Sunday, August 10, 2014

Infieles

Elizabeth, te voy a esperar. 
Camila revisa la ropa sucia, huele la trusa de Jhonnatan, rebusca en los pantalones de su esposo.

El celular timbra, es su mejor amiga.

Hola Cami, mañana hay un reencuentro con los compañeros, aunque sé que me vas a decir que no, igual te paso la voz; para que luego no justifiques lo dejada que estás, con que una no te pasa la voz. Vamos.

***** 
En la fiesta.

Cami, estás tomando mucho – Alicia ríe. Una vez al año no hace daño. A ver amiga, cuéntame qué te sucedió. Nada. No, no me vas a decir que  nada, algo tienes. Es Jhonnatan, creo que nuevamente me está engañando. Yo que tú le pago con la misma moneda.

*****  
En la casa.

¡Por qué llegas tarde y en ese estado! – Jhonnatan ha llegado nuevamente borracho. Estuve con Mario, no lo veía hace un año y me invitó un par de cervezas. Y con un par de cervezas han estado hasta estas horas, estás gastando el dinero que nos falta, sabes que tenemos que pagar el viernes y estás tomando. Mario me prestó el dinero para pagar.

Jhonnatan tiene hambre, se sirve un poco de sopa y le echa montón de ají. Camila toma el recipiente del ají y lo vacía en el plato de su esposo.

¡Estás loca!, ¿qué tienes ahora? Me estoy cansando de ti, mira esto – Camilia le muestra su polo con una mancha de lápiz labial. Eso es un juego de mis compañeros del trabajo, Henry me manchó con el pintalabio de su mujer para molestarme. No te creo. Llámalo – Jhonnatan le da el celular.

Aló. Aló, ¿con quién hablo? Hola Henry, soy la mujer de Jhonnatan, disculpa que te moleste a estas horas pero quería preguntarte algo. ¿Tú eres Camila?, dime. Sí, es que he encontrado en el polo de Jhonnatan una mancha de lápiz labial. Ah – Henry se adelanta -; sí, fue una broma que le hice a Jhonnatan. Me hablas enserio, él está viniendo últimamente los fines de semana borracho. Sí, hemos estado tomando; estaba muy preocupado por esa mancha, pero ha sido solo una broma Camila. Gracias.

Ya ves, solo fue una broma de ese cojudo. Me voy a dormir – Camila se acuesta.

*****
En la chamba.

Henry hazme un favor. ¿Qué pasa Chino? Mi mujer te va a llamar hoy seguro, le he dicho que ayer estuvimos tomando, pero me fui con la flaca de las papayas. Chino, pero yo no quiero mentirle a tu mujer. Déjate de vainas Negro, por favor, solo esta vez, te prometo que no te vuelvo a meter en mis asuntos. Está bien.

****** 
Henry, discúlpame, no quiero molestarte; pero la verdad estoy muy preocupada por el Chino, ayer llegó muy tarde. Sí Camila, el Chino estuvo conmigo toda la noche, estuvimos tomando; perdóname, pero nos hemos hecho muy patas y le cuento algunos de mis problemas. ¿Tú eres casado? Sí, pero tengo problemas con mi mujer que es muy desconfiada – Henry se permite esta confidencia. Creo que las mujeres somos un poco celosas. Solo un poco. Jajajaja.

***** 
Hola Camila, ¿qué pasó con el Chino? Nada Henry, no te llamo por él. ¿Entonces? Es que, es que… quería, no sé… quería salir de mi casa estoy un poco estresada y no tengo con quién, y pensé… pensé que quizás podríamos conocernos. Bueno, yo ya termino mi trabajo, si quieres conversar te invito una gaseosa, estoy por Plaza Norte. Ya, voy de frente por Evitamiento y llego en 45 minutos. Ya, te espero en la puerta principal.

*****  
Henry ve a Camila de lejos, no le parece bella, pero sí tiene un buen cuerpo.

Camila ve a Henry y se sorprende por lo bello que es. Tiene cabello ensortijado, rostro juvenil y cuerpo bien formado.

Hola – Henry se adelanta en darle un beso en la mejilla. Hola Henry, no pensé que serías tan guapo – Camila sonríe y se le ve encantadora. No es verdad. Sí es verdad y tú sabes, ¿por qué te dicen Negro? Por mi cabello crespo. Ah ya. Te invito una gaseosa. No, me podrías invitar una cerveza. Está bien.

***** 
Llegaron a un bar con una rocola, Jhonnatan le enseñó el gusto por este tipo de bares.

¿Y qué haces cuando no trabajas? Estoy con mi hijita, aunque este último año la he pasado solo. ¿Solo? Sí. ¿Es un castigo o un lujo raro tuyo? Las dos cosas - Henry pide un par más de cervezas - ¿no te molesta si tomamos un par más? Adelante, pero yo también invito. No, yo voy a invitarte, cómo vas a comprar las cervezas tú. 

Se acercan a la rocola y Henry pone dos canciones de Alejandro Fernández.

¿No terminaste la secundaria? No, es que me expulsaron de dos colegios y mi papá se dio por vencido; entonces, me llevó a trabajar con él y aprendí y ahora trabajo independientemente. Yo sí terminé y estaba estudiando en un instituto, enfermería. ¿Y por qué lo dejaste? Porque quedé embarazada y mi papá se molestó y me echó de su casa. Cuando uno es adolescente comete muchos errores. Sí, fue un error lo que cometí.

Van por la sexta botella.

¿Tú no te mareas no? – Camila se siente mareada. Es que estoy acostumbrado, mejor nos vamos. No, yo tampoco estoy mareada. Dime, ¿por qué te dicen negro? – Camila insiste con esa pregunta. Porque soy crespo, ya te dije.

Suena “Le bajé las estrellas” de Alejandro Fernández.

Hasta que por fin le tocó a mi canción. ¿A quién se la dedicas? A una chica que conocí el anteaño pasado, es una jovencita que traté de ayudarle en todo; le di todo lo que estaba a mi alcance; y no me quiso. ¿Y tu esposa? Estamos por separarnos. ¿Le fuiste infiel? No, de esta chica que te cuento es la primera vez que pienso en tener algo con alguien que no sea mi esposa; pero es porque Elena y yo ya no hacemos vida de esposos; creo que nos absorbió mucho los proyectos de Elena: tener una casa, el colegio privado para nuestra hijita, comprar la refrigeradora, el plasma, los celulares; Elena es muy materialista y yo no soy así.

*****
Salen del bar, Henry para un taxi para embarcar a Camila.

Negro, no quiero ir a mi casa – Henry deja pasar el taxi. ¿Y dónde vas a ir? ¿Tú quieres ir a tu casa? Todavía es temprano – son las ocho de la noche - si quieres caminamos. No, quiero ir a un hotel. 

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