Tuesday, October 14, 2014

Fresas heladas

Elena está cocinando, prepara la comida de los niños para luego ir a su trabajo. El Negro entra, saluda a su esposa y busca máquinas. Ambos están en un tiempo interesante, ya no discuten, no son amigos, pero llevan la fiesta en paz.


Negro, Juan tiene que ir a un paseo el viernes, tengo que pagar quince soles. Está bien, toma – el Negro saca de su billetera un billete de veinte soles. Los cinco que sean para su golosina.

Elena cocina escabeche, es el plato que mejor le sale y el Negro se provoca, por lo que hace “hora” para ver si su exmujer se apresura y le sirve algo; mira un documento en la mesa.

¿Qué es esto? Me voy hacer una prueba de ADN. ¿Para qué? Para saber si soy hija del señor Rivas. Es una tontería, tu madre te está jodiendo como siempre, no le hagas caso. El Sr. Rivas está de acuerdo, y lo voy hacer a penas consiga el dinero, me va costar mil soles, pero el Sr. Rivas pagará la mitad y yo la otra parte. ¡Mil soles! Sí, pero es lo mejor, siempre tendré la duda, es mejor que lo haga ahora, el Sr. Rivas quería pagarlo todo, pero no puedo, quizás tiene razón y no es mi padre. 

Seguro que no es tu padre, si es tu padre, entonces Sebastián sería tu hermano. Tengo miedo – se pone a llorar y el Negro la abraza -. Tranquila Elena, él no es tu padre; si el Sr. Rivas hubiese tenido alguna duda, crees que te habría dejado con Maritza.

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meses atrás:

¿Qué pasa Elena? Nada – Elena se puso a llorar justo después de terminar, le da la espalda a Antonio y éste la abraza. Cuéntame tu historia y yo la confundiré con la mía y haré una novela donde tú serás la protagonista. ¿Mi historia?, mi historia tú la sabes. ¿Odias a Maritza? Es mi madre, no puedo, a pesar del mucho daño que me hizo. ¿Odias a Henry? Henry ha sido una buena persona, si se confundió es porque todos en algún momento hemos estado confundidos. ¿Me odias porque ya no te amo? Cómo podría odiarte, eres la única persona a quien puedo recurrir y sé que no me vas a rechazar. Espera, un momento, voy a traer algo.

Antonio se viste apresurado, le pide a Elena que se quede tranquila; al regresar trae dos pirex de fresas heladas con leche condensada. Elena se emociona y se sorprende que haya conseguido ese dulce en tan solo minutos. 

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