Sunday, February 17, 2013

Por si no lo sabes, ya camina...




¿Ya camina?,

Sí, ya camina…

Sí, ya camino… Pero luego te veo y me caigo.

Por eso te juro que ya no te veré más.  No te llamaré más. Solo espero que no te cruces en mi camino. Caminaré lento para que pases tú primero. Caminaré deprisa para que no me veas. Eliminaré a todos aquellos que nos puedan relacionar. No mencionaré más tu nombre.
He roto tus fotos, he borrado tus fotos de mi pc.

Ahora camino, ya tengo un año… Pero aún me caigo cuando te veo.

Quería que me llevaras como un niño en tu regazo, quería que me protegieras de la tentación. Pero solo me ves porque la vida es cruel conmigo y te obliga a cruzar por mi camino y me haces daño.
No soporto volver a verte, porque no veo a alguien feliz, veo a alguien triste. Y eso duele, duele porque no sé quién te hizo eso, porque yo no te hice eso. Yo no borré tu sonrisa…, cuando llegaste a mí no sonreías…, y me hacía el tonto para que dibujaras la más linda curva con la comisura de tus labios.

No lo soporto, me destruye verte nuevamente. Quiero caminar, y te veo y me caigo… No quiero caer, quiero aprender a caminar…

Maldita sea, duele esta decisión… 

Monday, February 11, 2013

Tierna y dulce


Cuando está triste, tiene un rostro hermético, ni un músculo de su rostro se mueve, sus ojos están anegados de tristeza, pero no llora, hasta que le cae una lágrima y me doy cuenta de su dolor.

Recuerdo escucharla gemir, llorando suavecito. Sin mirarme. Recuerdo haberla acariciado y acercado mis labios a los suyos.

La miré, miré su vientre hinchado y, no sé exactamente por qué, rompí a llorar. ¿Por mí? ¿Por ella? ¡Vete a saber! Lloré, gruesas lágrimas me resbalaron por las mejillas. Ella, al verlas, se puso a gemir y, entonces agaché mi cabeza en su regazo y la abracé.

Esa noche durmió en mi casa, fue una noche deliciosamente tierna y dulce.