Vamos, solo seamos amigos. |
(-) Lo siento Estefany, no pude contestarte el
teléfono porque estoy con trabajo en el colegio público, ahora tenemos un
subdirector que nos exige hacer clases interactivas en un horario, además, estoy
con lo de la construcción. De verdad lo siento, pensarás que soy un relajado.
(-) No te preocupes – Estefany suena muy
tranquila.
(-) ¿Estás bien?
(-) Estoy desnuda.
(-) Entonces, te llamo luego, ¿te estoy
incomodando? – Sebastián se contraría con su jefa.
(-) No te preocupes Sebastián, mucha gente me
ha imaginado desnuda, no hay ningún problema. Más bien quería preguntarte,
¿quién es Azul?
(-) ¿Cómo así sabes de Azul?
(-) Como te conté mi marido es de Inteligencia
y a cada nueva persona que se me acerca le hace una pequeña investigación, y
bueno dice que no fue difícil encontrar información sobre ti, que tu ciudadanía
digital la tienes bien ejercida. Entre tus tantas publicaciones, leyó un blog,
donde cuentas tu vida y en ella hay una hermosa mujer llamada Azul. ¿Quién es
Azul?
(-) Estefany, qué bueno que a tu marido le haya
interesado la historia, pero Azul es solo un personaje de una novela que estoy escribiendo.
(-) Pero representa a alguien real, Elena me
habló algo de eso. Espero que no te afecte tanto como lo describes en tu blog.
(-) Sí, representa a alguien que conocí este
año – Sebastián se pone triste, a pesar que recién conoce a la subdirectora le tiene
confianza para contárselo -. Es por quien me vino la depresión, por eso no
puede pasar los exámenes psicológicos.
(-) Eso mismo me dijo la psicóloga. Tú sabes lo
mucho que te quiere Elena y es por ella que te aceptamos, y aunque no te
conozco en persona, en estas cortas semanas que te tenemos creo que eres un
buen profesional y además una buena persona. No te preocupes, los documentos
los puedes presentar hasta mañana. Relájate, piensa en positivo, piensa en las
cosas buenas que has logrado y que lograrás.
(-) Gracias Estefany, ten buen día.
(-) Buen día Sebastián.
************
Azul sale del baño en toalla, una sexy toalla
rosada, mira que la habitación de Lizmar está abierta así que pasa a visitarla.
(-) Buen día Lizmar.
(-) Buen día Azul. Qué rico bañarse en estos
días, ¿verdad?
(-) Sí, felizmente ya está cambiando el clima. Te
apuras para acompañarnos al paradero.
(-) Estás algo rara, ¿por qué estás saliendo
más temprano?
(-) No quiero ver a Sebastián, siento que le he
fallado mucho, no quiero que note mi embarazo. He pensado en irme apenas
cancele la deuda que tengo en esta casa.
(-) No seas tonta, ahora que vas a tener un
niño te va ser más difícil, quizás donde vayas no tendrán tanta consideración
como Sebastián tiene contigo. ¿Qué te ha hecho Sebastián?
(-) Me ha hecho sentir miserable – Azul se pone
roja y le cae una lágrima -, verle siempre tan correcto, tan lleno de
proyectos, siempre visitándome en las mañanas para acompañarme al paradero,
llamándome o escribiéndome solo para preguntarme cómo estoy. Y yo solo le he
rechazado, siempre le he dicho que no, siempre no he tenido tiempo para él. No
le amo, le puedo querer como un amigo, es una buena persona, pero no le puedo
amar, y por eso me siento mal, es como si todo me dijera que soy una estúpida,
como si me gritara la vida que tengo que estar con Sebastián porque es lo mejor
que me podría pasar y mi interior también me lo grita, pero no lo amo y no
quiero estropearlo, no quiero malograrle la vida.
(-) Mira Azul, Sebastián es como el árbol, él te va dar todo lo que tiene, y no hablo de dinero, me refiero a que él te va dar lo que es él y sin condiciones. Un árbol da flores, frutos, sombra protectora, danza con la brisa y canta canciones, es hogar para las aves inocentes. Puede que Sebastián se sienta mal porque tú no le amas, pero yo veo que él sigue siendo productivo, sigue adelante con sus cosas y lo más increíble, a pesar que siempre le has dicho que no, te sigue amando. No te tienes que ocultar, le seguirás rechazando, no creo que se canse, por respeto a ti dejará de insistir.
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