La selección

-          ¿Lo recuerdas?

-          Sí.

-          Si pudieras vivir otra vez tu vida, Sebastián, ¿qué harías de ella?

-          No lo sé, no supe vivir bien la vida porque siempre estuve pensando en el futuro, si se me diera otra oportunidad, tampoco sabría qué hacer, estaría pensando en lo que pasará.

-          ¿Volverías a cometer los mismos errores?

-          De seguro Elena.

***** 

Henry camina solo, suena su celular, es Sebastián.

¿Qué fue Sebastián? Aquí llamando para saber cómo estás. Bien, gracias, ¿y tú cómo estás?, ¿sigues con las pastillas? Sí… ahora estoy caminando por la Chimú, para comprarme una mazamorra, ¿puedes venir?, invito. Yo estoy en mi casa, salí un rato para caminar porque Elena está con sus hermanos viendo el partido. Me imagino, la gente está muy emocionada, ojalá gane Perú. ¿Y desde cuándo estás interesado en que gane Perú? Desde que no es el favorito, a mí me gusta que gane el que no es favorito y la selección de Francia es muy superior a la peruana, así que voy ahora por la selección patria. Jajajaja…

Henry mira sus zapatos y piensa que debería comprar algún día unos propios, siempre han sido los que su mujer consigue de sus patrones. Sebastián alza su mirada y mira una venezolana que está vendiendo dulces, ella lleva una cinta de colores que hermana a Perú con el país caribeño. Quisiera colaborarle, pero tiene un billete de cincuenta y teme ser ofensivo o molestoso.

Ojalá gane Perú, quizás eso me ayude, y me ponga mejor. Pero si pierde, ¿no creo que le echarás la culpa a la selección por una depresión? No, claro que no – Sebastián ríe. ¿Qué harás?, ¿vas a trabajar? Sí, iré a dictar clases a las dos  y luego sumergirme en mi soledad y el estudio. Siempre correctamente solo, si no fuera por tu depresión, pensaría que no llevas sangre en las venas. Necesito tiempo y reflexión para poner mi alma en orden… Y tú, ¿hoy no trabajas? No, no hay chamba, solo cachuelos y hoy los señores de la casa donde estoy arreglando un baño querían estar tranquilos para ver el partido. Ya… te dejo, voy a pedir mi mazamorra, a ver si nos vemos el fin de semana para manejar bicicleta. Yo te llamo. Estamos en contacto. Chao.