Alejandra sale con Víctor, se contraria de lo que será,
piensa que esta relación no durará mucho porque aquel joven es muy inmaduro,
pero lo ama.
Por otra parte está Sebastián, ella sabe que su amigo está
enamorado de ella, que esa indiferencia que él le tenía antes cambió, que ella
lo deseó tanto, pero ahora sus sentimientos hacia él son solo de gratitud y
respeto.
Hace el amor con Víctor, no siente más que una cuestión
fisiológica, pero así lo ama.
*******
Sebastián toma prestado la bicicleta de su sobrino, no usa
la suya porque la prestó a Keni. Deambula por allí, pensando en lo que debería
hacer. Recuerda la señal:
Mensaje de texto: Alejandra, sigo en Chiclayo; solo te pido
me entregues el anillo antes que me vaya para tenerlo para año nuevo en señal
que estaremos juntos el 2016.
Alejandra llama.
Perdóname Sebastián, no pude acompañarte porque no tengo
tiempo, estoy con mi familia. No te preocupes, puedes entregarme el anillo como
te dije, en señal que seguiremos trabajando este año juntos. Sí, pero ahora no
puedo, ¿cuándo te vas? El miércoles a las seis y media estaré en el terminal de
EMTRAFESA, está en Balta. Sí, conozco; se ve que te has venido con dinero. Me voy
en buscama, quería quedarme hasta año nuevo, pero veo que es en balde, así que
estoy gastando lo que pensaba gastar – lo dice porque no pudo pasar tiempo con
Alejandra. Yo iré a esa hora a darte el anillo. Te esperaré. Ya viejito, yo
estaré allí.
*******
Henry se encuentra con Elena y sus hijos, también está
Maritza; quisiera ver a Camila, la llama pero ella aún sigue en su trabajo –
también trabaja los domingos. Decide llamar a su amigo.
Hola ingrato, qué es de tu vida. Cholo, ¿cómo estás? Mal.
¿Cómo que mal? En salud estoy bien, en dinero como siempre apretado, pero
emocionalmente estoy mal. Ya me imagino. ¿Dónde estás? En Huachipa, ¿por qué no
te vienes para tomar un par de chelas? Pero estoy con la bicicleta – Sebastián
lo piensa -, ya está bien, voy a conseguir la cadena de mi bici y voy para allá
con la misma. Me timbras, estoy en “Paraíso”. Conozco, voy para allá.
Sebastián pasa a la casa de Keni y le pide la cadena.
Keni sale de su casa todo mal arreglado y sin zapatos. A
Sebastián le parece un descuido que Keni ande con medias en el patio que da a
la calle.
Aquí tienes Sebastián, ¿dónde vas? Por allí. ¿Y por qué no
viniste sin bicicleta para que te lleves la tuya? Es que pensé que no estarías,
solo pasaba por la cadena, creo que Jhonson no me negaría la cadena. ¿Vienes
más rato? Si logro que alguien se lleve esta bici, paso para llevarme la mía.
Jajajaja, ¿si alguien se la lleva?. Ya nos vemos. Ya, mañana grabamos – Sebastián
no le responde nada.
Sebastián se apresura. En todo el trayecto no deja de pensar
en Alejandra, recuerda la señal:
Alejandra, no te olvides de llamarme para año nuevo. No
Sebastián, yo te voy a saludar para ese día. Ya, si no lo haces significará que
no nos veremos el próximo año. No te preocupes, yo te voy a llamar para navidad
y año nuevo. Yo te llamaría, pero quizás tu familia se incomode, mejor llámame
cuando tengas tiempo. Ya viejito.
Henry timbra a Sebastián.
Qué fue, ya estoy cerca. Oe Cholo, te has pasado, ya te vi
que estás con tu ridículo sombrerito. Qué, pensé que era el que estaba camino a
Campo Fe. No Cholo, es el que está en la curva. Ya, voy para allá.
Sebastián llega, Henry se acerca y le da un abrazo.
A los años cholo – Sebastián es poco torpe para el saludo,
pero le gusta que su amigo sea gestual, pocas personas lo son en estos tiempos.
Qué gusto verte hermano – mira a Elena y Maritza que están en la esquina y se
incomoda -, tú crees que pueda saludarlas. Pero, si entiendo que tú y Elena se
comunican de lo más normal. Sí, pero no sé, está con su madre. Maritza está tranquila,
no te preocupes. Ya, me acercaré entonces.
Sebastián saluda a Elena, ella le da un beso y sonríe con
ese mismo gesto de niña de toda la vida, Juanito también le saluda muy alegre;
Maritza no tiene ningún inconveniente y saluda a quien casi casi fuera su hijo,
le presenta a su medio hermano. Sebastián ve al joven y es cierto, se parece a
él, pero no es momento de presentaciones de familiares perdidos. Henry le
llama.
Oe cholo, ¿bajamos para tu casa por la otra bicicleta? Ya, pero
¿y tu familia? Ya conversé con ellos, les dije que me iría. Ya, entonces ¿cómo
hacemos? Yo bajo con la bicicleta y tú ve por la tuya pues.
Sebastián toma una combi hasta la casa de Keni, le pide la bicicleta.
¿Y la otra bicicleta? Se la di a mi amigo, ya viene por
aquí. Revisaste el ensayo. Sí. ¿Te gustó? Esta buena – Sebastián sabe que su
amigo no lo ha revisado. Ya, me voy. Mañana grabamos. Nos vemos – Sebastián no
responde a Keni.
¿Qué fue? Nada, aquí está la bicicleta. Cómo ha pasado el
tiempo no Sebastián. Sí, y a pesar de todo igual estamos aquí. ¿Ese chiquillo
es tu amigo? Sí, es un buen muchacho, tenemos un proyecto juntos, pero estoy
pensando en dejarlo. ¿Por qué? Porque me ha dado señales que no le interesa el
asunto. Ya – Henry nunca pide más explicaciones cuando Sebastián es tajante.
Recorren Malecón, cruzan el puente y van por Julio.
Te recuerdas del Puente Colgante. Sí, claro, cómo no
recordar cuando me tiraste las zapatillas. Jajajaja, casi lloras huevón. En
realidad lloré, y te odié mucho Henry. Jajajaja.
Llegan a la casa de Julio, él sale con su bicicleta y deciden ir a ver
a Alberto Mario.
Vamos a ver a ese viejo. Ya, a ver si nos invita un par de
Chelas – propone Henry. Oe, ya empiezas, además recuerda que cuando se toma no
se maneja. Jajajaj – Julio ríe. Además Julio no puede tomar porque si no le ocasiona
un estado de coma - Sebastián molesta.
Van por la 13 de Enero, Sebastián va por delante pensando en
Alejandra.
Ella vendrá – Sebastián está en el terminal ya son las seis
y media, el bus saldrá a las siete y parece que son puntuales. Alejandra por
favor ven, no me dejes solo, al menos no me dejes ir sin despedirme de ti –
tiemblas sus piernas, ya se hace tarde. Quizás su madre le prohibió que salga –
piensa negativo. No, ya vendrá, estoy seguro que vendrá – llaman para que los
pasajeros de las 7 se pongan en la cola. Ven Alejandra, apresúrate – se da
ánimos. Alejandra, tienes que darme el anillo – le piden su DNI y el boleto y
sube al bus.
El bus se pone en marcha y Sebastián mira si Alejandra
llega, piensa que quizás llegará y al menos verá que ella hizo un esfuerzo. Pero
no llegó.
Sebastián voltea y mira que Henry está conversando con
Julio, eso le contenta puesto que su amigo es muy callado y ellos recién se
conocen.
Oe Sebastián, voltea a la izquierda, vamos a su casa, porque
Alberto Mario no está en su tienda – Julio le indica. Ya.
Alberto Mario se contenta al ver a su amigo Julio, Sebastián
le saluda y conversan sobre las elecciones. Henry solo deambula con la
bicicleta por allí.
Qué tal si vamos a tomarnos una gaseosa – propone Alberto
Mario. Ya, pero tenemos que esperar al más alegre de la pandilla – Julio se
vacila de Henry -, oe llama a tu amigo pues. Sebastián le timbra y Henry sale
como una bala de una esquina. Oe, ese chato así como lo vez tiene un físico –
Julio le comenta a Alberto Mario.
Van para un parque, piden anticucho y hacen conversación.
Sebastián se pierde en su pensamiento.
Es año nuevo y no tiene el anillo, Alejandra al menos
llamará como lo prometió, eso será la señal que este año estarán juntos. Son
las once y media, se despide de sus hermanas y mamá, ellas se sorprenden que no
pase el año nuevo en casa, su padre ya está durmiendo.
Es que estoy muy cansado hermana. Pero tenemos la cena ya
servida. Mañana voy a salir con la bicicleta con Julio y Henry. Ay hermano,
espera a nuestro primo, no seas aguafiestas. Lo siento hermanita, pero tengo dolor
de cabeza. Está bien.
Sebastián se apresura, porque en cualquier momento llamará
Alejandra, y no quiere que le toque en medio de la contaminación ambiental.
Llega a su habitación, no tiene agua, pero ya no importa, al
menos podrá conversar con ella tranquilamente. Llega las doce y todo es un
bullicio, abre las cortinas y ve los fuegos artificiales, cierra la cortina
para no ver más ese espectáculo símbolo de una alegría que él no tiene; sigue
esperando la llamada; ya va llamar, en unos minutos llamará, piensa. Nada. Se
echa en la cama, deja el celular en la mesa de noche; seguro llamará más ratito,
voy a esperar, se anima. No llama.
Va a la computadora para saber si hay algo nuevo, pero nada,
Alejandra no da señales de nada. Quizás no cargó su celular, quizás su madre le
está viendo y como la señora no le quiere ella no puede llamar. Ya llamará más
rato cuando sus familiares estén ocupados. No llamó, ya es la una y no llamó.
Le envía un mensaje.
Mensaje de texto de Sebastián: Me fallaste tres veces, ¿esta
será la cuarta vez?
Tira el celular, se pone a la computadora y ve el muro de
Alejandra que tiene una fotografía junto a Víctor.
No comments:
Post a Comment