Tuesday, May 20, 2014

Voy a confesar quién es Elizabeth

Elena llama preocupada por Sebastián, desea consolarlo, pero él no contesta.

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¿Por qué? Le hicieron un legrado. ¡Qué!, ¿me estás diciendo que abortó? Sí.

¿Te han dicho alguna vez que se siente como que te hubiesen tirado un balde de agua?, así es… en adelante Sebastián solo recibiría eso.

Primer baldazo.

Sebastián está en el Hospital Bravo Chico, está petrificado, le han dicho que su hermana ha muerto.

Segundo baldazo.

Sebastián está con Patricia – su hermana mayor -, la consuela, trata de hacerse el valiente. Todos debemos pasar algunas pérdidas, se alienta. De pronto, ve a Elizabeth en una camilla.

¿Qué le pasa? Es otra paciente por legrado - responde la enfermera que la atiende -, muchas jovencitas hacen esto y allí tienes las consecuencias. ¿Ha muerto? No, ella ha salido de su operación, ya en unas horas despertará.

Tercer baldazo.

¿Ahora qué hacemos?, ¿qué le decimos a mamá?, ¿cómo va reaccionar? No se lo vamos a decir, Chana siempre viaja… este es uno de sus tantos viajes. Voy a ir a Las Flores para ver al Dr. Bustinza, él nos ayudará; ahora viene Amelia, ella te llevará a su casa.

Sebastián camina hasta la Riva Agüero, toma un público. Se baja en La Quince, va caminando – en el trayecto se le caen lágrimas y se las va limpiando. No sabe si esas lágrimas son por Chana o por Elizabeth.

Llega a la casa del abogado de su padre – nunca antes había estado allí, solo tenía la dirección, pero el doctor siempre había sido amable con él y le inspiraba confianza -. Antes de tocar el timbre, entre risas, el abogado y el demandado en la causa de su padre salen dándose un abrazo. El doctor Bustinza también siente el baldazo a ver a Sebastián.

Cuarto baldazo.

Sebastián decide llamar a Rafael, su amigo de la universidad. Quisiera que alguien se compadezca de él; esta en un parque de por allí, timbra, no responde. Nota que Elena le ha estado llamando, pero recuerda que ella también abortó, y por eso no la quiere, al menos no en este momento. Vuelve a intentar con Luis, pero no contesta. Se calma, hace una tercera llamada y Rafael contesta diciendo que sigue en Trujillo, que no volverá sino para abril, que su padre está muy enfermo.  

Sebastián quiere mucho a Rafael, porque le ha contado sus secretos y es un buen chico que se está forjando un camino con mucho esfuerzo. Así que mejor no le cuenta nada para que no se sienta mal. Después le contará todas estas tragedias.

Sale del parque y ve a Rafael, con otro compañero de la Universidad, riéndose de la vida.

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Siente que todos le han engañado, que nadie le puede decir la verdad. Pensó que Chana era su hermana preferida, que ella nunca le ocultaba nada importante.

A pesar que la causa de su padre estaba perdida – porque así le hizo entender el abogado -, siempre admiró a ese señor.

Y Rafael, ¿cómo puede una persona mentir con la salud de su padre?

Pero de todas las mentiras, la peor es de Elizabeth. Pero esa mentira él la creó:

Elizabeth fue su estudiante hace unos diez años atrás, él se enamoró platónicamente de ella, pero nunca se atrevió a nada. Para eso él dictaba sus prácticas pre profesionales en el Edelmira del Pando - colegio de mujeres que está en la Carretera Central -, allí la conoció. Era una loca, siempre molestando a los profesores y él no sería la excepción. Sebastián llamó a sus padres y se enteró que ella vivía con unas tías, que era de San Lázaro, un pueblo en Arequipa - desde entonces se interesó por conocer Arequipa y cuando le daban referencia de la Ciudad Blanca, recordaba a la niña pecosa del Edelmira -. Solo era un amor platónico, Elena era su verdadero amor para ese entonces. 


1 comment:

  1. Esa historia me parece conocida, acaso podría ser "yo" Elizabeth, ya hablaremos querido amigo...Malu

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