Cholo, recién saliendo de la San Marcos. ¿Entonces fuiste?
Sí, escuchar al doctor me motiva a seguir estudiando, es lo máximo. Tienes
razón cholo, ¿nos vemos más rato? Por eso te llamaba, no podré, saldré con mi
tío. No te preocupes, cualquier cosa, si hay cambios de planes me pasas la voz.
Raúl se dirige a la librería que está en la facultad de San
Marcos, pide el libro del doctor Aníbal Torres – una copia pirata -, entrega al
dependiente un billete de cincuenta soles, éste revisa el billete.
Parece que es falso. ¿No? Sí, mira, siente este lado, parece
papel. Pero recién me lo acaban de dar. Es falso loco, ¿no tienes otro billete?
*****
Raúl toma la “Z” para ir hasta la estación “Grau”, allí toma
los “Chosicanos” que van todo Venezuela; pasa menos de 45 minutos y llega al
paradero donde está la iglesia de los Mormones, baja, decide irse al mercado y no comprar su desayuno en las carretas de la esquina porque tiene cien soles.
¿Cuánto está el surtido? Tres soles cincuenta. ¿Y el pan con
pollo? Dos soles cincuenta – Raúl se da con la sorpresa que la señorita que
atiende es un travesti. ¿Tendrás cambio de cien soles? Sí, tienes suerte ahora
mismo iba a pagar a mi proveedor, tengo sencillo – la señorita suena amable.
Raúl mira las noticias en el televisor que está empotrado en
la pared; la señorita le entrega su vuelto, él lo coloca en su bolsillo sin
contar – piensa que es feo que esté revisando el dinero, como si tuviera
desconfianza.
Se apresura, el doctor va entrar y no quiere llegar tarde.
******
(…) la separación de los poderes no es contrario a un mutuo
control, esta situación se está convirtiendo en inaguantable – el doctor alza
la voz -, lo que se debe es tener un partido que haga una depuración de arriba
hacia abajo, que se haga por los magistrados y fiscales supremos, por los
generales. Al decir que con la ley penal no se persigue el delito, nos estamos
yendo al fondo del abismo; pero la culpa no lo tienen ellos, la culpa la tienen
las facultades de derecho, y la facultad de derecho de la San Marcos también,
así es, nada más ni nada menos que la universidad San Marcos, la decana de
América. Como este joven piensa, así piensan los corruptos.
El doctor responde la pregunta que le hizo un estudiante que
se sienta al fondo.
Así es, que la separación de poderes, que el principio de
legalidad y luego vienen con el fruto del árbol envenado.
Usted lea el artículo uno de la Constitución – el doctor manda
a un estudiante que estaba escribiendo en el celular, los estudiantes buscan su
Constitución, Raúl no sabe dónde meter la cabeza, no ha llevado la
constitución. Dice, “La defensa de la persona…”. Un momento joven, usted no
sabe leer la Constitución – el doctor le mira fijamente por unos segundos,
luego voltea su rostro rápida y graciosamente a los demás estudiantes.
Es que no entienden que esto no es un corral, esto es un
salón de clases... – hace una pausa para tomar aire -, pero tenemos que un
estudiante de San Marcos no sabe leer una ley, no puede leer correctamente una
ley de la Constitución, ya estamos por concluir el año y no lo sabe; me voy a
olvidar de su rostro, pero digo una cosa, alguien que no sabe leer la Constitución a estas alturas ya no puede ser abogado –
lo dice con un todo de resignación y luego eleva su voz – ya no puede ser
abogado, puede dedicarse a cualquier cosa, lícita o ilícitamente, pero que NO,
NO, NO venga aquí.
Raúl se sorprende de lo cruel que es el doctor.
*****
Es que es un dictador, no deja ni siquiera que le preguntes.
Has escuchado hablar de un coach, yo lo veo así, me parece como un coach
agresivo, cada vez que salgo de su clase salgo con una necesidad de estudiar
más – responde Raúl.
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