Monday, January 13, 2014

En el pueblo de Elizabeth

Katherine se encuentra con Elizabeth, después de meses que no se ven.

Amiga – emocionada Elizabeth abraza a Katherine y le da un beso -. Ay amiga qué novedad verte, y esa novedad, tú por aquí – le responde los mismos gestos -. Pues nada visitando a la familia. Pero por qué no me dijiste que te venías, hubiésemos venido juntas. Es que fue algo de improviso. Pero te pasas por qué no me has llamado. Es que no tengo tu número, me robaron. Pero cómo, ¿estás bien? – Katherine le mira por delante y atrás con rostro preocupado -, ¿te hicieron daño?

Eso ya fue hace meses; felizmente que no me hicieron daño, aunque sentí unas manos. ¿Manos? Sí, porque me rebuscaron toda; en ese momento, me sentí ultrajada. Me imagino.

Katherine hace un gesto como que no le cree, y decide contar que también le robaron para que  Elizabeth sepa que a ella también le sucede cosas interesantes.

A mí también me robaron un celular, pero no fue de esa manera, me lo sacaron de la cartera. Ya – Elizabeth responde sin ningún interés -, qué bien por ti que te lo robaron de la cartera, pero te imaginas a mí; que un tipo me agarró del cuello y otros dos me comenzaron a rebuscar toditita.

¿Y dónde fue eso? En la Colonial. Ay no, por donde vivo. Ah qué tu vives por allí. Sí por Faucett. Sí yo estaba por Faucett. Anda ¿sí?, pero mi zona es tranquila. Pues yo estaba aterrorizada, hasta pensé que me violarían – Katherine agranda los ojos -; sí, pero eso no era lo peor; resulta que los tipos estos eran feos; no pienses mal, pero imagínate; aparte de soportar la humillación del ultraje, tener que recordar esos rostros tan feos.

Pero hay que tener en cuenta que ahora en todas partes roban, a mi me robaron en el bus; con el viejo truco del cabello sucio. ¿Y cómo es ese truco?

Bueno, te cuento – se emociona porque Elizabeth se muestra interesada -; estaba en el bus, sentada al lado del pasadizo, andaba escuchando música y de vez en cuando, para cambiar de emisora, sacaba el celular de mi bolso colgante. Ya – Elizabeth se arrepiente de haberle prestado atención-. Y en eso sube mucha gente en un paradero y un tipo se para al costado de mi asiento; y después de un rato, me pasa la voz con cara de asco, me tocó la nuca con una especie de pasta pegajosa y asquerosa. ¿Qué era eso? Creo que era una galleta que él estaba masticando. Aj – Elizabeth hace un gesto sincero de asqueada -. Abro mi bolso para buscar papel higiénico y no tenía… antes de cerrarlo me pasa la voz ese señor y me ofrece amablemente papel; y mientras me distraía, parece que otro señor me sacó el celular. Y yo ni cuenta. ¿Y cómo te diste cuenta? Cuando quería poner play al cel, y veo que los señores se estaban bajando. Qué asquerosa experiencia, hay prefiero la forma en como me robaron, al menos me sentí deseada.


Bueno me despido amiga, voy a la agencia a recoger unas cosas – Elizabeth quiere deshacerse de Katherine-. Ay, ¿y en Lima dónde estás viviendo? En Mangomarca, ¿conoces? No – Elizabeth se dice así mismo, qué bueno -, ¿me das tu celular?, cosa que te llamo para vernos un día. Ya, es el 993200783, tímbrame para grabar tu número. Ya te timbré, - Elizabeth mira el número y no lo graba -, ¿lo grabaste? Sí ya lo grabé, chausito – le da un beso -. Chausito amiga, ya te visitaré, tenemos que hablar de tantas cosas. 

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