Sunday, April 10, 2016

El voto de Alejandra

Te quedaste con él, y me dejaste.
Alejandra se levanta tarde como de costumbre. Se acicala, acomoda rápidamente su cabello, se pone un colé. Reniega porque tiene que ir a votar. Escribe a Víctor.

Mi amor, en treinta minutos nos vemos para ir a votar. Está bien mi negrita.

Alejandra toma un poco de leche, hace un gesto gracioso con la boca y se ríe pensando en las cosas que hizo con Víctor.

Está solo con un short, que le queda muy sexy, y un polo blanco virginal como ella ya no lo es. Se quita el polo y busca en su ropero alguna prenda más alegre, pero no encuentra nada, así que se vuelve a poner el polo. Se coloca unas medias que solo le cubren la mitad del pie, estas medias le gusta mucho a Sebastián, él desearía tocarle el pie cuando está con estas medias, ella lo sabe porque le ha visto cómo le mira los pies con tantas ganas y a ella esto no le molestaba, por el contrario le parecía gracioso y hasta excitante.

Alejandra mira su Facebook y le da un like a la publicación de Sebastián, él ha publicado su poemario. Ella sabe que los últimos poemas son para ella, que aunque el título lleva el nombre de “Elizabeth”, Sebastián solo lo conservó porque así es que llamó antes los poemas que dedicaba, pero que los poemas – al menos los que últimamente creó – han sido para ella. Se contenta por él y piensa que podría comprar uno. Su celular suena.

Hola. Mi amor estoy afuera. Ay, Víctor, ya voy para allá – Alejandra exagera al hablar.
Se besan y él le agarra la cintura y caminan juntos.

Mi amor, primero vamos a mi centro de votación – Alejandra se hace la niña. Ya mi amor, no ¿quieres tomar algo antes? No mi amorcito, recién he tomado mi desayuno. Yo no desayuné, pero ya saliendo comemos algo.

Llegan al colegio. Entran, Alejandra sube al segundo piso y encuentra que el salón donde votará es el 112, hay dos colas y se pone en la que hay menos personas.

Ay amorcito, no podré soportar esto, pero los de la ONPE son unos ineptos, esto es falta de organización, mira cómo está la cola, tómales foto mi amor, para denunciar este abuso de la autoridad, nos tratan como si fuéramos el pueblo. Mi amorcito, somos el pueblo, jajaja; negrita  un ratito voy a ir al baño. Ya cholito.

Víctor baja al primer piso y entra al baño. Se siente raro, ver un urinario común, siente un poco de vergüenza de que le miren así que espera que se desocupe un wáter para hacerlo allí.

Cholito, ¿ya hiciste mi amorcito? Sí mi negrita, ya vas a entrar. Sí cholito, ya me estaba cansando de esto, si estuviera mi amigo aquí, seguro que ya estaría grabando todo esto para denunciar la incompetencia de la ONPE; mi amorcito puedes ver en qué número de la lista estoy, allá está la lista. Mi amor, pero si allá está la lista, allá tienes que hacer cola. No mi amor, igual es, las dos colas son para este salón, yo quiero hacer aquí que hay menos gente. Mi amorcito, en cada salón hay dos mesas, tú tienes que hacer la cola allá porque allá es tu mesa. No cholito, no, no quiero, yo me quedo aquí. Pero mi amor, no seas terca.

Un señor mira a Alejandra graciosamente y Víctor se ríe.

Mi amor, tienes que pasar allá. No mi amor, yo me quedo aquí, voy a pasar. Pero no podrán atenderte porque estás haciendo una cola que no te correspondes. No, a mí no me pueden tratar así, yo no voy hacer esa cola, prefiero pagar mi multa, que esto ya es un abuso, me siento ultrajada con todo esto – Alejandra se hace la graciosa, pero también está un poco molesta. Negrita, compórtate, te están viendo. Pues que me vean, que los de la ONPE se pasaron, y todo para que igual gane la Keiko esa, porque ahora pasará a la segunda vuelta y los de la ONPE van hacer otro proceso así de ineficiente y la gente decente como yo no va querer votar y va ganar la desgraciada esa. Mi amorcito, estás en la cola equivocada y estás haciendo escándalo.

Víctor sonríe y le dice bajito al señor que está detrás de ellos.

Es que es su primera vez. A pobrecita la negrita, es primeriza – el señor se vacila. Ja – Alejandra se molesta con Víctor -, nada que es mi primera vez Víctor, yo ya he votado dos veces y esto no me había pasado. Claro mi amor, no te pasó porque estuviste en la cola que te correspondía y no como ahora estás haciendo. No, no, no… yo me voy de aquí, por 75 soles no voy a estar aquí quemando mi piel. Jajajaja, mi amor, vámonos a mi centro de votación y ya volvemos para que tú votes.

Víctor la abraza y la saca de la cola.

Toman un taxi para ir al Ciro Alegría. Allí Entra Víctor, y sale después de 10 minutos, su mesa no tenía cola. Alejandra no dice nada porque Víctor es el que esperará más ahora que le acompañe a votar.

¿Nos vamos? No, creo que primero comemos algo mi amor. Ya negrita. ¿Qué quieres comer? Lo que tú gustes mi amor, tú sabes que tus deseos son órdenes. Ay mi cholito, por eso te quiero – Alejandra le da un beso y él responde mordiéndole el labio inferior que es lo que más le provoca y le excita.
Comen una causa en una tienda al frente del colegio.


Mi amorcito, ¿y si  gana la Vero?, ¿tú crees que puede ver golpe de Estado? No creo que gane esa terruca. Ay cholito, tú no sabes, pero aquí en San Juan la mayoría va votar por la Vero. Jajajaja, mi amorcito, no gana la Vero, va ganar PPK. Yo también estoy pensando que va ganar PPK, pero que tal gana y le da un infarto de la emoción, imagínate, nos quedamos sin presidente y luego Keiko será la presidente. No mi amor, sería la Mercedes Araoz, Keiko ya  no podría ser presidenta. Cholito, se dice presidente, no presidenta – Alejandra recuerda cuando Sebastián le corrigió. ¿Estás lista para votar? Sí cholito, pero estoy con miedito de enfrentarme a esa cola. Mi amor, no te paltees, yo te voy a esperar tranquilo, es más te voy a tomar foto para que todos sepan lo aguerrida que eres, que ante tal adversidad tú igual cumples con tu deber de votar. Ay sí mi cholito – Alejandra posiciona los ojos como si fuera una muñeca y Víctor la ve tan linda y graciosa que en ese momento quisiera darle un beso, pero se inhibe porque hay mucha gente. Te amo negrita. Yo también te amo cholito. 



No comments:

Post a Comment