Tuesday, October 13, 2020

Embarazo

(-) ¿Y quién es el padre? – Pregunta Lizmar.

 (-) ¿Cómo preguntas eso?, el padre es José. Pero tú crees que a ese idiota le importa, me pidió que lo abortase.

(-) Y tú que ilusionada estabas con tener un hijo – Lizmar lo dice irónicamente -, ¿por qué no te desases de ese problema y ya?

Azul lo pensó en algún momento, pero a sus treintaicuatro años ya no puede esperar más a que llegue la persona adecuada, las circunstancias propicias. Ya no es una chiquilla y esta quizás sea su última oportunidad de ser madre.

(-) ¿Y si le dices a Sebastián que es su hijo? – A Lizmar se le ocurre una gran idea.

(-) Pero cómo se te ocurre, si yo y Sebastián no hemos tenido nada.

(-) Queda con él para salir, compra un vino, invítale a tu cuarto y hazle el amor. En dos semanas le das la noticia y ya está. Tu hijo tendrá casa y un padre que lo mantenga. Sebastián es muy noble, él te va creer.

*****

Rodrigo salió más temprano del trabajo. Llega al edificio y se encuentra con Sebastián que está limpiando las escaleras. Le saluda y sube a su cuarto sin más. Sebastián continúa con la limpieza.

Rodrigo se quita la casaca, los pantalones y de frente a su cama. Verá el partido, aunque no es de su preferencia, pero están las apuestas las que le motivan saber los resultados. Las puso todas altas. Le escribieron al WhatsApp:

(-) ¿Estás cansado cholo? – Es Sebastián.

La vida continúa.

(-) Si y ya me acosté – Rodrigo responde.

(-) Te iba a pedir que me acompañes a Zárate a llevar unos libros, pero no hay problema, iré solo.

(-) Ok.

Rodrigo continúa viendo los partidos, pendiente que todas vayan a alta.

*****

Sebastián se mete a la ducha. Escucha celebrar un gol a pesar que tiene la música en alto. Piensa en Alejandra, en lo buena que es con él. Se emociona y deja que el agua le enfríe. Sale de la ducha, está escuchando a Marco Antonio Solís. Se cambia, suena el celular, es Alejandra.  

(-) Cholito, no sabes lo que encontré entre mis papeles, quiero leértelo.

(-) ¿Qué es Ale? – Sebastián se contenta de escucharla.

(-) “Yo Sebastián Rivas, con DNI 41750142 en pleno uso de mis facultades físicas y mentales acepto a Alejandra Villareal Larrea como la única mujer con quien haré el amor con fidelidad, así mismo prometo que si en algún momento me llegue a enamorar de otra se lo diré y solo así romperemos nuestro contrato”.

(-) Era eso – Sebastián se queda pensativo.

(-) Sebastián, entonces… ¿rompemos?

(-) Para nada, yo quiero seguir contigo.

(-) Pero el contrato dice que si te llegas a enamorar de otra se terminó.

(-) Ale, solo se termina si tú lo quieres terminar, ¿quieres terminar esto?

(-) No viejito, no quiero terminar.

(-) Ya está, yo te quiero mucho y quiero seguir contigo.

Alejandra se despide diciéndole tres veces “te amo” y Sebastián responde cada una de las veces con un “yo también te amo”. Sebastián se contraria, ama a Azul, pero ella no le ama. Le escriben al WhatsApp.

(-) Panaaa, hay que ver el partido.

(-) Luisito, estoy saliendo para Zárate a llevar unos libros a un amigo de la universidad. ¿Me acompañas?

(-) Estoy cansado Pana, pero vamos, estoy con Wilson. Estoy por llegar a Puente Nuevo, ven para ir los tres.

(-) Ya estoy saliendo para allá.

Sebastián encuentra a Luis y Wilson viendo el partido a las afueras de un bar. Les invita una cerveza para que puedan sentarse y ver los últimos ocho minutos, minutos con que Brasil venció a Perú, 4 a 2.

Cruzan el Puente Nuevo, Luis tiene ganas de orinar, lo hace en un poste de Malecón. Van a la casa de Arturo – amigo de Sebastián – y dejan los libros. Luego van a comprar shawarma y gaseosas, y comen en el Parque San Juan Bautista. Luis y Sebastián ilustran sobre el socialismo y el capitalismo a Wilson, quien se admira de la explicación.

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