Tranquila, sin ninguna preocupación. Parece haberse olvidado
de sus problemas, como si no tuviera dos hijos y tres hermanos menores que ha dejado.
Duerme con una sonrisa así nomás, con los aceitados párpados
cerrados, con sus cabellos ensortijados que le dan en el pecho, vestida de
blanco.
Más joven que nunca, sin maquillaje.
Duerme tierna y cálida, con un calorcito que contrasta con
el frío duele huesos de Lima.
Qué bien por ti Elena… no tienes que hacer mayor esfuerzo
para cerrar los ojos y reposar, duermes tranquila, serena.
No comments:
Post a Comment