Una muy triste que contrasta con su sonrisa. La otra cargada
de esperanza, para quien nada bueno le trajo la vida.
Triste la primera, tan triste como el infortunio de no tener
madre ni padre. Alegre la segunda, como cuando ella gira en un pie.
Canción que Elizabeth puso e ingenuamente dejó. Música que
yo pedí que Elena me dictara.
Tango que es marcha fúnebre en este día que me despido de ella. Canto cortesano que no me abandona en la hora del desastre.
Triste canción que me dejó cuando se fue para no volver más. Esperanzadora canción que me dice que no quedé solo.
Triste canción que me dejó cuando se fue para no volver más. Esperanzadora canción que me dice que no quedé solo.
La una de Elizabeth, la otra de Elena: dos peculiares
canciones.
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