He soñado que te amaba, y sabía
que soñaba mientras te amaba - Antonio continúa escribiendo la carta para
Elizabeth y piensa dejarla debajo de la puerta de la casa de sus patrones, sabe
que aún no se ha ido de Lima. ¿Qué puedo hacer para que me quieras? Necesito
mucho verte, necesito mucho tocarte las manos, darte un beso y abrazarte –
Antonio tiene frío y le duele los huesos.
Sabes, estoy leyendo el libro que
me obsequiaste, lo encuentro interesante y me gustaría comentártelo – Duda si
seguir tipiando la carta o escribirla a mano. Seguro que te animará saber esto,
puesto que últimamente estabas interesada en la historia y hacías referencias a
la lectura del mismo – Antonio decide continuar en la PC.
Se viene pronto mi cumpleaños, es
el 19 de agosto; me quedaré en casa esperando tu comunicación – en su trabajo
le darán el día libre si él lo solicita. Tienes mi número, por si acaso te lo recuerdo,
993200783.
Te informo, logré corregir mis
apellidos; ahora sí soy hijo del Sr. Rivas, al menos legalmente. Claro, con
tantas hermanas, lo que puedo pretender heredar será la habitación que hace
poco enchapé para que sea el cuarto de mi sobrino. Lo importante es que ahora
sí soy el hijo de mis padres.
*****
Antonio se pone a pensar, duda
que Elizabeth continúe trabajando en Magdalena y rompe la carta.
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