaz de hacer algo por mí,
Quería que demostraras un poco de amor.

Y no has hecho nada,
Porque no me amas,
Porque no me quieres,
Porque no me aprecias,

Ni siquiera me dijiste adiós.



Tuesday, August 18, 2015

Carta para Elizabeth

También te amo demasiado.

No estarás conmigo, puesto que te he alejado porque creo que es lo más conveniente. Si supieras lo que yo sé de ti, si supieras lo que espero de ti. Por eso he decidido alejarme, porque sé que te hago mucho daño.

Mañana no estarás conmigo. Buenos amigos me han confirmado y antes me hubiese gustado presentártelos, pero ya lo he decidido, aunque no me lo perdones.

Cuando en el mejor momento de jovialidad en que el corazón me motive marcarte, me negaré llamarte como siempre lo he hecho. Cuando las efusiones de la amistad y de la confidencia me animen hablar de ti – Elizabeth – me callaré.

Cuánto hubiese querido que seas mi princesa.




Saturday, August 15, 2015

Inglés

¿Inglés? Sí, ¿no te gusta la idea? Sí, así aprenderíamos más.

Hello – Elena entona bien el “hello” y Mario la admira. Hello friend – Mario siente que no suena bien ese “hello friend”. What time are you coming? – Elena dice tan rápido como si hubiese practicado tan solo esa frase. Repeat again please. What time are you coming? – Mario solo entiende “What time”, pero qué dice después, tiene que ver conmigo, pero qué significa o qué palabra es la otra, se hace un mundo. I’m sorry, I’dont understand. Coming? – Elena repite la última palabra. Venir? – Mario deja el inglés.

Ella solo tiene un par de meses llevando el inglés y sabe más que yo que ya tengo casi un año. Las mujeres aprenden más rápido hablar otro idioma, pero seguro que no lo escribe bien – le da razones su amigo. Seguro Henry también ya aprendió hablar el inglés y le está ayudando. Puede ser, aunque Henry está en una colonia peruana y - por lo que me dijo él - se comunica en español y no tiene ningún problema. Pero a mí me contó que pensaba llevar un curso de inglés para poder movilizarse a otro Estado. 


Friday, August 14, 2015

¿Cómo duerme Elena?

Tranquila, sin ninguna preocupación. Parece haberse olvidado de sus problemas, como si no tuviera dos hijos y tres hermanos menores que ha dejado.

Duerme con una sonrisa así nomás, con los aceitados párpados cerrados, con sus cabellos ensortijados que le dan en el pecho, vestida de blanco.

Más joven que nunca, sin maquillaje.

Duerme tierna y cálida, con un calorcito que contrasta con el frío duele huesos de Lima.

Qué bien por ti Elena… no tienes que hacer mayor esfuerzo para cerrar los ojos y reposar, duermes tranquila, serena.

Thursday, August 13, 2015

Tal vez ni en mil años, pueda olvidarte.

Vamos a mi cuarto – propone Mario. Está bien – aprueba Elena. Estoy ebrio y no sabré controlarme. No importa, solo dormiremos – Elena sonríe y le da un beso.

Entran a la habitación, él está muy cansado así que se echa en la cama y duerme. Elena le quita los zapatos, los pantalones y le deja en polo y trusa, le abriga con una frazada que saca de su ropero; ella se acuesta a su lado. La cama es de una plaza y media, están pegados, pero ella desea que él la abrace. 

¿Estás dormido? ¿Qué pasa Elena? – Mario balbucea. ¿Me puedes abrazar?

Mario se voltea y abraza a Elena. Ella siente un abrazo de niño. Él siente frío, mucho frío. Elena mira el rostro de su amado y llora.


Elena, tengo mucho frío. Lo sé, este frío no se irá. Elena, ¿por qué ya no quieres dormir conmigo? No se puede, ya no estoy a tu lado. Elena si yo viviera mil años, mil años te quisiera – recuerda la canción que hoy escuchaba con su amigo. Como los tiempos que paso en la eternidad y yo aún te amo – responde una imagen borrosa de la hermosa mujer.


Siluetas del pasado

El tío Lobo invita a los dos muchachos, compra seis panes, jamonada y gaseosa. Se siente muy bien de estar con ellos, le han hecho correr mucho y ha llegado muy lejos como no hubiese imagina.

Un día podemos ir bicicleteando a la playa – Henry propone. Sí, tío, ¿podemos? – pregunta Mario. Claro, no hay ningún problema, iremos.

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Mario mira a su tío, él está en una silla de ruedas, tiene la boca abierta y derrama baba. Su sobrino le limpia con papel.

Mario recuerda las veces que salían a manejar bicicleta, cuando le enseñó a manejar y que a pesar que ya era grande siempre lo acompañó, incluso cuando salía con Henry.

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Qué bien se ven esos jóvenes – Mario se refiere a una pareja que lleva un niño en bicicleta. Tienen un niño, algún día tú llevarás así a tu hijo. Caminemos despacio, no quiero pasarlos - la silueta de los jóvenes padres parece ser los de Elena, Henry y el pequeño Juan.

Mario y el tío Lobo caminan se bajan de sus bicicletas y las llevan caminando.

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Sabes tío, recuerdas de mi amigo con quién íbamos a pasear – el tío Lobo solo le mira, no puede hablar –, un día lo vimos cuando paseaba a su hijo, estaba con Elena, no te lo dije – el tío Lobo mira a su sobrino con compasión.

Así es, ellos eran, y al verlos así, se les veía tan bien; una pareja perfecta, por eso no quise interrumpirlos con mi presencia. De de verdad tío, nunca fue mi intensión hacer daño a nadie. 

Tuesday, August 11, 2015

El espíritu de Elena

Estimado Sebastián,

Tu soledad me preocupa, sé que corres contra el tiempo y que tus recursos se están acabando; pero no debes abandonarte por eso. Persevera, habrá mejores días.

No podré verte, porque tu espíritu ahora está tan cargado que no podría alcanzar al mío. Te agradezco mucho que ayudes a Henry, que veas por los míos y que no te olvides de nuestras historias.

Qué bueno que te hayas encontrado con Freddy, no puedo decir que lo amé como a Henry, y mucho menos como a ti; lo amé de una manera diferente. Cuando dejé a Henry, me preguntaba si podría volver amar, y surgió lo nuestro. Cuando creí lo de Maritza y me alejé de ti, pensé que no volvería amar, y encontré a Freddy. El amor no tiene que ver con el tiempo ni el lugar, pero sí con la persona, con cada persona el amor es diferente, no mejor, solo diferente amor.

Te estaré viendo, tú me verás pronto, solo tienes que estar tranquilo y podrás volver a verme.


Elena. 

Sunday, August 9, 2015

Elena está triste

Elena,

Mañana comienzan las clases, tendré poco tiempo para verte. Estos días han sido de mucho ajetreo, estoy con lo de la evaluación y juntar para los pagos en la universidad. Espero verte para mi cumpleaños, quiero que salgamos a comer. Sabes que el mejor regalo que me puedes hacer es tu presencia.

Conocí a Freddy y no me ha parecido un mal hombre, tiene mucha simpatía. En verdad me entristece que no haya funcionado lo de ustedes, él era perfecto para ti.

Henry está en la casa de mis padres y siempre le estoy viendo, sabrás de sus peleas con Camila, no te preocupes yo le estoy aconsejando y pienso que llegará el momento que tome la fatal decisión.

Como me pediste en la última carta, te paso a describir cómo es que estoy vestido para que me imagines: llevo un chullo blanco, mis lentes nuevos que no me gustan porque pienso que he elegido un mal modelo de montura, estoy con chompa azul y una casaca encima – tengo mucho frío -, tengo puesto jeans, medias blancas y las zapatillas negras tanque.

En mi locura - por la tarde - fui a la esquina de tu casa para recordar los tiempos de mis desvelos por la niña de ensortijados cabellos. Fui a tu casa para pedirte un abrazo, a pesar que sé que estás tan lejos. Fui a tu casa para mirarte con más facilidad al momento que entras a comprar el pan para el lonche. Te vi, Elena te vi… pero te vi triste.

Me imagino que estás triste porque me he quedado solo.


Friday, August 7, 2015

El joven embriagado

El joven embriagado
Con lágrimas en los ojos
En una fiesta
Con adornos de funeral.

No llora
El joven embriagado
Aunque su suerte
Le hace maldecir.

Por el peso en el corazón
De lo que tiene por amor
El joven embriagado
No baila.

En medio de extraños
Bebe con su amigo
Recordando
El joven embriagado.





Tuesday, August 4, 2015

Chapa tu beca

Jueves

Cristian está haciendo cola para ser atendido por la asistenta social, son las 6 pm, ya tiene una hora parado.

A ver esa señora de rojo, por favor que se ubique en la cosa – Cristian alza la voz al ver una señora que se está filtrando. Solo estoy preguntando, cuál es el problema – la señora responde molesta. Yo también estoy haciendo cola para informarme, no sea chistosa haga su cola – grita otra señora que está atrás de Cristian.

Son las seis y media, Cristian está muy cansado, así que decide volver el día siguiente. Apunta bien los requisitos para solicitar la beca, pregunta al vigilante si no les piden otras cosas, se retira.

*****  
Viernes

Cristian sale apresurado, apaga a la volada la PC y marca su salida. Son las cuatro, ir hasta su universidad le demorará una hora, así que decide tomar un colectivo – el cual le cobra 6 soles desde Abancay.

Llega a la esquina, corre, piensa que cualquiera que está adelante le puede significar quince minutos más de espera.

Se pone en la cola, piensa que es afortunado porque no hay mucha gente, pero después de media hora que no avanza se molesta y reclama junto con los otros colistas.

Lo que pasa es que una de las asistentas se ha desmayado. Claro, seguro escuchando tanto drama, no soportó – Cristian ironiza. Solo atiende la jefa, ahora a qué hora saldremos. Lo más importante es si nos atenderá o no. Como van las cosas creo que no – la jovencita de adelante se interesa por el chico alto y blancón. Pero la señorita debe decir que solo va atender los casos de becas, las categorizaciones los podrían hacer vía web. Sí pues, hay casos más importantes – la chica mira a Cristian llamando su atención -, ¿para qué has venido amigo? Quiero solicitar una beca, estoy muy molesto con la universidad, yo me esfuerzo mucho, vengo cada ciclo esforzándome y le dan la beca a unos chiquillos que son unos ceros a la izquierda. Pero si tienes buena calificación te pueden dar la beca. Por eso estoy aquí, aunque la verdad que me da una cólera, porque estar aquí es venir a rogar y es lo que menos quiero; pero ahora necesito el descuento porque han subido la matrícula, al menos que me den una media beca. Seguro te lo van a dar.

Son las siete y no avanzó la cola, Cristian y su admiradora aún no han llegado a los asientos. El vigilante se acerca a decirles que ya no habrá atención. La gente hace bulla, reclama.

****** 
Sábado

Son las seis de la mañana, Cristian está realizando los últimos informes para su jefe.

Son las siete, Cristian se apresura con la avena que su madre le ha preparado, sale de la casa y olvida sus lentes – siempre se quita los lentes para tomar sus alimentos.

Llega a las ocho a la universidad, hace su cola a pesar que tiene un ticket que le dieron el día anterior, pero piensa que nadie hará caso a ese papelito así que mejor hace su cola, igual tiene el día libre porque pidió permiso a su jefe con la condición de que envíe los informes.

La asistente llega a las nueve y treinta y saluda a todos, le informa que respetarán el ticket y la cola se desordena, a Cristian le conviene lo de los ticket porque tiene un número más adelante (32), pero luego la gente grita y dice que no tomen en cuenta el ticket porque hay mucha gente que está desde las siete y no tiene ticket; a Cristian no le importa, no dice nada, se mantiene en su cola, pero cuando la asistente decide que será por cola, la gente se filtra por todos lados y Cristian - al igual que otros que están atrás de él – comienzan a gritar para que respeten la cola y dejen de estar “zampándose”.

Ves esa chica, esa chica hace rato está que pregunta allí y ahora se va a colar – una joven madre de familia le hace el habla a Cristian. Sí, ya la vi… a ver esa señorita por favor ¡ubíquese! – Cristian grita y el resto le hace coro. A ver esa chica, ¡ubíquese! Jajajajaja… - la gente hace chacota.

Cristian tiene el rostro estresado, hay una señorita muy extraña que la mira y le dice – parece de pura compasión -, la vida hay que tomarla con calma amigo, siempre hay momentos de alegría, sé que las cosas pueden ser muy malas, pero hay que tratar de calmarnos. Sí, estoy calmado, solo que me molesta que se estén colando. Sí, a mí también me estresa todo esto - la señorita habla entonadita -, pero ya vamos a pasar todos, están atendiendo tres personas. A mira, algo bueno por fin.

Son las doce, el vigilante les informa que no atenderán sino hasta las dos – segundo turno. Felizmente Cristian está ya en los asientos. La gente hace protestas y la asistente pide que pasen a su oficina todos los que están sentados.

El lugar está hacinado, la jefa es una joven mujer de rasgos agradables y sus asistentes una gordita simpática y una blancona que parece presumida. Cristian ruega a Dios que le toque o la gordita o la jefa, pero le toca con la blancona que está mascando goma.

A ver joven, para qué nos está visitando – pregunta entonada Tifani. Señorita, yo tengo como promedio 17.2, estoy en el tercer puesto de mi facultad y estoy solicitando una beca – Cristian habla en tono sereno. Lo sentimos joven, pero las becas solo se dan a los primeros puestos, al primero y al segundo, no al tercero. Pero yo me esfuerzo mucho para tener esta calificación, yo estudio en el turno noche y los profesores son más exigentes con sus calificaciones en ese turno que en el de la noche. Pues yo también he estudiado en el turno noche y he sido el primer puesto, no he tenido ese problema, nuestros profesores califican a todos por igual. Bueno - Cristian duda que esa señorita que tiene ademanes superficiales pueda ser un primer puesto -, sé que esa es su percepción y puede que tenemos diferentes percepciones, pero yo ya he llevado cursos en la mañana y como puede observar en mi boleta, los cursos que he llevado en la mañana tengo 19 en promedio y por eso creo que en mi facultad los docentes de la mañana colocan esas notas. Igual joven, no hay beca para el tercer puesto, en todo caso usted debe solicitar una beca por situación económica. Sí, eso quiero solicitar, yo he traído todos mis documentos. Pero eso no lo veo yo – la señorita hace sonar su goma de mascar -, eso lo ve la señorita Madeley; póngase allí.

Cristian piensa que es bueno que sea la señorita Madeley – la jefa – quien vea esos casos, ella fácil que le aceptará su solicitud de beca, quizás no le de la beca completa, pero podría darle una media beca, ¿y si hay muchos casos extremos?, quizás logre algún descuento; piensa mientras mira a la jefa que escucha el caso de un joven que lleva zapatillas Carterpillar.

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Tifani atiende a un jovencito.

Le escucho joven. Lo que pasa señorita es que me han quitado la categoría. ¿Cuál es su nombre? Franco Arias Quispe. Pero es que usted tiene como promedio 11. Señorita, tengo que pagar mi pensión y quiero hacer uso del descuento por pagar en una sola cuota, pero no me alcanza pagando normal. La categoría B es para jóvenes que tienen calificaciones superiores a 13.5. A mí me han dicho que puedo hacer un acta de compromiso que mejoraré mis notas. Sí joven, pero usted ya viene haciendo acta de compromiso los dos ciclos anteriores y está en el tercero. Señorita por favor. Ay – Tifani hace un gesto de todopoderosa resignada -, te voy a pasar en esta ocasión, pero para la próxima no te van aceptar ni yo ni nadie, así que tienes que mejorar tus notas. Muchas gracias señorita.

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Dígame joven – la señorita Madeley es muy amable. Señorita, no quisiera estar aquí, estoy entrando al sexto ciclo y nunca he pensado en estar aquí, pero necesito tener una beca porque estoy con pocos recursos, soy un buen estudiante, usted puede ver mis calificaciones, y mi objetivo es obtener la beca a través de mis calificaciones, pero veo que es difícil que mis profesores me califiquen con más puntaje que como lo hacen con los chicos de la mañana. Eso no lo veo yo, eso lo debes ver en tu escuela. Pero he ido a mi escuela y me dicen que ellos solo pueden considerar mi observación y conversar con los profesores, mientras tanto estoy gastando todos mis recursos; encima nos han subido la pensión. Pero usted ya tiene un beneficio, usted está en la categoría B. Pero no me alcanza. ¿Tiene sus documentos? Sí – Cristian abre su mochila y al levantar la mirada se da cuenta que todos le observan admirados -, aquí los tiene, como ve mis calificaciones son altas, ésta es mi boleta de pago, yo gano mil cien soles, vivo en la casa de mis padres, pero ellos no me pueden ayudar. Pago el servicio de cable, internet y teléfono, pero solo uso el internet porque no tengo televisor, no tengo televisor porque creo que no hay necesidad; almuerzo fuera de casa, así que pago mi menú que en promedio me sale seis soles diarios, tengo que pagar mis pasajes y pensiones; si usted me dice que no tengo necesidad porque pago mis pensiones todos en un solo monto es porque así puedo hacer uso del descuento, pero para eso siempre tengo que pedir prestado; ahora mismo, para estar delante de usted he tenido que pagar la matrícula y para ello he pedido prestado. Bueno joven, déjeme estos documentos, vamos evaluarlo. ¿Y cuándo tendré una respuesta? Será todavía para el mes de setiembre. Pero no podré estudiar, porque la universidad me exige que pague la primera cuota y si usted no me da la beca yo tengo que pagar toda la cuota porque sino no me voy a beneficiar del descuento. Pero tendrás que esperar, es un proceso, además esto es para gente de pobreza extrema. ¡Cómo dice!, esto es para gente de pobreza extrema – Cristian levanta la voz -, pero si yo fuera de pobreza extrema no estaría aquí, si ellos fueran de pobreza extrema no estarían aquí. No es así joven, la gente de pobreza extrema son aquellos que solo solventan sus gastos básicos. Por eso mismo me admira lo que me dice, estar en una universidad privada no es una necesidad básica; si usted me dice que esto es para pobreza extrema, me está diciendo que no me va dar ninguna beca ni beneficio. Es que el beneficio ya lo tiene. Pero le digo que me han subido la pensión. No es eso, usted tiene la categoría B, usted paga menos que los demás. Pero antes me descontaban el 10% si pagaba todo y ahora solo me descuentan 5%, además que la matrícula ha aumentado en más del 15%. No puedo ayudarle, usted ya tiene su beneficio, haré su evaluación, pero como le digo esto es para gente necesitada. Bueno, no voy a seguir pidiéndole nada, me parece que esto es injusto; o sea tengo que ser de extrema pobreza para venir aquí. Usted está discriminando a la gente al decir eso. No señorita, quienes están discriminando a la gente son ustedes al decirme que no me pueden dar el beneficio porque no soy de extrema pobreza, cuando yo sé que hay estudiantes que tienen ese beneficio a pesar de sus mejores condiciones. Lo siento joven, pero si usted no me entiende ya nada puedo hacer.

Cristian se retira de la oficina, todos escucharon su discusión con la asistenta. 

Monday, August 3, 2015

El primer puesto no sabe escribir

Fotografía tomada por el Príncipe de Cleves.
Pieza arqueológica de la Cultura Vicus
 expuesta en el Museo del
Banco Central de Reserva del Perú.

Enero de 2015

Sebastián y Luiz van en bicicleta hasta la universidad, esta vez está muy confiado en haber obtenido uno de los primeros puestos. Este último ciclo, Sebastián estudió bastante, realizó todas sus tareas y obtuvo buenas calificaciones.

Es la cuarta vez que hace este recorrido a manera de peregrinación, Luiz le acompaña, piensa que su amigo se merece tener el primer lugar, además que eso le ayudará con sus gastos.

Dejan las bicicletas, suben al tercer piso, se acercan al panel donde se exponen el cuadro de méritos, Sebastián lee y no encuentra su nombre.

No te apenes, será para la próxima. ¿Sabes qué me molesta?, que las personas que están allí a penas saben escribir y no tienen capacidad para argumentar y pueden obtener el beneficio económico. Sé que  no lo dices de puro envidioso, yo creo que debe ser porque ellos llevan sus clases en la mañana y tienen toda la noche para hacer sus trabajos y estudiar, es muy distinto contigo, tienes que trabajar y estudiar. Yo he llevado con todos ellos, no son nada sorprendentes, son jovencitos que lo único que hacen es sonreírles al profesor, estar de zalameros, y claro, como yo critico a mis docentes, porque se me ocurre preguntar; porque yo entrego algo que he escrito y no un copy and paste; y estos profesores que no leen mi trabajo que aunque poco es más válido porque es una síntesis de mis lecturas y no un ampuloso impreso de la web.

***** 
Agosto 2015 

Sebastián se va solo a la universidad, estuvo llamando a Luiz para ver si ambos podrían ir nuevamente con la bicicleta a ver el cuadro de méritos, pero esta vez Luiz no le puede acompañar por su trabajo.

Sebastián va con bus – le da miedo ir solo con bicicleta -, sube al pabellón “B”, donde “Registros” expone el cuadro. Estando a unos pasos para acercarse a la vitrina, respira pidiendo a “diosito” que esta vez su nombre se encuentre en esa lista.

¿Qué pasa? – Sebastián le pregunta a un joven mucho más alto que él. No es posible que esa chica me haya ganado, no es posible, yo soy muy bueno con mis argumentos, los profesores saben que soy el mejor y no entiendo que esa chica siempre obtenga el primer puesto si ni siquiera sabe escribir. Cálmate, ¿en qué puesto estás tú? En el tercero, ni siquiera estoy en el segundo, estoy en el tercero; soy uno de los mejores si no el mejor de mi salón, tengo conocimientos de la materia que estudio y una chiquilla que a penas está aprendiendo a leer tiene más calificación que yo. Peor yo, no estoy en cuadro de méritos – Sebastián está endeudado y pensaba que esta vez sí obtendría el descuento. Para colmo ni siquiera ha salido el puntaje, y no puedo saber cuánto me falta para superar a estos. Es raro, la anterior vez salió el cuadro con los puntajes y ahora no, es mejor preguntar a “Registros”. ¿Tú crees que  nos atiendan? Claro – Sebastián anima al joven -, vamos, hay que pedir esa información.

Ambos se acercan a “Registros”, la señorita que les atiende está muy atareada y quisiera despacharlos rápido.

Miren jóvenes, ahora ya no se publican las notas, solo los cinco primeros puestos. Pero cómo podría saber en qué puesto estoy o cuánto de puntos me faltó – pregunta Sebastián. Eso no se puede saber, ustedes en su campus pueden ver sus calificaciones. Yo tengo 17.2 de promedio – responde el joven de Ciencias de la Comunicación -, quiero saber cuánto tiene el primer puesto, porque no creo que esa señorita haya tenido más calificaciones que yo. Yo tengo 17.45 – Sebastián se siente bien al decir que tiene una calificación mayor al de su indignado compañero. Pues esa información no se la podemos facilitar, antes se daba, pero ahora no. ¿Quién es su jefe? – Pregunta Sebastián. El Sr. Peña, pero él no les puede atender.

¿Es usted el señor Peña? – Sebastián se acerca al escritorio de un joven que los miraba sorprendido. Sí, ¿cuál es el problema? Queremos saber cuánto es que obtuvieron los primeros puestos. No les podemos dar esa información. Pero entonces cómo saber si este cuadro es verdadero. Sí lo es, nosotros solo hacemos el cuadro según la información que nos facilitan las facultades. Sr. Peña, esto es el colmo, yo trabajo, pero solo trabajo medio tiempo para poder tener tiempo para estudiar, me esfuerzo mucho con el fin de alcanzar una ubicación en el cuadro de méritos y sé que es lo que logran mis compañeros y cuánto he logrado yo – el joven alto está muy alterado -, y no entiendo cómo es posible que una chica que ni siquiera sabe escribir, porque lo que le digo lo puedo comprobar porque yo le he escrito sus ensayos, cómo es posible que ella, esa chica sea la que se ubique en el primer puesto. Está bien, tú eres de ciencias de la comunicación, ¿verdad?, el primer puesto en esa facultad ha obtenido 18.2, el segundo 17.8; y tú, de derecho, a ver, el primero ha obtenido 19, el segundo 18.5; nosotros no tenemos que ver con los puntajes, nos los mandan, los ordenamos y los publicamos; si ustedes están en desacuerdo, eso tendrían que verlo en sus respectivas facultades. Gracias Sr. Peña, entiendo que usted no tiene más injerencia en esto, creo que lo mejor será preguntar en nuestras facultades – Sebastián ya está resignado.