Monday, August 20, 2012

Tu dios y yo


Dices que hay algo perfecto, pero no te has dado cuenta que ese algo perfecto es producto de tu neurosis. A menos que te olvides de la idea de la perfección, nunca estarás cuerdo. La idea de la perfección te ha llevado a la locura. Pensar en términos de perfección significa pensar en términos de ideología, objetivos, lo que debería y no debería hacerse. Si tienes que observar un día de descanso, si tienes que hacer tres oraciones, si tienes que vivir en el convencionalismo…

Tienes que seguir un modelo y si no lo consigues te sentirás terriblemente culpable, te sientes pecador. Pero el modelo tiene tales características que nunca podrás seguirlo. Si lo consiguieras, no tendría el valor que ahora tiene para tu ego.

De modo que solo te quedan dos alternativas. Una, que empieces a sentirte culpable – como siempre ha sido -, porque a pesar de que eres inocente, sencillo, inteligente, siempre sientes culpa. Yo no he nacido para contribuir a ese sentimiento de culpa. Aúno todos mis esfuerzos para ayudarte a que te libres de toda culpa. En cuando te libras de ella, estallará el júbilo. Y la culpa tiene su origen en la idea de la perfección.
La segunda alternativa consiste en lo siguiente: si eres astuto, te volverás hipócrita, empezarás a fingir que lo has conseguido. Engañarás a otros e incluso intentarás engañarte a ti mismo. Empezarás a vivir en medio de espejismos, de alucinaciones, y eso es sumamente pecaminoso, irreligioso, pernicioso.

Finges, lo has hecho – te conozco y sé que lo has hecho -. Ello te ha llevado a una vida llena de sentimiento de culpa. Te sientes sinvergüenza y me siento triste por ti.

Yo estoy aquí para sacarte de esa esquizofrenia. Mi juramento sigue en pie. Yo soy lo imperfecto, yo te conjuro para que dejes de buscar la perfección y te acompañes por la imperfección. Yo, soy yo como tú.

Este documento, es una adaptación del uno 
de los artículos de "El libro del ego" de Osho.



Saturday, August 18, 2012

El mejor regalo



El tiempo lento que pasa cuando vas de prisa.
Es los tres días que pasé contigo.
El mejor regalo es la sonrisa espontánea que me das al verme.
Es cualquier bebida que compartimos de un solo recipiente.
Es aquello que no me deja decirte lo que quiero decirte: tu mirada.
Es haber visto tu ombligo.
El mejor regalo es que vengas a mi casa.
Es que veas una película conmigo.
Es que pises mi espalda porque estoy tensionado.
Es que me empujes cuando estoy distraído.
El mejor regalo es que leas esto que escribo para ti.

Sunday, August 12, 2012

El joven y el mar


Durante tres días… él se sumergió y remontó del fondo del mar. El fondo no se ve, pero por el tiempo que invierte en ello, debe de haber de quince a dieciocho metros. Cada vez que subía – lunes, miércoles, viernes y sábado – moría de ansias por volver al mar. No descansaba sumergido, ni después de subir. Sumergido no podía comer y necesitaba de muchas fuerzas para nadar tanto como el mar le demandaba. No descansaba cuando estaba fuera, porque no podía respirar. Deseaba volver con el mar.

Ahora el mar le ha despedido y él está muy triste. No puede volver con el mar, porque él es de otro mundo. El mar también está afligido porque se da cuenta que aquel no es su hermano, no es su hijo, no es su amigo, no es nada suyo.

El joven quiere volver al mar para pedirle perdón, pero el mar ya está muy lejos. El joven quiere llorar pero no le sale lágrima alguna porque piensa que es en balde llorar sino hay nadie quien le consuele. El joven quiere ir donde su madre y contarle lo que le sucedió estando sumergido, pero teme que su madre le reproche. El joven piensa que tuvo que haberle pedido algo al mar para poder abrazarlo y consolarse de su desgracia cada vez que lo recuerde.

El mar no le entregará nada, porque el mar piensa que no puede darle nada a quien no es nada suyo; a pesar que tiene simpatía por aquel joven, el mar, no le piensa dar nada. Al mar le duele de no poder jactarse del joven como parte de su naturaleza. El mar es egoísta porque dice: “si no eres como yo y no puedes vivir conmigo, no serás nada de mí… y siempre estarás fuera de mí.
Igual el joven volverá y penetrará al mar… así se lo ha prometido.

Sunday, August 5, 2012

Encerrado



Me pregunto hasta qué punto el silencio absoluto, el aislamiento completo, total, infligido a un hombre joven, encerrado, puede provocar, antes de convertirse en locura, una verdadera vida imaginativa. Tan intensa, tan viva, que he llegado literalmente a desdoblarme. Me echo a volar y, en verdad, vagabundeo donde me viene en gana. Mi casa, mi padre, mi madre, mi familia, mi infancia, las diferentes etapas de mi vida. Además, y sobre todo, los castillos en el aire que mi fecundo cerebro inventa, que invento con una imaginación tan increíblemente viva que, en ese formidable desdoblamiento, llego a creer que estoy viviendo todo lo que estoy soñando.

Han pasado 15 años y, sin embargo, no dejo de pensar cuando el bus que me llevaba pasó por la puerta de tu casa.

MAR-TAE