Fue un día
Que abrí los
ojos
De mi eterno
sueño
De no saber quién
era yo.
Y creé
imágenes al mi alrededor
Dulces mujeres
y un gran varón
En una mesa
redonda
Con exquisitos
potajes.
Pedí a una de
ellas que me diera un nombre
A la otra, que
me dijera quién será qué
Pedí al varón
que me proteja y trabaje
Le dije a la
mayor que tenga mi cuarto limpio y me enseñe asearme.
Caminé y fui
creando otros seres curiosos
Verdes para
respirar mejor
Animales para
enternecerme
Otros hombres
para quererlos y malquererlos.
Me di cuenta
que creé el tiempo cuando me movía
Y me moví
lentamente para poder apreciar cada una de mis obras
Millones de
segundos para imaginar una gran ciudad
Ciudad de
mierda, de basura y degenerados.
Más millones
de segundos para crear la pobreza
La miseria, la
mendicidad, crear todo que me distrajera
Y otros millones
de segundos para crear centros de enseñanza
Donde desde
pequeños mis siervos se hacen daño.
Millones de
segundos para edificar hospitales
Donde otras de
mis creaturas sufren para espectáculo
Para no
aburrirme de la monotonía de un mundo feliz
Cree las
cárceles.
Y también te
creé a ti
Hermosa, como
la cultura que enseño que no es nuestra
Donde se mide
la distancia de la nariz hasta la frente
Te creé así de
perfecta.
También creé
tus lágrimas
Porque si con
una risa te vez bella
También con
lágrimas me haces admirarte
Porque ¡qué
bonito lloras!
Pero tu bonito
llorar hizo que yo
que todo lo
imaginaba
También
llorara para espectáculo mío
Y me
reclamaste.
Pero por qué
En qué momento
me conociste
Cuándo te dije
quién era
Por qué ahora
te rebelas.
Sí, soy dios
No me digas
nada
Yo crearé tu
enfermedad y tus dolores
Yo acabaré
contigo.