Friday, December 5, 2014

La primera vez

Probablemente somos hermanos. ¿Qué dices? Maritza me dijo que tú eras su hijo – Elena mira fijamente a Antonio. Pero estás loca, qué dices. Antonio, Maritza le dijo a Elena que probablemente tú eres su hijo. Qué tonterías están diciendo, te das cuenta de lo que dices Henry. Antonio, hice una prueba de paternidad con tu padre, ha resultado negativo; pero Maritza dice que tú eres su hijo, aunque hay una duda, porque según el señor Rivas, te encontró ya nacido y Maritza no estaba embarazada para cuando él se fue, por lo que podría ser que Maritza te recogió y le hizo creer que tú eras su hijo. Están locos ustedes.

Antonio sale de la pollería corriendo.

Henry por favor cuida a Antonio. No te preocupes, él va estar bien.

Henry sale deja cincuenta soles para que se cobren, y va tras su amigo.

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Elena tenía apenas doce años cuando se enamoró de uno de los choferes de su padre adoptivo, amante de su madre. Ella coincidió su embarazo con el de Martiza, pero su bebé murió. Maritza no recuerda de sus hermanos porque vivió con sus padres adoptivos y veía a su madre como la señora que la dio en adopción. Así que probablemente uno de los niños sería Sebastián, ella solo recuerda a unos niños llorones.

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¿Qué edad tienes? 36. No, no puedes tener tanto, pareces una señorita de 24. Pues no, tengo 36 años. Es que no pasan los años por ti. No lo sé, a veces me asusta, mi esposo es mi menor y yo parezco más joven que él. Es que es verdad, no serás bruja. O quizás será que estoy maldecida.

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Esto es una novela. La novela que has creado en tu mente Antonio, no lo recuerdas. Pero cómo puede ser Martiza mi madre. No estamos seguros, esa señora es una loca, y pudo haberlo dicho para joder a tu padre. No es mi padre, él me hizo una prueba de paternidad también y resultó que no es mi padre; creo que no me debe importar, ya no importa si es que Maritza es mi madre y Elena mi hermana, total, se acabó en el momento menos pensado y no debo tener vergüenza de algo que no pude prever; esto debe ser una maldición por haberme enamorado de tu esposa. Amigo, de verdad lo siento mucho, quisiera poder ayudarte. En qué estado más extraño me hallo, Maritza hizo mucho daño a mi padre y a Elena y sin conocerla la he odiado tanto que ya no la puedo odiar más y ahora me es indiferente; lo que sí me apena es por Elena, ella no se merece esto, qué mal hizo ella.

Antonio y Henry beben en el mismo bar de Santa Anita. Henry llora, llora porque él también contribuyó con el sufrimiento de Elena; ella en él solo ha tenido a un drogadicto, a un infiel, a un borracho. Antonio llora por Elena, porque le hizo el amor para vengarse; él ya no la amaba cuando la tuvo por primera vez y solo lo hizo para que ella sintiera el desprecio que él sentía cuando ella no le hacía caso.

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¿Qué pasa? Nada, solo que me emociona tanto tenerte así – Sebastián no puede hacerle el amor a Elena porque está pensando en Elizabeth. ¿Quieres que conversemos? No – Sebastián la abraza, cierra los ojos y la besa y piensa que está besando a Elizabeth, se hace la idea que es a Elizabeth a quien ama, trata de recordar el olor a flores con tierra de campo de la gordita blanquiñosa, eso lo excita. 

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