Tuesday, October 28, 2014

La enamorada de nadie

Se coloca de espalda y mira el techo con las estrellas fosforescentes.

¿Estás triste? No, ¿por qué lo dices? Porque estás llorando, y no es porque haya sido muy excitante, no creo que haya sido mejor esta vez. Es que – Alejandra sonríe medio raro -, es que soy la enamorada de nadie. Lo siento – Sebastián se siente maldito al decir esto -, pero yo amo a Elizabeth. Por eso estoy triste, mis amigas irán a la fiesta con sus enamorados y yo iré sola. Te puedo acompañar. ¿De verdad? Sí, aunque todos han de ser de tu edad y me verán como un viejo. El viejito más lindo e inteligente – Alexandra coloca su cabeza en el pecho de Sebastián.

***** 
¡Sebastián! – llama la bruja Sabrina. Hola Samanta Sabrina. Hola sobrado, si tienes tiempo el sábado estaremos estudiando acerca de los asientos contables. Ya, puede ser. Estará Alexandra, ¿no te ha dicho nada? Sí, pero me dijo que no iría porque tiene una fiesta. Mira allá está – Alexandra camina con unas compañeras suyas, se la ve triste, y Sebastián se dice así mismo, camina como si fuera la enamorada de nadie -, Alexandra, ¿vienes el sábado para la clase de los asientos? Hola – besa a Sabrina y Sebastián -, no puedo, el sábado tengo un reencuentro con mi promoción de colegio. Bueno, cualquier cosa te paso información para que estudien porque los parciales ya son la otra semana, ¿tú si vienes no Sebastián? Yo tengo un compromiso con mi enamorada, no podré ir – Alexandra sonríe. ¿Y quién será la saladita? Jajajaja – sonríe Sebastián - una bruja mayor, no tan poderosa como Samanta Sabrina. Ay, tú siempre eres así de molestoso; espero que puedas hacer los asientos.

Sebastián se despide, tiene que ir a trabajar, las va dejando a medida que camina más rápido y voltea; ve a Alexandra, se ve triste, es que en realidad se ve como si fuera la enamorada de nadie. 

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