Maritza

Mensaje de Henry: Ve a tu casa, tranquilo.

Mensaje de Sebastián: No Negro, yo voy a tu encuentro.

Henry quiere embriagarse, piensa que debe hacerlo a manera de iniciar su duelo por la pérdida de Camila. Sebastián está preocupado por su amigo, teme que le suceda algo, pero sobre todo quiere que Henry sepa que él siempre estará a su lado y más en este momento difícil.

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Mierda, tengo que hacer esa evaluación. Justo ahora tengo que ser evaluado, ¿cuánto me puede demorar? Será por lo menos una hora – Sebastián se alista para ir a la universidad, tiene una evaluación de computación.

Son las 8:30 pm. Sebastián entra al aula donde dará su evaluación, el salón está lleno. El profesor le señala dónde debe sentarse, le da la hoja de instrucciones y le dice que la evaluación termina a las 10 – ha perdido media hora por llegar tarde.

Sebastián solo necesita un trece para poder aprobar ese módulo de computación, así que se dedicará hacer los criterios que tienen más puntos para asegurar una calificación de 16 y así poder salir a buscar a Henry. Su celular suena.

Negro, ya estoy por salir, en 45 minutos termino y te encuentro en el Óvalo – no escucha lo que le dicen -, no te escucho nada Negro, tienes problemas con el celular, yo te llamo apenas salgo. Sebastián, soy yo – es la voz de la Reina. Ingrata, qué ha sido de tu vida, Reina ahora estoy en una evaluación, yo te voy a timbrar más rato. Sebastián quiero que me ayudes con un asunto, por favor dime si puedes venir a mi casa mañana a las seis. No creo, estoy con muchas cosas ahora. Pero solo un par de horas, por favor ayúdame. Está bien, pero llegaré a las seis y media. Está bien, te dejo para que hagas tu examen, suerte. Gracias Reina.

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Elena le pide perdón a Henry y le dice que ella puede conversar con Camila, que ella no tiene nada que ver con lo que hizo Maritza. Lo malo es que Elena está lejos.

Tu madre es una malvada, arruinó todo – Henry llora de la rabia. Henry cálmate, esto tiene solución, dame el número de Camila, yo la llamaré. No te contestará, ella apagó su celular. Pero yo le llamaré mañana. No, me dijo que no quiere hablar con nadie, esta vez se acabó; tu madre me hizo mierda, no solo te jodió a ti y a Sebastián, ahora me jode a mí.

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Sebastián revisa la práctica y le parece muy sencillo, rápidamente baja algunos archivos de internet para utilizarlos como fondos e imágenes de su página web; utiliza el Dreamweaver y arma algo rápido, comprime la carpeta y la comparte en su OneDrive con el nombre de evaluacion_sebastian_rivas.

Se levanta y le dice al profesor que concluyó, una hermosa señorita le mira sorprendido, él le sonríe, lo hizo en media hora.

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Elena se preocupa por los niños, aunque sabe que la madre de Henry es muy cuidadosa, pero que Henry esté así de mal la agobia porque los niños no tendrán a ese padre dedicado.

Elena quisiera llamar a Sebastián, pero se prometió no molestarle más. Elena está inquieta.

¿Qué pasa Elena? Tadeo, estoy con un problema en mi casa. Si deseas yo me encargo de todo, además ya es hora de irse. Por favor, necesito hacer unas llamadas. No te preocupes, estoy para servirte.

Elena se quita el uniforme y se va a su cuarto. Llama a Martiza.

¡Por qué hiciste eso mamá!, ¡por qué te tienes que meter en la vida de Henry! – Elena le reprocha a Martiza. Mira hijita, tú eres una tonta; y esa Camila es una zorra que está acabando tu matrimonio y no lo voy a permitir. ¡A ti qué te importa! Mucho, mucho me importa porque eres mi hija y él es padre de mis nietos y no voy a aceptar que ellos tengan a una cualquiera como madrastra. Mamá nosotras no conocemos a Camila y, además, Henry y yo ya no tenemos nada. Porque quieres a Sebastián, ¿no? No es eso mamá, no tiene nada que ver Sebastián. Elena, estás destruyendo tu vida, estás acabando con todo lo que tenías, estás dejando que tu familia se destruya. No quiero decir quién destruyó mi familia; te pido que no molestes a Camila ni a Henry, yo voy a conversar con Camilia y le voy a pedir perdón por esto. Te lo prohíbo – Martiza corta molesta.

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Sebastián llega al Ovalo, timbra a Henry para ubicarlo, él le llama.

¿Dónde estás? En el KFC – responde Sebastián. Cruza a Plaza Vea, terminando cruza la pista, yo estoy en el tercer local se llama “Desilusión”. Voy para allá.

Sebastián llega, mira a su amigo con los ojos rojos.

Henry vámonos – le coge de los hombros. Camila me dejó amigo, necesito que alguien me consuele – Henry comienza a llorar y abraza a Henry. Oe, déjame – Henry se paltea que Henry sea muy expresivo, están en la puerta del local -, esto es solo un mal entendido entre ustedes y se va a solución amigo. No - Henry sigue abrazando a su amigo y Sebastián sonríe -, no se va a solucionar, Camila ya no me quiere; me dijo que escuchando a Maritza se había dado cuenta que nunca me amó. Pero qué dramático eres, nunca pensé que serías así – Henry le da un puñete a Sebastián -, pero qué te pasa, primero me abrazas y ahora me golpeas. Amigo, siento que se me acaba la vida, me siento muy mal. Asu Negro, vamos a otro lugar, vamos a tomar un par de chelas y luego te llevo a tu casa; ¿está bien?