Pero profe, necesito salir. No
Diego, no puedes dejar a tu grupo. Es que es mi última oportunidad para verla.
Pero ahora que van a estar de vacaciones la vas a poder ver con más comodidad.
No, no lo voy a poder hacer, ella vive muy lejos; quizás no venga para la
entrega de libreta. Lo siento Diego, pero te quedas, más bien deja tu mochila.
No puedo.
Diego lleva un regalo en su
mochila y no quiere quitársela porque está pensando en escapar del salón. No le
importa si el profesor Rivas – a quien respeta mucho – se moleste con él, pero
esta puede ser la última oportunidad hasta después de vacaciones para pedirle
perdón a Joyce. Si la ve salir, el correrá tras ella.
*****
Diego ve pasar a Joyce con su
amiga. Se alegra de que venga más gente a colaborar con la promoción, ellos han
programado un video en el auditorio.
Diego, tú te quedas cuidando el
proyector, nosotros vamos a vender la canchita – José le indica a su amigo.
Está bien, pero quería comer canchita. Ya pavo, ahora te traigo tu canchita.
José baja, las chicas le dicen que
ellas pueden solas, le regalan un par de bolsas de canchita para Diego y él.
Qué fue. Nada, las chicas dicen
que lo pueden hacer solas, que más bien cuidemos el proyector. Has visto a esa
chica, ¿de qué grado es? Ha es Joyce, es del primero. ¿Primero?, parece de
cuarto o hasta quinto. Ya le hice el habla, es de primero, pero está bien
bonita, ¿no?, ¿te gusta? No, para nada, solo que me parecía de cuarto, voy a
bajar para verla mejor. Ya pavo, vete a gilear nomás.
****
Diego, nunca ha tenido enamorada,
solo – como suele contar – agarres, choques y fugas.
Un beso. Sí. ¿Y luego? Luego, no
pasó nada, todo siguió como antes; amigos y nada más que amigos. Seguro te
huele la boca, cochino. Quieres que te demuestre que no – Diego hace como
queriendo dar un beso a José. Fuera de acá maricón… jajajaja.
*****
*****
Diego se sienta atrás de todos,
quiere acercarse a Joyce, pero teme incomodarla; ella se ve tan grande, como
una señorita y; él se siente el más inmaduro de toda la promoción, en realidad
es el más inmaduro de toda la promoción. Para colmo está con miedo porque le
han puesto “El Conjuro” y a la muñeca esa, le teme.
Qué pasa pavo. Hace frío – José se
le acerca. Entonces por qué no le pides su colchita a Rosita. Sí no, voy a
pedírselo. ¿Y no ibas a gilear con la flaca de primero? No, es que es de
primero – hace un gesto de payaso, la mira y ve que Joyce se ha sentado así
como, así como no puede describirlo… como una señorita de 20. Ya pavo pajero,
voy a estar arriba, cuidado que te coma la muñeca, buuuu. Ja… - Diego pone su
cara de tonto serio.
El loco clima de Lima se hizo
presente con un frío inusitado para esta época de verano. Diego le pide la
colchita a Rosita y ella, gustosa, se lo presta.
Diego se acerca a Joyce, y trata
de hacerle el habla, pero ella y su amiga Esperanza están más preocupadas por “El
Conjuro” que lo que el payaso de quinto quiere decirles. Pero este payaso no es
cualquier payaso.
De pronto, en la pantalla una
niña es llevada de los pelos por los aires y el estruendoso sonido aunado con
el grito de la niña asuta a Diego, quien levanta piernas y brazos y tratando de protegerse con
su colchita cae con la silla de espaldas. Todos voltean para ver – algunos se
asustaron del alboroto que armó Diego – y Dayana que estaba a su costado se
mató de la risa y le pareció el tonto más encantador.
*****
Mario termina su día de trabajo.
Está muy contento por haber ayudado a su estudiante. Se quita la ropa, se toma
una ducha, lava sus dientes y se acuesta en su cama. Lee un par de hojas de la
biografía de Kennedy, deja el libro en su mesita de noche y abraza su almohada
pensado en Elizabeth.
No comments:
Post a Comment