Tuesday, July 12, 2016

Discípulo de Onán

La Maja vestida
Francisco de Goya
Keni se levanta, son las once; hoy no tiene ganas de nada. Tenía examen final, pero decidió no ir; está renegando por haberse matriculado en la mañana y no en la noche, lo hizo a insistencia de Sebastián. Se quita el bóxer, ya lo usó tres días, debe cambiarlos; mira en su ropero, busca el negro que marca mejor las letras de Calvin Klein.

No quiere bañarse, así que decide hacer un lavado menudencia: cabeza, cuello, alas y patas con trapo. Hace mucho frío.

Mierda, pero qué frío hace. Si no tendría que estudiar, ahora mismo me iría a buscar solcito a cualquier parte del mundo – recuerda su viaje a Barcelona con su amigo Cristoni -; pero esos días con Cristoni, sí que eran días de relajo, lástima que Cristoni ya no está. Si Cristoni estuviera ahora, otro sería el asunto, no tendría que estar en esa universidad, no hubiese conocido a Yovana y no estaría aguantando tantos caprichitos… tampoco habría conocido a Sebastián – hace una pausa, marca el número de su amigo.

Hola Keni, ¿qué fue niñato? Hola papi, cómo hacemos para la publicidad. Ya te dije, no hay problema, solo que tengo que tener libre para ir al banco. Pero date tiempo, así como me pides tiempo, ya pues – grita – ¡ya pues hijito! Ese Keni, no te preocupes cholito, fácil el jueves después del examen. Ya papi, voy hacer una entrega que te va gustar, te lo paso en la noche. Muy bien cholito, ya quiero leer tu creatividad. Ya papi, me despido. Estamos en contacto.

Se sienta a la mesa, que ya Teresa ha servido para el príncipe. Keni se coloca graciosamente una servilleta a manera de babero, pronuncia sus labios y le manda un beso a Teresa, quien ríe.

Esa mi Teresita, tú debiste haber sido mi madre Teresita; si tú hubieses sido mi madre, hubiese pasado necesidad y no sería el vago que soy. Ay joven, cómo dice eso. Caracho mi Teresita, además me hubieses hecho un hombre de bien, no digo que ahora no lo sea, pero me hubieses hecho un hombre de bien y de trabajo. Jajajaja, ay joven Keni, usted sí que es bien gracioso. Pero dime pues Teresita, qué me harías si fuera tu hijo y ves que estoy tirado en la cama hasta el mediodía. Pues de las orejas te sacaría de la cama. Allí está, yo necesito alguien así Teresita, necesito alguien que me jale las orejas. Si usted gusta le puedo levantar temprano. Ni se te ocurra Teresita – Keni agranda los ojos -, mi sueño es sagrado.

Teresa se va – cojeando – a continuar con la limpieza de la casa. Keni termina su desayuno almuerzo y se encierra en su habitación. Se sienta frente a su ordenador, quería jugar Tekken, pero se anima por ver pornografía, reflexiona mientras se ejercita.

Sexualmente no he progresado mucho, sigo siendo discípulo de Onán, a pesar de estar con Yovana casi tres veces a la semana – me cuesta en promedio cincuenta nuevos soles cada encuentro, a veces el doble -, no me sacio con esos tres días; además que la práctica manual es algo que en cierta medida me hace sentir mejor que estar con Yovana, en el aspecto que soy yo quien controla todo.

********** 
Ella muestra el vello púbico, invitando a que él introduzca su mano, él se sorprende – piensa que disimula bien; pero sus ojos ingenuos y mordida de labios poco naturales delatan su sorpresa. Yovana toma una postura provocativa de una prostituta de alto postín. Él se acelera – no quiere quedarse corto delante de su maja -, pero ella es acaparadora, domina la situación. El placer que ella misma se procura utilizando el cuerpo del pobre Keni, la hace soltar alaridos como los de una gata en celo – y en verdad es una gata, puesto que le araña hasta marcarle la espalda, haciéndole sangrar.

Keni no se siente feliz haciendo el amor con ella, al menos no terminando; y no es porque no quisiera terminar, sino que se sabe torpe en el momento del clímax; se sabe dominado, como una marioneta que cuelga – no de cuerdas sino de largas uñas. Además está otra cosa, su debilidad frente a ella, es a que es la única mujer a quien ha poseído; en cambio ella, amó a más de uno, para ser más exactos amó a tres antes que a Keni.

*******  

¿Cuántos enamorados has tenido antes? Dos – Yovana sonríe huecamente poniendo el dedo entre los dientes, cosa que para Keni le sugería que también ella había experimentado el sexo oral. ¿Y con los dos has hecho el amor? La verdad sí, pero con el primero solo he estado una vez, fue una cosa extraña, no me gustó. ¿Y la segunda? Fue con mi último enamorado, con Paul; ¿te importa mucho eso? No, pero yo no lo he hecho con nadie, y pienso que esto es muy importante. Yo también pienso que el sexo es importante y que debo hacerlo con alguien a quien amo y así ha sido – Yovana recuerda la tercera persona con quien tuvo sexo, definitivamente ese desliz no le contará a Keni -, te amo y sé que me amas, por eso quiero hacerlo contigo. Podemos esperar – Keni se porta como la dama, pero no es una dama, solo es un tipo con principios, su virginidad la pierde con alguien que vale la pena, no con una puta; piensa. 




No comments:

Post a Comment