Tuesday, August 4, 2015

Chapa tu beca

Jueves

Cristian está haciendo cola para ser atendido por la asistenta social, son las 6 pm, ya tiene una hora parado.

A ver esa señora de rojo, por favor que se ubique en la cosa – Cristian alza la voz al ver una señora que se está filtrando. Solo estoy preguntando, cuál es el problema – la señora responde molesta. Yo también estoy haciendo cola para informarme, no sea chistosa haga su cola – grita otra señora que está atrás de Cristian.

Son las seis y media, Cristian está muy cansado, así que decide volver el día siguiente. Apunta bien los requisitos para solicitar la beca, pregunta al vigilante si no les piden otras cosas, se retira.

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Viernes

Cristian sale apresurado, apaga a la volada la PC y marca su salida. Son las cuatro, ir hasta su universidad le demorará una hora, así que decide tomar un colectivo – el cual le cobra 6 soles desde Abancay.

Llega a la esquina, corre, piensa que cualquiera que está adelante le puede significar quince minutos más de espera.

Se pone en la cola, piensa que es afortunado porque no hay mucha gente, pero después de media hora que no avanza se molesta y reclama junto con los otros colistas.

Lo que pasa es que una de las asistentas se ha desmayado. Claro, seguro escuchando tanto drama, no soportó – Cristian ironiza. Solo atiende la jefa, ahora a qué hora saldremos. Lo más importante es si nos atenderá o no. Como van las cosas creo que no – la jovencita de adelante se interesa por el chico alto y blancón. Pero la señorita debe decir que solo va atender los casos de becas, las categorizaciones los podrían hacer vía web. Sí pues, hay casos más importantes – la chica mira a Cristian llamando su atención -, ¿para qué has venido amigo? Quiero solicitar una beca, estoy muy molesto con la universidad, yo me esfuerzo mucho, vengo cada ciclo esforzándome y le dan la beca a unos chiquillos que son unos ceros a la izquierda. Pero si tienes buena calificación te pueden dar la beca. Por eso estoy aquí, aunque la verdad que me da una cólera, porque estar aquí es venir a rogar y es lo que menos quiero; pero ahora necesito el descuento porque han subido la matrícula, al menos que me den una media beca. Seguro te lo van a dar.

Son las siete y no avanzó la cola, Cristian y su admiradora aún no han llegado a los asientos. El vigilante se acerca a decirles que ya no habrá atención. La gente hace bulla, reclama.

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Sábado

Son las seis de la mañana, Cristian está realizando los últimos informes para su jefe.

Son las siete, Cristian se apresura con la avena que su madre le ha preparado, sale de la casa y olvida sus lentes – siempre se quita los lentes para tomar sus alimentos.

Llega a las ocho a la universidad, hace su cola a pesar que tiene un ticket que le dieron el día anterior, pero piensa que nadie hará caso a ese papelito así que mejor hace su cola, igual tiene el día libre porque pidió permiso a su jefe con la condición de que envíe los informes.

La asistente llega a las nueve y treinta y saluda a todos, le informa que respetarán el ticket y la cola se desordena, a Cristian le conviene lo de los ticket porque tiene un número más adelante (32), pero luego la gente grita y dice que no tomen en cuenta el ticket porque hay mucha gente que está desde las siete y no tiene ticket; a Cristian no le importa, no dice nada, se mantiene en su cola, pero cuando la asistente decide que será por cola, la gente se filtra por todos lados y Cristian - al igual que otros que están atrás de él – comienzan a gritar para que respeten la cola y dejen de estar “zampándose”.

Ves esa chica, esa chica hace rato está que pregunta allí y ahora se va a colar – una joven madre de familia le hace el habla a Cristian. Sí, ya la vi… a ver esa señorita por favor ¡ubíquese! – Cristian grita y el resto le hace coro. A ver esa chica, ¡ubíquese! Jajajajaja… - la gente hace chacota.

Cristian tiene el rostro estresado, hay una señorita muy extraña que la mira y le dice – parece de pura compasión -, la vida hay que tomarla con calma amigo, siempre hay momentos de alegría, sé que las cosas pueden ser muy malas, pero hay que tratar de calmarnos. Sí, estoy calmado, solo que me molesta que se estén colando. Sí, a mí también me estresa todo esto - la señorita habla entonadita -, pero ya vamos a pasar todos, están atendiendo tres personas. A mira, algo bueno por fin.

Son las doce, el vigilante les informa que no atenderán sino hasta las dos – segundo turno. Felizmente Cristian está ya en los asientos. La gente hace protestas y la asistente pide que pasen a su oficina todos los que están sentados.

El lugar está hacinado, la jefa es una joven mujer de rasgos agradables y sus asistentes una gordita simpática y una blancona que parece presumida. Cristian ruega a Dios que le toque o la gordita o la jefa, pero le toca con la blancona que está mascando goma.

A ver joven, para qué nos está visitando – pregunta entonada Tifani. Señorita, yo tengo como promedio 17.2, estoy en el tercer puesto de mi facultad y estoy solicitando una beca – Cristian habla en tono sereno. Lo sentimos joven, pero las becas solo se dan a los primeros puestos, al primero y al segundo, no al tercero. Pero yo me esfuerzo mucho para tener esta calificación, yo estudio en el turno noche y los profesores son más exigentes con sus calificaciones en ese turno que en el de la noche. Pues yo también he estudiado en el turno noche y he sido el primer puesto, no he tenido ese problema, nuestros profesores califican a todos por igual. Bueno - Cristian duda que esa señorita que tiene ademanes superficiales pueda ser un primer puesto -, sé que esa es su percepción y puede que tenemos diferentes percepciones, pero yo ya he llevado cursos en la mañana y como puede observar en mi boleta, los cursos que he llevado en la mañana tengo 19 en promedio y por eso creo que en mi facultad los docentes de la mañana colocan esas notas. Igual joven, no hay beca para el tercer puesto, en todo caso usted debe solicitar una beca por situación económica. Sí, eso quiero solicitar, yo he traído todos mis documentos. Pero eso no lo veo yo – la señorita hace sonar su goma de mascar -, eso lo ve la señorita Madeley; póngase allí.

Cristian piensa que es bueno que sea la señorita Madeley – la jefa – quien vea esos casos, ella fácil que le aceptará su solicitud de beca, quizás no le de la beca completa, pero podría darle una media beca, ¿y si hay muchos casos extremos?, quizás logre algún descuento; piensa mientras mira a la jefa que escucha el caso de un joven que lleva zapatillas Carterpillar.

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Tifani atiende a un jovencito.

Le escucho joven. Lo que pasa señorita es que me han quitado la categoría. ¿Cuál es su nombre? Franco Arias Quispe. Pero es que usted tiene como promedio 11. Señorita, tengo que pagar mi pensión y quiero hacer uso del descuento por pagar en una sola cuota, pero no me alcanza pagando normal. La categoría B es para jóvenes que tienen calificaciones superiores a 13.5. A mí me han dicho que puedo hacer un acta de compromiso que mejoraré mis notas. Sí joven, pero usted ya viene haciendo acta de compromiso los dos ciclos anteriores y está en el tercero. Señorita por favor. Ay – Tifani hace un gesto de todopoderosa resignada -, te voy a pasar en esta ocasión, pero para la próxima no te van aceptar ni yo ni nadie, así que tienes que mejorar tus notas. Muchas gracias señorita.

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Dígame joven – la señorita Madeley es muy amable. Señorita, no quisiera estar aquí, estoy entrando al sexto ciclo y nunca he pensado en estar aquí, pero necesito tener una beca porque estoy con pocos recursos, soy un buen estudiante, usted puede ver mis calificaciones, y mi objetivo es obtener la beca a través de mis calificaciones, pero veo que es difícil que mis profesores me califiquen con más puntaje que como lo hacen con los chicos de la mañana. Eso no lo veo yo, eso lo debes ver en tu escuela. Pero he ido a mi escuela y me dicen que ellos solo pueden considerar mi observación y conversar con los profesores, mientras tanto estoy gastando todos mis recursos; encima nos han subido la pensión. Pero usted ya tiene un beneficio, usted está en la categoría B. Pero no me alcanza. ¿Tiene sus documentos? Sí – Cristian abre su mochila y al levantar la mirada se da cuenta que todos le observan admirados -, aquí los tiene, como ve mis calificaciones son altas, ésta es mi boleta de pago, yo gano mil cien soles, vivo en la casa de mis padres, pero ellos no me pueden ayudar. Pago el servicio de cable, internet y teléfono, pero solo uso el internet porque no tengo televisor, no tengo televisor porque creo que no hay necesidad; almuerzo fuera de casa, así que pago mi menú que en promedio me sale seis soles diarios, tengo que pagar mis pasajes y pensiones; si usted me dice que no tengo necesidad porque pago mis pensiones todos en un solo monto es porque así puedo hacer uso del descuento, pero para eso siempre tengo que pedir prestado; ahora mismo, para estar delante de usted he tenido que pagar la matrícula y para ello he pedido prestado. Bueno joven, déjeme estos documentos, vamos evaluarlo. ¿Y cuándo tendré una respuesta? Será todavía para el mes de setiembre. Pero no podré estudiar, porque la universidad me exige que pague la primera cuota y si usted no me da la beca yo tengo que pagar toda la cuota porque sino no me voy a beneficiar del descuento. Pero tendrás que esperar, es un proceso, además esto es para gente de pobreza extrema. ¡Cómo dice!, esto es para gente de pobreza extrema – Cristian levanta la voz -, pero si yo fuera de pobreza extrema no estaría aquí, si ellos fueran de pobreza extrema no estarían aquí. No es así joven, la gente de pobreza extrema son aquellos que solo solventan sus gastos básicos. Por eso mismo me admira lo que me dice, estar en una universidad privada no es una necesidad básica; si usted me dice que esto es para pobreza extrema, me está diciendo que no me va dar ninguna beca ni beneficio. Es que el beneficio ya lo tiene. Pero le digo que me han subido la pensión. No es eso, usted tiene la categoría B, usted paga menos que los demás. Pero antes me descontaban el 10% si pagaba todo y ahora solo me descuentan 5%, además que la matrícula ha aumentado en más del 15%. No puedo ayudarle, usted ya tiene su beneficio, haré su evaluación, pero como le digo esto es para gente necesitada. Bueno, no voy a seguir pidiéndole nada, me parece que esto es injusto; o sea tengo que ser de extrema pobreza para venir aquí. Usted está discriminando a la gente al decir eso. No señorita, quienes están discriminando a la gente son ustedes al decirme que no me pueden dar el beneficio porque no soy de extrema pobreza, cuando yo sé que hay estudiantes que tienen ese beneficio a pesar de sus mejores condiciones. Lo siento joven, pero si usted no me entiende ya nada puedo hacer.

Cristian se retira de la oficina, todos escucharon su discusión con la asistenta. 

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