"El intento de apaciguar a Aquiles y que participe nuevamente en la guerra" Grabado basado en la composión de John Flaxman Fotogarfía tomada por mí en la exposición del IPCNA |
Ha llegado el momento de despedirme. No te vayas Henry, es
muy peligroso. Lo sé, pero no me queda otra cosa, en verdad ayer pensé en no
ir; Elena y yo nos la pasamos llorando hasta las dos de la madrugada. ¿Entonces
no te vas? Mis papeles ya están hechos y hemos entregado una parte del dinero,
si doy marcha atrás no me lo devolverán y tendría una deuda impagable con mi
tía.
Prométeme que volverás y no te olvidarás de tu amigo. Quiero que me
atrapen los de migraciones en México y me regresen, así no tendría que pgar
nada y me regresarían al Perú. Entonces oraré a Dios por eso. No, no hagas eso,
si llego a Estados Unidos podré ganar mucho dinero y así mejorar mi situación;
ahora me es más difícil porque Elena tiene que cuidar a su madre que está
enferma.
*****
Sebastián fue temprano a despedirse de su amigo. Elena les sirve
un buen desayuno, pero nadie quiere comer, solo comen un pan y toman algo de avena. Nadie sabía que decir, Elena intentaba iniciar una conversación
amena, Henry pensaba que en cualquier momento iba a llorar y, Sebastián pensaba
si debía abrazar a su amigo al despedirlo – cosa que no había hecho nunca.
Entonces, Sebastián coge el cuchillo, mira fijamente a
Henry, quien se asusta pensando que su amigo hará una locura; así que agarra lo
primero que encuentra – una banana del cesto de frutas que Elena había servido y se pone en pies.
Piensa bien lo que vas hacer – Henry amenaza con el plátano
al loco. ¿Y qué podría hacer con este cuchillo si no es untar mi pan con
mantequilla. Debes estar loco. No estoy loco, estoy solo – esto le hizo moverse
a Henry.
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