Azul se levanta pensativa, sabe lo que pasó con Juan Manuel y tiene pena por Rodrigo, piensa: “Es mi paisano, y tengo que estar con él ahora en las malas. La vida es una joderera, algún día Venezuela se reestablecerá, volveremos y todo esto será parte de nuestros recuerdos, entre malos y buenos”. Limpia su cuarto, Lizmar salió, así que invitará a Rodrigo a comer, se va botar con su comida: Pabellón.
******
(-) ¿Y cómo se llama la niña? – Sebastián mira nervioso a Lilly.
(-) Antonella, está preciosa mi hijita.
(-) Está grande, ¿cuántos años tiene?
(-) Siete años, rápido ha crecido mi hijita. Su papá está orgulloso de
la bebe.
(-) ¿Y él está viviendo con su hija?
(-) No, tú sabes cómo es Alfredo. Eso es lo malo de mi hijo, no asienta
cabeza, ahora está con otra mujer. Pero eso sí le está pasando la mantención.
(-) Me lo imaginaba.
Sebastián recuerda cuando Alfredo le decía que él jamás dejaría a su
familia, y menos teniendo un hijo, ahora tiene tres hijos en diferentes mujeres
y les pasa migajas a sus hijos. Mejor ni hablar de ese tema con Lilly, ella
defenderá a su hijo, madre es madre, la pobre tiene que mantener a los nietos.
Mira fijamente a su tía y la ve ya de mucha edad, seguro está pasando malos
momentos por el miserable hijo que tiene.
(-) Tú qué vas a saber Sebastián, el día que tengas un hijo ese día me
dirás cómo criar a mis hijos. Tú te crees que por ser profesor vas a saber cómo
debo criar a mis hijos.
(-) Solo te estoy diciendo que no le debes golpear al niño – Alfredo jaloneó
a su hijo porque éste hacía bulla -, eso es un delito, yo te denunciaría.
(-) Hazlo, ¿quieres denunciarme?
(-) Mira, estás haciendo mal, no quiero tener problemas contigo. Me voy,
tengo muchas cosas que hacer.
(-) Seguro, tienes muchas cosas que hacer, pero no tienes hijos pues, el día que tengas hijos verdaderamente tendrás cosas que hacer, estar allí escribiendo, lloriqueando con esos poemas estúpidos, jajajaja, das pena Sebastián.
(…)
El esposo de Lilly era otro miserable, murió a causa de un cáncer gástrico. Trabajaba, como Alfredo, de taxista; era alcohólico. Maltrataba a la pobre Lilly sin ninguna razón, y ella de nerviosa se la pagaba con Alfredo y sus hermanos. El esposo de Lilly golpeaba también a Alfredo, una vez Sebastián vio cómo su tío agarró a patadas a Alfredo. Por eso se explica que Alfredo sea un irresponsable y se crea un gran padre; en comparación al tío, él es un ángel de Dios, como dice Nella.
(…)
(-) ¿Y tú hijito?, ¿sigues solito?
(-) Empedernidamente tía, yo nací solo y moriré solo – Sebastián se hace
el gracioso.
(-) Pero no es bueno estar solo.
(-) Mi único día que estoy solo es el domingo, y antes de la pandemia ni
siquiera tenía tiempo los domingos. Siempre estoy dictando o haciendo las cosas
de las casas, además escribo y hago videos. Este año ha sido como mis
vacaciones tía.
(-) Pero Nella se preocupa que te quedes solito sin ningún hijito.
(-) Eso no va conmigo tía Lilly. Yo sería un mal padre, por lo estricto
que soy traumaría a mi hijo – claro no tanto como Alfredo, esto lo dice para
sus adentros.
(-) Ay hijito, seguro has tenido mala suerte en el amor, por eso estás
así. Pero eres joven y vas a encontrar a alguien que te quiera y ya tendrás tu
familia. ¿Para qué entonces estás haciendo esa cocina allá arriba?
(-) Para hacer mi comida tía, si ahora Sofía me ayuda es porque he
gastado mucho y por eso me está apoyando con la comida; pero ya cuando termine
la cocina ya no la voy a molestar. Yo siempre he comido fuera.
(-) ¿Pero solito vas a comer?
(-) Ya te dije tía Lilly, solito nací, solito comeré también pues.
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