Quiero tomar algo – Sebastián conversa con Elena. ¿Por qué?
Porque creo que debemos festejar nuestro 23, estamos juntos nuevamente. Tienes
razón, mi hijito está dormido, bajemos y tomemos algo, pero primero me voy a
poner como para la ocasión.
Mientras Elena se cambia, Sebastián ve televisión.
Pero qué hermosa te has puesto, ¿cuánta ropa has traído en
esas mochilas? Lo necesario, ¿te gusta? Te ves preciosa hermanita. ¿Nos vamos?
Vamos.
En un bar-restaurante, piden cubalibre y eligen música
de la rocola. Elena prefiere baladas antiguas y Sebastián algunas cumbias.
Qué pasa, por qué estás triste. La noche me pone triste,
mañana es nuestro último día y lo he pasado bien contigo y tu hijo, quisiera
que no acabara. Yo también quisiera que esto se prolongue, no había pasado
desde hace mucho buen tiempo con mi hijito y también me siento contenta porque
estamos juntos. Me gustaría bailar contigo. Aquí nadie baila, pero a mí también
me gustaría bailar, creo que nunca hemos bailado, seguro que sí has bailado con
Elizabeth. Tienes razón, nunca hemos bailado, además que no soy bueno bailando,
con Elizabeth tampoco he salido a bailar, pero una vez le propuse para bailar
un tango y ella aceptó, estábamos en mi cuarto y la tomé en mis brazos e
intentamos algunos pasos. Ella siempre está presente. Sí, no puedo dejar
de pensar en ella, no sé que siento por Elizabeth, la amo, pero no con la
intensidad de antes, pero en momentos tristes la recuerdo nítidamente, recuerdo
su rostro infantil diciéndome: sonríe, ya no estés triste. ¿Siempre tenía esos
bonitos gestos contigo? Eso es lo que me enamoró de ella.
Sebastián pide otra bebida, Elena se levanta y baila.
Estás loca, siéntate. No, acompáñame, vamos a bailar. No, no puedo, qué vergüenza.
Sebastián se levanta, intenta algunos pasos, pero no se
puede relajar, piensa que está haciendo el ridículo y que las únicas dos
parejas que están en el restaurante le están mirando.
Relájate, disfruta esta nuestra última noche. No puedo, creo
que este lugar no es para bailar. Sonríe, ya no estés triste – Elena le sonríe
e intenta hacer el gesto dulce que seguramente hizo Elizabeth cuando quiso ser
buena con Sebastián.
No comments:
Post a Comment