Tuesday, August 30, 2016

Adiós Keni

Sebastián salió muy temprano, como a las cinco de la mañana. Había quedado con él para ir a entrevistar a un taxista, él siempre quiso entrevistar a un taxista, pero ninguno interesante se atrevía y por fin logramos que nos acepte alguien que nos auguraba una buena conversación. Pero la víspera me quedé conversando con Isolda sobre todo lo que amo de ella y todo lo que ella ama de mí, a pesar de tener treinta años ya, siento que Isolda es un amor adolescente. No estuve con mi amigo porque me quedé dormido.


Me levanto al medio día, le timbro para saber dónde esta, pensando que me regañará, pero no contesta; eso me preocupa más, quizás ya está pensando en “disolver” – esa palabra la recuerdo de Fujimori – AbogandoTV. No tengo ganas de comer, no sé porqué no tengo apetito.

Salgo a ver a Isolda, hacemos el amor, como siempre me pregunto si lo hice bien, pienso que para mi edad – 30 años – tengo poca experiencia – 5 mujeres. Seguro que Isolda fingió placer, pero a pesar de mi torpeza ella me ama, esta vez no hizo ningún comentario sobre nuestra penosa sexualidad, extrañamente pregunta por Sebastián – a ella no le interesa mucho mi trabajo en el video blogger, y tampoco suele meterse en mis negocios con la SUNAT, pero ahora me esta preguntando por Sebastián.

He visto sus entrevistas, ha mejorado bastante desde la primera vez en que entrevistó al evangélico candidato al congreso, pero pienso que como entrevistador le falta algunas cosas; no creo que así llegue  a ser un Hildebrant. A mí me gusta sus entrevistas, tienes razón, ha mejorado mucho y seguirá mejorando. ¿Y cuál será su próxima entrega? Aún no me lo ha dicho, pero hoy entrevistó a un taxista y estoy esperando a que lo suba. ¿Y no eras tú quien lo editas? Sí, pero hoy no puede acompañarlo porque me quedé dormido – un triunfo para Isolda. Ya es muy tarde, ¿comemos algo? Sí.

Salimos del hotel. Para hacer nuestras cosas vamos a un hotel, porque aún vivo en la casa de mis padres y antes tenía más disposición en mi casa, pero desde que Jhonson trajo a vivir a su mujer e hijos a la casa perdí toda mi comodidad; pronto pagaré la inicial para mi departamento. Caminamos, es invierno, y llueve – el calentamiento global, ahora en Lima llueve y las casas han tenido que modificar sus techos a dos aguas.

No tengo hambre… no es mi preocupación por escuchar renegar al viejo Sebastián, estoy esperando verlo con sus achaques de anciano prematuro; es algo diferente lo que me tiene intranquilo. Llamo a casa para saber cómo esta mi madre.

Hola hermano. ¿Alguna novedad? ¿De qué Keni? No sé, ¿mamá está bien? Sí, todo está bien, bueno… Keni, estoy haciendo unos cambios en la cochera. ¿Qué estás haciendo? Nada hermano, solo estoy haciendo un armario para colocar unas herramientas. Ya nos vemos. Otra cosa, te llamó una señorita, dijo que te había llamado al celular, pero como lo tenías apagado decidió llamarte a la casa. ¿Y quién era? La sobrina de Sebastián, no dejó ningún encargo.

Dejo a Isolda en su casa, bajo por Armendáriz, la noche está triste. Mi celular registró varias llamadas perdidas, una de ellas es de Sebastián, le timbro, pero no contesta. Después de unos minutos mi celular suena, es el número de Sebastián.

Keni, mi tío ha sufrido un accidente y está inconsciente en el hospital San Pablo, su estado es muy delicado; si puedes venir ahora sería bueno, quizás sea la última vez que lo veas, mi mamá – todo esto lo dice en llanto – está orando esperando un milagro, pero sé que no va suceder.


No entiendo por qué pasó esto. 


Monday, August 29, 2016

Por qué me haces llorar

Sebastián está en su escritorio leyendo un libro sobre lenguas nativas del Perú, se interesa por la variedad del Quechua, piensa que quizás podría hacer una entrada para su videoblogger sobre esta lengua.

Se distrae y piensa en Alejandra, en que le ha prometido que tendrá el 2017 un cuento para ella, y por eso ha dejado un curso en la universidad para poder tener un poco más de tiempo. La protagonista será Alejandra. El cuento tratará de un rey – quien será él – y su desprecio a su mujer, hijos y amigo por el amor – mejor dicho la obsesión – por Alejandra. La humillación que será sometida Elena, los padecimientos de sus hijos y el sacrificio de un amigo, todo ello describiendo el daño que  provocará aquella joven a quien antes llamaban rey sabio.

Faltan pocos minutos para la una de la mañana, tiene miedo que Alejandra no le llame para saludarle o saber cómo está, ese detalle dulce que mantiene todavía la esperanza que algún día ella volverá a mirarle como antes. No llama, desespera, quisiera timbrarle, pero piensa que Alejandra podría incomodarse, quizás y ya se durmió. Se pone a escribir poemas para ella, escuchando la canción “Por qué me haces llorar” de Juan Gabriel.


Describe con versos la anatomía de la joven, le cae una lágrima al pensar que ya no la poseerá. Recuerda el último beso que le dio, cuando ella dormía, y que ella respondiera, quizás en sueño, pensando que besaba a quien amaba y no a Sebastián. Hace una pausa y canta para sus adentros “Para qué me haces llorar, qué no ves cómo te quiero, para qué me haces sufrir, que no ves que más no puedo…”.


Sunday, August 28, 2016

El poeta maldito

Si mal no recuerdo
Dijiste,
Me dijiste,
Estoy libre.

Y te dediqué un poema
De felicidad
Que finalizaba
Con tu sonrisa.

Recordando
El beso que te di
Y que respondiste
Cuando dormías.

Mi día era un festín
Como si vino
Hubiese bebido
Fui soñando.

Fantasías de a pie
Filmando con mi cámara
Tus muecas
Tus risas.

Y preparé todo
Mis mejores ropas
El azul que se abre solo
Este que filmaste.

Los blancos que cubren mis pies
Las rayas de las que te mofaste
Los gemelos oscuros serios
Y los cristales que me ayudan a ver.

Otro poema hice
Resaltando lo bonita que bailas
Cuando mueves tus brazos
Y pones grandes y blancos tus ojos.

Quedamos que llamarías
Que un número y otro
Eran referencia
Para ir a tu encuentro

Y fui tonto
Al llenar mi mochila
Con lo mejor de mí
Para ti.

Frases
Escritos que revisarías
Libros para comentar
Y un tercer poema feliz.

Y llamaste
Y maldigo la vida
Las miserias de un invierno maldito
Por tus mentiras.

Y quedé desamparado
Esclavo de la nada
En mi habitación
Con carga inservible.

Porque el tiempo pasó
Y mis poemas no abrieron tu corazón
Por lo que hoy es una noche amarga
Maldito soy.







Friday, August 5, 2016

El rey Sebastián y el príncipe Keni

Visión del mundo de Behaim
Imagen tomada de: http://www.alemaniaparati.diplo.de/
Vertretung/mexiko-dz/es/04-Cultura/Humanidades/
GloboBehaimNuremberg.html
D. Sebastián ingresa a la biblioteca y encuentra al menor de los príncipes, él tiene en frente un globo terráqueo, está entretenido tratando de ubicar el mar de los Sargazos en el trabajo del geógrafo alemán Martín Behaim.

¿Qué está haciendo el príncipe? – Pregunta D. Sebastián. Amado rey, estoy estudiando geografía, mi maestro me ha dicho que Colón atravesó el mar de los Sargazos, ¿usted sabe dónde es que puedo encontrarlo? Mi amado príncipe, los sargazos son algas que se encuentran en el mar que se debe cruzar para llegar a la India, los portugueses le han dado el nombre – D. Sebastián indica con su dedo haciendo un círculo en un área aproximada por debajo del trópico de Cáncer -, por aquí debe estar. ¿Y esa Isla? – El príncipe Keni se admira por una isla que se encuentra casi al medio del Atlántico que podría servir de descanso para los viajes a la India. Es la Antilla, donde habría llegado el Almirante de las Indias.

El príncipe Keni se maravilla del conocimiento de su padre el rey. El descubrimiento de Colón ha cambiado el mundo, y más aún el descubrimiento de América; pero son pocos los que conocen de este magno acontecimiento. D. Sebastián siendo un rey sabio se ha molestado en coleccionar todos los libros de las maravillas(1) que se producen en Europa; el que más le ha costado es justo el que el príncipe tiene a su lado, el libro del Milione (2).

Mi amado rey, ¿algún día nuestro reino será tan grande como el de Castilla? Castilla está en un período de expansión, seguro que vivirás los tiempos de su gran progreso, pero también de su debacle, porque las riquezas sin sabiduría son una desgracia. Mi rey, usted habla como mi maestro. ¿Y quién es vuestro maestro?

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(1) Nombre genérico a todas las obras de compilaciones de la época en que transcurre la historia. 

(2) Es el nombre que los italianos le dan al libro “Los Viajes de Marco Polo” porque en él todo es grande y portentoso.