Thursday, November 20, 2014

El romano más noble

¿Qué vas hacer mañana? Voy a ir a dictar clases hasta la una y luego a la universidad, tengo una exposición muy importante a la una y luego de seis a diez y media en mi clase de Constitucional, aunque estoy pensando que no iré a esta última clase porque estaré muy cansado. Entonces nos podemos ver en la noche – Elena quiere ver a Mario. Está bien, sería bueno, estaré muy cansado pero verte me hará bien. Entonces voy a tu cuarto mañana a las siete. Así quedamos.

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Mario se queda preparándose hasta las dos de la mañana, le interesa hacer una buena exposición porque estarán los romanos allí y quiere demostrarles que no se equivocan al elegirlo como su líder. Duerme hasta las cinco, se levanta con la alarma del celular y continúa con su lectura de las “Servidumbres”.

Se lava la cara y se da cuenta que tiene ojeras, no importa, el objetivo es tener el contenido. El tiempo pasa, se dice que tendrá que volver temprano para poder limpiar su cuarto y recibir a Elena.

Son las siete y media, sale apresurado al colegio, llegará tarde y justo ahora que está con falta por lo de la botella. Saluda al auxiliar, firma su ingreso y Sofía le sonríe, él también es simpático, le sonríe y además le manda un saludo de Elena que aún ella no le se lo ha pedido que le diga pero sabe que le pedirá que salude a su amiga Sofía.

En la clase, reniega con el niño Diego porque se traslada sin pedir permiso. Hace una dinámica acerca de la importancia de trabajar en equipo, es su clase de tutoría.

Termina, está cansado, quiere dormir, pero tiene que dictar un par de horas más, aprovecha su tiempo libre y en la biblioteca – que en realidad es una sala donde se tienen las cosas que ya no se usan y por allí algunos libros – se recuesta en una silla y trata de dormir algo.

Dicta clase de geografía, trata sobre Europa, especialmente los países Alemana, Inglaterra, Francia, Italia y España han recibido su atención, los niños se muestran interesados por los mapas que comparte en su ppt y los datos de las potencias europeas.

Pide a los chicos ubicar algunas unidades geomorfológicas en un mapa mudo que les brinda. Cuando está revisando lo que trabajan los chicos, se escucha desde afuera "El sol no regresa”de "La Quinta Estación", y que es cierto – se dice -, el sol no regresa, será que el sol se fue con Elizabeth.

Termina, sale apresurado para poder cambiarse, es su exposición brillante, dedicada a los romanos. Brandon le manda un mensaje:

Apúrate Mario, ya vamos a comenzar.

Solo tiene veinte céntimos, así que decide mandarle un mensaje y guardar diez céntimos para timbrar a Elena. Responde:

Asu, estoy full; llegaré en una hora.

Brandon le apresura con más mensajes, pero ya no le puede responder.

Mensaje 2: Apúrate que después de esta exposición nos toca.

Mensaje 3: Marioooo dónde estás?, apúrate ya nos toca.

Prende el radio y se mete a la ducha. Está cansado, reposa su cabeza en la pared de la ducha y deja que le caiga el agua, llora, recuerda a Elizabeth y piensa que todo su esfuerzo es en balde, porque a ella no le importa. Se da ánimos y se dice que lo mejor es que está comprometido con los romanos y eso le mantiene en pie para seguir, ellos también son un motivo.

Sale, se seca y se sienta en la cama, se pone la trusa, las medias azules Hush Puppies, y antes de subirse los pantalones ve el último mensaje de Brandon:

Mensaje 4: Nos toca exponer la otra semana no te preocupes.

Se tira a la cama, y se escucha en la radio “Locura Automática” de la Secta, se queda unos minutos pensando. Se da ánimo, se incorpora, se quita los pantalones de tela que los tenía puestos a la mitad; busca unos jeans y una camisa manga corta.

Toma el bus, duerme en el camino.

Al llegar no encuentra a Brandon, pero igual, todo está tranquilo, la profesora está haciendo clases, cuando un gordito del salón le pide a la profesora para que Mario y su grupo expongan ya que según el cronograma les toca; Mario no muestra ninguna molestia porque le parece que es justo y además que se sentía mal porque después de una madrugada lo mínimo es que deba exponer y así no estar con inconvenientes en otro momento; la profesora no quiere, pero éste gordito insiste; por lo que él mismo se pone de pie y le dice a la profesora para exponer.

Timbra a Brandon, éste le llama y le entera que la profesora les está pidiendo que expongan.

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Su exposición habría salido excelente si es que no hubiese tenido el impase que el mismo gordito que pidió que exponga le estaba incomodando con su celular, alumbrando su vista mientras exponía, por lo que se molesta y les amonesta, esto incomoda a la profesora, y ella salomónicamente reprende tanto a Mario como al gordito.

Se siente mal, porque había estudiado toda la madrugada y le sucede este tipo de inconvenientes, además ningún romano le da su apoyo, todos se van. De lejos ve a quien cree el romano más noble – Kev -, y él tiene el gesto de regresar y caminar junto a él.

Qué fue Mario. Nada, que me molesté por esa tontería que hacía el patita ese. Sí, lo vi, pero no pensé que te molestaría. Llevo los ojos hinchados por toda la madrugada que he estado leyendo y haciendo mi ppt; yo quería venir en terno pero como me dijeron que ya no expondría, y salió así todo. Tu exposición salió muy bien, que no te incomode esas cosas. Gracias - Mario lo mira y recuerda a su amigo y se dice que éste es el romano más noble.

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Llega a su casa, se pone a limpiar el cuarto. Timbra a Elena para que ella le llame.

Mario, estoy en un minuto en tu puerta. Entonces bajo.

Al minuto Elena aparece, lleva unos jeans bien pegado y una blusa negra.

Estás bien cansado. Sí, he tenido muchas cosas que hacer, pero quería verte. Yo también, pero quería decirte algo, no me han gustado tus poemas. Ya sé por qué no te gustan. A ver dime por qué. Porque le digo que Elizabeth es mentirosa. Pues sí, tienes toda la razón, tú pones tus post en público para que ella lo lea y se ha de sentir mal. Tienes toda la razón, pero es que el amor es así, una pequeña mentira para el enamorado es como una gran traición, no quiero que ella se sienta mal, sino que sepa que la amo y que al más mínimo de sus gestos, ideas, actitudes, estaré pendiente de ella.

Elena saca de una bolsa, un pedazo de panetón y sirve el agua que Mario tiene en su mesa.

Gracias Elena. Mario, creo que Elizabeth no se merece esos poemas, tú me has contado lo buena que ha sido contigo, que es una chica sensible y que además es muy inteligente y saca rápidamente conclusiones; si lee tus posts puede pensar que no confías en ella, que le tienes un mal concepto. Puede ser, por eso ya no voy a escribirle así, lo que pasa es que lo bonito que me trataba ya no lo puedo replicar, porque hace mucho que no sé de ella, si tuviera los gestos de antes.

Sabes lo que me gusta de Elizabeth – pregunta Elena. ¿Qué? Que te ayuda a escribir. Ella es mi inspiración - Elena era antes la inspiración de Mario y también se lo dijo, por lo que se apena al recordar.


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