Mamá Chana está aquí, y ha traído a los bebes – grita
emocionada la Gata.
Querida, pasa, pasa, por favor pasa manita, y Luis ¿ons ta?
– Paty pregunta por su hermano menor.
Aquí estoy manita – Luis abraza a su hermana y presenta a
sus hijos -, este es Julio y él, Jaime, el mayorcito.
Pero qué grandes están papá, mira que has sido un ingrato,
años que no nos vemos y ahora me vienes con dos hijos, ¿y tú mujer? – Paty pregunta por la madre de los niños e incomoda a Chana.
Ahora estoy con Chana, ella es mi mujer ahora – aclara Luis.
Sí pues, la Gata me contó y casi casi me caigo de espaldas,
pero bien merecido se lo tiene la Socorro – es el apodo de la madre de los
hijos de Luis -; es que tú no tienes carácter pues, imaginar que te dejó abandonado con dos hijos – Luis se pone rojo y sonríe nervioso -, cachudo tenías
que ser.
Chana querida, se bienvenida a mi casa, aquí todos somos
familia así que no te sorprenda que las cosas la hablemos así directamente,
porque tú que eres limeña no te vas a escandalizar, no manita ah, aquí las
cosas son como un libro abierto, ya ahora viene mis otros hermanos, sobrinas y
sobrinos y te vamos a presentar a la familia a lo grande, justo ahora estoy
matando pato para hacer un guiso para chuparte los dedos.
Gracias, no se preocupe yo entiendo señora – Chana en verdad
está por escandalizarse, pero su amor a Luis le ayuda a mantener la
compostura.
Pero manita, no me digas señora, dime Paty, yo soy la mayor de
mis hermanos, pero ahora que conozcas a mis hermanos tú me vas a decir quién
parece el mayor, ¿ya? – Le hace la pregunta con una sonrisa cómplice.
Si nadie se incomoda, podré dar mi opinión – Chana sonríe.
De pronto un griterío porque ha llegado otro de los hermanos
de Paty, es Pedro, y viene acompañado de sus hijos más no de su esposa.
¿Otro cachudo?, estos hombres de ahora ya no llevan los
pantalones – grita Paty -, ¿y donde está la Débora? – apodo con que llaman a la
mujer de Pedro.
Cómo eres mal hablada no Paty, la Débora viene mañana, un
problemita con la cajera la está demorando – Pedro abraza a su hermano Luis -,
Qué milagro mano, cómo es las cosas, Lima te ha cambiado manito, hasta parece
que has crecido – se burla porque Luis es chato.
Ella es Chana mi mujer – Luis hace lo propio.
Un gusto hermanita, un gusto, ¿limeña eres no?, ojalá no
seas de mucho carácter nomás porque a Luis le han pisado el poncho por diez
años incluso hemos conocido Lima solo por defenderlo de las garras de la Socorro.
Ay no sabes Pedro, - Paty interrumpe a Pedro - la Elizabeth a llegado al pueblo, está ya
un mes dizque para cuidar a su mamá, pero la muy bandida está saliendo con su
grupito ese, está con el Pablo, con ese fumón está saliendo. No sabes que ese
fumón le estaba llevando en malos pasos a la Gata, por eso la mandé para el
Luis, para que atienda a los chicos. - Se dirige a Luis - Ay hermanito, no me has dicho, ¿cómo se ha
comportado la Gata? – La llaman Gata por sus grandes ojos azules.
Bien, ella está bien con nosotros, ahora que comienza el año
escolar la vamos a matricular en un colegio particular – le promete Luis a su
hermana.
Ay papá, muchas gracias papito, ves Gata, ahora te me pones
a estudiar ah, nada de tonterías; figúrate Chanita, que está que me dice que
quiere juntar su plata para ponerse glúteos – Paty se ríe.
Seguro ha estado viendo las fotos de los periódicos, pero no
te preocupes así son las adolescentes – responde Chana.
Otro griterío porque llegó Mercedes, la hermana menor.
Meche, Meche, te presento a Chanita – se apresura Paty.
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