Saturday, May 31, 2014

El príncipe Sebastián

El rey Henry, está muy furioso, Sebastián es un príncipe débil, aniñado, no tiene el carácter de su padre. Reprimendas delante de todos, a Sebastián no le importa un reino arcaico.

En el Instituto de Oficiales del Reino, Sebastián conoce a Antonio, ambos se hacen amigos y sus días son de voracidad propia de adolescentes.

No quiero un reino, quiero libertad. ¿Pero quién tiene mayor libertad que aquél que tiene la capacidad de decidir por la vida de los otros? El rey no es libre, es un ser amargado que vive en un castillo lleno de moho; que nadie respeta, que todos temen.

Los tiempos pasan, el príncipe ya es un hombre y debe alinearse a los planes por su primogenitura. Ha de casarse con Elena, una de las princesas de los Marnav.

¿Y cómo es la princesa? Hermosísima. ¿Cuántos años tiene? Veintiséis. Pero sí yo solo tengo veinte. Pero es hermosa y te dará descendencia afortunada, no te preocupes, fácil la has de amar – Antonio calma a Sebastián.

Pero Sebastián habría de enamorarse plenamente cuando conoció a Elizabeth, una joven plebeya que vende flores en la Calle Real.

¿Te gusta la florista? Sí, ¿la has visto?, es linda. Pero si es una niña.  Es la niña más encantadora que he visto. ¡Estás soñando!, no la encuentro nada que no pueda superar cualquier mujer de la corte. Pero nadie como ella sonríe, su sonrisa es natural. Puede ser, pero qué importa una sonrisa. Tienes razón, lo que importa es el amor.

Sebastián conoce a la princesa Elena, es amable, inteligente, seria, interesante, es perfecta. Sebastián no la quiere. A la princesa tampoco le agrada mucho el infantilismo del príncipe.

Es hermosa, pero no sonríe. Porque no le has dado oportunidad. No sonríe porque como toda cortesana está tirada para los modales y la apariencia. ¿Qué harás? Huiré, quiero irme a Inglaterra, Elizabeth irá conmigo. ¡Estás loco!, el rey te mataría, es algo muy arriesgado; ¿quién podría ayudarte? El amor está dispuesto, necesito la amistad ahora; tú eres mi amigo y me ayudarás.

Elizabeth cruzó el Canal de la Mancha en un barco humilde, espera la llegada del príncipe.

Nunca te voy a dejar de agradecer esto. Nos volveremos a ver en Inglaterra, yo iré en un par de meses una vez tramite mi baja del Instituto de Oficiales, toma estas credenciales te harán cruzar sin ningún inconveniente, allá estarán mis familiares que te recibirán, ahora solo eres un simple liberto.

Oficiales capturaron al príncipe, éste fue torturado y confesó quién le ayudó en su intento de fuga. Se hizo un juicio para el conde Antonio: treinta y cinco años de prisión. El rey obligó al tribunal a cambiar de parecer, sería la decapitación.

El príncipe es llevado a la plaza a ver a su amigo morir, cuando a éste le hacen pasar cerca, el príncipe Sebastián le pide perdón.

Perdóname Antonio. Nada tengo que perdonar al futuro rey.

La cabeza de Antonio cayó en un cesto.

No comments:

Post a Comment