Sebastián y Azul caminan juntos hacia la avenida principal, ella sonríe y le contagia a su amigo la felicidad de un domingo de descanso.
(-) No veo
muchas chicas con bicicleta, pero sería genial bicicletear contigo al centro,
podríamos ir a comer allá.
(-) Déjame
pensarlo, quizás la próxima salida.
(-) Claro,
puede ser la próxima.
Sebastián se
emociona al escuchar que Azul está pensando en una próxima salida; hace ademán
de abrazarla por la espalda, pero Azul no se lo permite, le vuelve a sonreír,
Sebastián no se siente mal por eso.
(-) Haríamos
un recorrido histórico, le puedo pedir a un amigo para que nos permita entrar a
la “Quinta Heeren”, es un oasis en medio de la caótica capital. También quiero que
conozcas la peña horadada; Azul, no conoces la ciudad, y para mí será un placer
enseñártela, te va gustar.
(-) Suena divertido, esperemos que no haga mucho sol.
A ver cuándo vemos una película en mi cuarto. |
(-)
Entonces el próximo domingo salimos a bicicletear al centro.
(-) No lo
des por hecho, siempre pueden salir cosas imprevistas.
(-) Pero
Azul, solo tienes que decir sí y las cosas se dan. La vamos a pasar bien.
(-) No sé,
no manejo bicicleta desde que estaba en el liceo. ¿Y si tenemos algún percance?
(-) Voy a
darle mantenimiento a las dos bicicletas, no te preocupes, iremos despacio, el
centro está cerca.
*******
Sebastián
sube a la habitación de Luisito, el venezolano está malhumorado porque le han
descontado en su trabajo.
(-) Así
pasan las cosas cholo.
(-) Estoy
comenzando a odiar a esa señora, no sé qué tiene contra mí. ¿Será que no le
gustan los venezolanos?
(-) Quizás
es racista, o mejor dicho xenofóbica. O, ¿no será que le gustas?
(-) No sé
cholo, pero para mí que esa mujer tiene algo contra mí. Fíjate que ahora me ha
vuelto a cambiar de horario en la madrugada, que es cuando ella tiene más
tiempo, cuando yo trabajo de día no la veo porque está que estudia, pero en la
madrugada, está libre y parece que no duerme esa mujer.
(-) Como
dice Rodrigo, las peruanas se aferran mucho, son tóxicas. Podría estar
interesada en ti.
(-) Nada
que ver, yo a mi mujer no la cambio por nadie.
(-) ¿Y
tampoco por nada?
(-) No sé,
eso sí no sé, ella es dueña de la fábrica, y se maneja un auto de lujo. Lo
tengo que pensar.
(-) O sea serás
un prostituto.
(-) Noooo
mano, cómo voy hacer un prostituto… Más bien, cuéntame, ¿cómo te fue ayer con
Azul?
(-) Solo
salimos a comer como amigos.
(-) Ya te
dije, Azul no es para ti pana, vas a perder tiempo con ella. Ella solo piensa
hacer dinero y volverse para Venezuela, pero será tonta si quiere volverse para
allá, ahora que el régimen tiene más poder. La pandemia lo fregó todo, ya casi
casi estaba por caer, pero ahora los Estados Unidos se han desentendido de
Venezuela. Me supongo que luego de las elecciones y que el virus sea
controlado, quizás ya para ese tiempo se intervenga Venezuela, pero ahora lo
dudo.
(-) Ya no
me hago ilusiones cholo, me gusta salir con Azul, solo quiero que se lleve un
buen recuerdo de mí.
(-) Si
quieres que se lleve un buen recuerdo de ti, cáchala.
(-) ¿Qué?
(-) Sí, eso
es lo que ella quiere, jajajajaja…
(-) Pero
qué vulgar saliste, de dónde has sacado ese vocabulario coprolálico.
(-) Así no
dicen todos los peruanos.
(-) Eso
dirán los peruanos vulgares que conoces. Más respeto – Sebastián se pone serio,
pero pasan dos segundos y comienza a reír, y Luisito se suelta más.
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