Sunday, January 19, 2014

Elizabeth, Jhonnatan y yo

Me llamo Mario. Ya lo sé, ¿cómo no saberlo si todos preguntan tu nombre? – pienso que es un reproche -. ¿Te molesta eso? No, ¿qué tal te pareció el profesor de Historia? – Elizabeth cambia de tema -. Malo, es malazo, ¡no lo escuchaste!; prácticamente nos ha dicho que sus clases serán ver videos, como hoy, y hacer resúmenes. Ya, hasta ahora no me gusta ningún profesor salvo el de comunicación. A mí también me agrada el de comunicación, ¿vamos a comer algo? Sí, vamos a comer algo, hace mucho calor aquí.

Cuando salíamos del salón se acerca Jhonnatan y me pregunta sobre un comentario que hice.

Mario, - Jhonnatan me llama de frente por mi nombre – me parece que dijiste que el derecho griego y romano tenía como base la religión. Así es, ¿cuál es tu nombre? – Sé su nombre pero me incomoda porque interrumpe mi conversación con Elizabeth y además no me agrada su aspecto -. Soy Jhonnatan, disculpa, un gusto; y, ¿cómo te llamas amiga? – le pregunta a Elizabeth -. Elizabeth, un gusto – le saluda así nomás y luego me pregunta por la duda de Jhonnatan -, sí Mario, ¿de dónde sacaste eso? Estoy leyendo el libro de un francés llamado Fustel de Coulanges, La Ciudad Antigua; y allí se demuestra que existió una religión muy antigua y particular de las familias griegas y romanas más añejas y que ellas determinaron las normas de trato al matrimonio y la propiedad privada. Pero solo es un libro, y no por eso puedes estar diciendo que la religión doméstica antigua es la base del derecho griego – Jhonnatan interviene -. Claro, pero Coulanges cita muchos textos antiguos con los que demuestra su teoría; además Toynbee, nos habla acerca de la importancia de la religión para el desarrollo de las civilizaciones.

Elizabeth nos observa admirados a ambos, Jhonnatan no se amilana ante mis argumentos, además también ha leído y presenta otras ideas interesantes. Desde entonces nos convertimos en un grupo los tres: Elizabeth, Jhonnatan y yo. 

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