Wednesday, September 9, 2020

La Flaca

Son las 8:20, Sebastián mira el techo de su habitación, está blanco, siempre está blanco, será porque la pintura es blanca, se hace el tonto. Se quita las medias y el pijama, siente el contraste del calor de su cuerpo con el frío de sus pies, piensa en los pies de Azul: ¿Cómo estarán?, ¿fríos?, ¿tibios?, ¿o caliente?, si estuvieran fríos yo los calentaría, jejeje. Se emociona.

Azul, aquí me tienes. Estoy full,
pero para cuando tú me necesites,
aquí me tienes. 

Suena la puerta de la calle y corre a la ventana para ver quién es, ve salir a Rodrigo, se le ve triste. Se apena por su amigo. Quisiera bajar para invitarle un jugo de naranja, pero prefiere no incomodarle. Siente el frío y vuelve a la cama para abrigarse. Suena su teléfono, es Andrea.

(-) Hola Andrea, dime qué pasó con tu amigo Richard Swing.

(-) No sé nada, seguro una cortina de humo para que la gente se olvide del coronavirus.

(-) Pero parece que quieren vacar al presidente.

(-) Es una tontería, los políticos haciendo sus cochinas y la gente aquí que no sabe qué hacer. Aunque yo ya estoy pensando que hemos vencido al virus, lo que es yo me siento una vencedora, quiero volver a las aulas en el mes de octubre.

(-) Yo no creo que hayamos vencido el virus, más bien hemos perdido muchas vidas – Sebastián se recuerda de los jóvenes que murieron.

(-) Sabes, hoy día tenemos reunión a las 2, nos van a presentar al nuevo subdirector.

(-) ¿Cómo?, si nosotros no tenemos subdirector.

(-) Sí pues, justo ahora al ministerio se le ocurre mandarnos un subdirector, cuando nos hacía falta no teníamos y ahora que no hace falta nos lo mandan. No sé qué hará, me supongo que se encargará de primaria y ya la directora se encargará de secundaria. Nosotros no hay que hacerle caso, hay que hacer como que lo ignoramos. Por último, que sea jefe del personal de limpieza.

(-) Será.

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 Sebastián se pone un short y sandalias, le da pereza tomar una ducha. Prende su computador y pone música tranquila. Baja al piso de sus padres, saluda a todos y se prepara un pan con queso, sale a la tienda del costado y compra una gaseosa, sube a su habitación. Nuevamente su celular suena, es Gustavo.

(-) ¿Qué fue cholo?

(-) Mal cholo, ayer terminé con mi flaca.

(-) ¿Y quieres hablar del tema?

(-) Tú eres mi amigo, a quién más le contaría.

(-) Bueno cholo, como yo siempre te he sentido reservado con ese tema – Sebastián se recuerda cómo Gustavo antes no quería tocar el tema de Alicia -, pero qué bueno que confíes en mí. ¿Cómo así terminaron?

(-) Ya te conté que estábamos pasando por un mal momento por lo de las conversaciones en Whatsapp que le encontré con su ex enamorado, conversaciones que me daban a suponer que ella sigue enamorada de él, sobre todo porque en su Facebook ella no ha publicado nuestras fotos y encima tiene fotos con su ex hasta chapando. Entonces le reclamé de eso y ella me dijo que no éramos nada, que yo me había inventado la relación. Puedes creerlo, o sea yo me inventé los regalos que le compré y también los que ella me compró, me inventé todas las noches que nos hemos visto en el parque, me inventé las veces que fuimos al hotel e hicimos el amor. No sé cholo, pero estoy jodido con esto.

(-) Cholo, una pregunta un poco ridícula, pero es para mi libro, ¿cuánto cuesta el hotel donde fueron? – Sebastián sabe que Gustavo no tiene mucho dinero.

(-) Veinticinco soles.

(-) ¿Con baño?

(-) Claro con baño.

(-) Pero cómo se puede conseguir un hotel decente con 25 soles, seguro no lavan las sábanas.

(-) Creo que sí, pero de la cintura para abajo – Gustavo se ríe. Cholo, estoy triste, qué bueno que me escuchas, sabes te voy a decir algo que creo que nunca he dicho, pero yo la amo, yo verdaderamente amo a la flaca, pero es la que más me está haciendo sufrir. ¿Tú cuándo me has visto presentando a una flaca a mis amigos?

(-) Nunca – Sebastián le escucha atento.

(-) Yo nunca he tenido nada serio con alguien, ella para mí es algo serio cholo, pero cada vez que le doy una oportunidad me sale defraudando. Nosotros nos separamos el año pasado, pero ahora quería volver con ella y comenzamos a salir, yo la buscaba después de su trabajo y ya con la pandemia estaba un poco alejado, pero siempre le llamaba.

(-) Pero si ya habían terminado – Sebastián recuerda el prejuicio de Rodrigo con respecto a los peruanos cuando se enamoran, se aferran mucho.

(-) Cholo, la amo, pero se terminó. Desde la semana pasada estábamos saliendo, antes la llamaba pero ella ponía de pretexto el virus. Luego me aceptó, pero con lo del virus ni un beso le podía dar. Tenía ganas de intimar con ella, pero el virus lo jodía todo. Pero en realidad no era el virus, era que ella no me quiere, que solo estaba conmigo para pasar tiempo porque ella sigue pensando en su ex.

(-) ¿Y cómo así salía contigo?

(-) Quedábamos en un parque cerca de su casa. Un día me emocionó porque ella vino a mi casa, yo estaba yendo al mercado para comprar mi desayuno y de pronto me abrazó por atrás y caminamos juntos, así como media cuadra y yo pensé me quiere, pero parece que ese día ella había tenido una discusión con ex… O sea ella me tenía como una relación paralela si es que no pasaba nada con su ex. ¿Cómo me enteré? Unos colegas del juzgado me dijeron que la habían visto salir con su ex y yo le llamé al pata, y él me dijo que sí, que había hecho el amor con ella. No le dije nada, recién ayer tuve la oportunidad de reclamarle.

(-) ¿Dónde estaban?

(-) En un hotel.

(-) ¿De 25 soles?

(-) Sí – Gustavo vuelve a reír -, pero no hicimos nada cholo, solo fue para conversar, ella me dijo vamos a un hotel y yo acepté. Le pregunté que qué estaba pasando con nosotros, le conté que sabía que estaba saliendo con su ex y que le llamé al pata y que me había confesado que estaba con ella. En ese momento se puso a llorar y me confirmó que se había acostado con él y que ella estaba sufriendo por ese tipo. Luego de llorar, no sé cómo decirte esto, pero creo que es la peor bajeza que me hizo, yo le pregunté que cómo íbamos hacer, que si íbamos a retomar nuestra relación – Gustavo se sabe muy imbécil – o cortar de raíz, y ella me dice abrázame y yo le digo para qué, y ella me responde que para despedirnos como amigos. O sea me estaba proponiendo intimar para despedirnos como amigos, puedes creer lo ruin que fue esa mujer conmigo, en ese momento que iba pensar en eso, me dio asco cholo.  Ella se salió del hotel pidiéndome perdón, me retumba sus estúpidas palabras: Perdóname por hacerte daño, espero que me puedas perdonar.

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