Llamada de Keni.
(-) Cholo,
¿qué novedades?
(-) Ninguna
cholito, más bien qué bueno que llamas, ¿me puedes acompañar a comprar unas
cosas?, de la pasada para visitar a un amigo aquí cerca de la casa.
(-) Déjame
pensarlo…
(-) No te
dejo…, ven cholo, no seas aniñado.
(-) Ya
cholo, para que veas que yo no soy como ese atorrante de Rodrigo. Te espero en InkaFarma.
Sebastián revisa
los libros que encuentra en basar suelo, le interesó uno sobre los griegos, el
comerciante pide quince soles, le parece caro pero igual piensa en comprarlo, aparece Keni y dejan al vendedor sin comprar.
(-) ¿A
quién vas a visitar?
(-) A un
venezolano que se ha cambiado de casa, igual ha sido un buen inquilino, pero
como se ha juntado con su pareja tuvo que dejar el cuarto por uno más grande.
Quiero pasar a saludarle y conversar con él un toque, es buena gente. Después
vamos a Tottus a comprar cosas para la semana.
Keni y
Sebastián llegan a la casa de Manuel, suben al cuarto, el cual se encuentra
impecable.
(-) Él es
Keni, mi socio.
(-) Ya lo
conozco pue, es el del auto.
(-) Hola
Manuel, ¿es cierto que vas a ser padre?
(-) Sí pue,
por eso me fui, porque ahora tengo que vivir con mi flaca.
(-) Está
bien, ya tienes edad.
(-) ¿Y tú
cuándo Sebastián? Yo que a las justas ando, que tengo que mandar plata para
Venezuela, en cambio tú que tienes buen trabajo y encima casa.
(-) Yo no,
soy muy obsesivo, si tuviera un hijo lo traumaría de lo obsesivo que soy.
(-) Eso tú
dices, pero una vez que lo tienes, uno aprende a ser padre.
(-) Estás
muy contento siendo padre.
(-) Yo
quiero tener tres hijos. Pero eso sí, con lo jodida que es la situación, los
mando a Venezuela y les mando plata de aquí.
(-) ¿Y para
eso vas a tener hijos?
(-) Es que
yo quiero eso pue, yo quiero tener tres.
(-) ¿Y tu
pareja quiere tener tres?
(-) No
quiere, pero si ella no quiere, igual yo me consigo otra y tengo. Coño e su
madre, yo tengo tres hijos como que me llamo Manuel.
(-) ¿Y por
qué reniegas?
(-) Porque
mi gocha me ha dicho que no quiere tener tres, que solo quiere tener a este,
además quiere llevarme a Venezuela con ella, pero yo qué voy hacer allá, allá
no hay vida, ya hablé con mi hermano y me dice que allá las cosas están que dan
pena. Yo no me voy de Perú.
(-) Por fin
Sebastián, tienes un amigo venezolano que reconoce que el Perú es grosso.
(-) Qué
grosso va ser la mierda esta, yo no me voy a Venezuela porque allá está peor. Pero
aquí en Perú tampoco es fácil las cosas.
(-) Y yo
que quiero irme de turismo a Venezuela – Sebastián quiere ir a Venezuela para
conocer a la madre de Azul.
(-) No te
recomiendo, allá odian a todos los peruanos. Encima a peruanos serranos como
tú.
(-) ¿Y por
qué nos odian?
(-) Por lo
mal que se han comportado pue, óyeme Sebastián, aquí los peruanos son unos
explotadores, hacen trabajar a uno como cien, y te pagan como veinte. Y eso lo
saben allá, así que odian a los peruanos, y no solo a los peruanos, a los
chilenos, ecuatorianos, colombianos, a todos.
Sebastián y
Keni se despiden de Manuel, querían invitarle a comer, pero Manuel había
quedado con Rodrigo para salir.
A Keni le
llama su padre, saldrán a comer. Sebastián llama a Alejandra y quedan en
encontrarse en el supermercado. Después de hacer las compras van a una juguería.
******
Alejandra
mira fijamente a Sebastián. Él le va contando sus historias y ella tiene la
mirada límpida de la admiración que tiene por el profesor.
(-) Tus
nuevos lentes te quedan bien.
(-) Los
cambié recién, los anteriores se rompieron en plena cuarentena, imagínate lo
que sufrí para trabajar en la computadora.
(-) Esos
lentes te quedan muy bien, ¿por qué cambiaste de diseño?
(-) Porque
la chica que me los vendió me dijo que con esos lentes me veía como un
profesor.
(-) Pues
tenía razón, te ves como un profesor.
(-) Soy
profesor.
Tenían
pensado ir al cuarto de Sebastián, pero se les hizo tarde. Él pidió un Uber
para Alejandra.
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