Maritza

Mensaje de Henry: Ve a tu casa, tranquilo.

Mensaje de Sebastián: No Negro, yo voy a tu encuentro.

Henry quiere embriagarse, piensa que debe hacerlo a manera de iniciar su duelo por la pérdida de Camila. Sebastián está preocupado por su amigo, teme que le suceda algo, pero sobre todo quiere que Henry sepa que él siempre estará a su lado y más en este momento difícil.

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Mierda, tengo que hacer esa evaluación. Justo ahora tengo que ser evaluado, ¿cuánto me puede demorar? Será por lo menos una hora – Sebastián se alista para ir a la universidad, tiene una evaluación de computación.

Son las 8:30 pm. Sebastián entra al aula donde dará su evaluación, el salón está lleno. El profesor le señala dónde debe sentarse, le da la hoja de instrucciones y le dice que la evaluación termina a las 10 – ha perdido media hora por llegar tarde.

Sebastián solo necesita un trece para poder aprobar ese módulo de computación, así que se dedicará hacer los criterios que tienen más puntos para asegurar una calificación de 16 y así poder salir a buscar a Henry. Su celular suena.

Negro, ya estoy por salir, en 45 minutos termino y te encuentro en el Óvalo – no escucha lo que le dicen -, no te escucho nada Negro, tienes problemas con el celular, yo te llamo apenas salgo. Sebastián, soy yo – es la voz de la Reina. Ingrata, qué ha sido de tu vida, Reina ahora estoy en una evaluación, yo te voy a timbrar más rato. Sebastián quiero que me ayudes con un asunto, por favor dime si puedes venir a mi casa mañana a las seis. No creo, estoy con muchas cosas ahora. Pero solo un par de horas, por favor ayúdame. Está bien, pero llegaré a las seis y media. Está bien, te dejo para que hagas tu examen, suerte. Gracias Reina.

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Elena le pide perdón a Henry y le dice que ella puede conversar con Camila, que ella no tiene nada que ver con lo que hizo Maritza. Lo malo es que Elena está lejos.

Tu madre es una malvada, arruinó todo – Henry llora de la rabia. Henry cálmate, esto tiene solución, dame el número de Camila, yo la llamaré. No te contestará, ella apagó su celular. Pero yo le llamaré mañana. No, me dijo que no quiere hablar con nadie, esta vez se acabó; tu madre me hizo mierda, no solo te jodió a ti y a Sebastián, ahora me jode a mí.

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Sebastián revisa la práctica y le parece muy sencillo, rápidamente baja algunos archivos de internet para utilizarlos como fondos e imágenes de su página web; utiliza el Dreamweaver y arma algo rápido, comprime la carpeta y la comparte en su OneDrive con el nombre de evaluacion_sebastian_rivas.

Se levanta y le dice al profesor que concluyó, una hermosa señorita le mira sorprendido, él le sonríe, lo hizo en media hora.

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Elena se preocupa por los niños, aunque sabe que la madre de Henry es muy cuidadosa, pero que Henry esté así de mal la agobia porque los niños no tendrán a ese padre dedicado.

Elena quisiera llamar a Sebastián, pero se prometió no molestarle más. Elena está inquieta.

¿Qué pasa Elena? Tadeo, estoy con un problema en mi casa. Si deseas yo me encargo de todo, además ya es hora de irse. Por favor, necesito hacer unas llamadas. No te preocupes, estoy para servirte.

Elena se quita el uniforme y se va a su cuarto. Llama a Martiza.

¡Por qué hiciste eso mamá!, ¡por qué te tienes que meter en la vida de Henry! – Elena le reprocha a Martiza. Mira hijita, tú eres una tonta; y esa Camila es una zorra que está acabando tu matrimonio y no lo voy a permitir. ¡A ti qué te importa! Mucho, mucho me importa porque eres mi hija y él es padre de mis nietos y no voy a aceptar que ellos tengan a una cualquiera como madrastra. Mamá nosotras no conocemos a Camila y, además, Henry y yo ya no tenemos nada. Porque quieres a Sebastián, ¿no? No es eso mamá, no tiene nada que ver Sebastián. Elena, estás destruyendo tu vida, estás acabando con todo lo que tenías, estás dejando que tu familia se destruya. No quiero decir quién destruyó mi familia; te pido que no molestes a Camila ni a Henry, yo voy a conversar con Camilia y le voy a pedir perdón por esto. Te lo prohíbo – Martiza corta molesta.

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Sebastián llega al Ovalo, timbra a Henry para ubicarlo, él le llama.

¿Dónde estás? En el KFC – responde Sebastián. Cruza a Plaza Vea, terminando cruza la pista, yo estoy en el tercer local se llama “Desilusión”. Voy para allá.

Sebastián llega, mira a su amigo con los ojos rojos.

Henry vámonos – le coge de los hombros. Camila me dejó amigo, necesito que alguien me consuele – Henry comienza a llorar y abraza a Henry. Oe, déjame – Henry se paltea que Henry sea muy expresivo, están en la puerta del local -, esto es solo un mal entendido entre ustedes y se va a solución amigo. No - Henry sigue abrazando a su amigo y Sebastián sonríe -, no se va a solucionar, Camila ya no me quiere; me dijo que escuchando a Maritza se había dado cuenta que nunca me amó. Pero qué dramático eres, nunca pensé que serías así – Henry le da un puñete a Sebastián -, pero qué te pasa, primero me abrazas y ahora me golpeas. Amigo, siento que se me acaba la vida, me siento muy mal. Asu Negro, vamos a otro lugar, vamos a tomar un par de chelas y luego te llevo a tu casa; ¿está bien?

La promesa a Elena

Promesa de estar a tu lado

Cuando reclinado mi cabeza

Sobre tu pecho

Mi llanto escuchabas.

En tus momentos tristes

De remordimiento y congoja

Promesa de estar a tu lado

Por amor

Promesa de amor

Que Eros se transformó

Pero no se apartó.

Promesa que te diera

Elena

Que está en pie

Y que cumplo.

¿Y por qué no me dejas en paz?

¿Por qué no dejarte ir?

¿Por qué no dejar que me olvides?

Porque no depende de mí.

¿Y por qué no lo haces tú?

¿Y por qué no me dejas en paz?

Porque sabes que deseo mucho

Me acompañes en arca fugaz.

¿Qué interés hay en mantener mi sufrimiento?

¿Cuánto provecho sacas a mi lado,

Si me dejarás con Hades augusto?

El joven que no quiere contar su historia

El joven escucha trovas

Que no refieren arrebatos

Que no se encuentra lo maníaco

Desorganizado e irracional
De los amores perdidos.

El joven conversa con un anciano

Anciano que recita dionisiaca tragedia

Que le invita hacer catarsis

Purgar y purificar su mente.

El joven comparte música

De débiles y enajenados

Que el anciano interpreta

En lo mal que está pasando el joven.

El joven no quiere contar su historia

Porque es una historia triste

Porque su tema es la traición.

Que baila y llora

Que sonríe con lágrimas

Que aún es muy joven

Que gira y gira

Supuestamente feliz

***

Que me cuenta su pesar

Que es causa de su primer amor

Que no es quien la ha dejado

Que es el que baila a nuestro costado.

***

Que corea: “que te quiero mucho”

Que la sigo: “te extraño tanto”

Que me dice el nombre de su amado

Que le entero tu nombre, Elizabeth

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Que baila y llora

Que alza los brazos y ríe

Que baila conmigo

Porque la dejaron sola.

Los cuadraditos de tus mentiras - video.

Bonita canción triste

Una canción triste

Que acompaña

Que extraña

Que insiste.

Una bonita canción triste

Que guardo dentro de mí

Que suena clarito

Cuando el viento reacciona.

Canción triste

Cuando bailo

Con quien no eres tú.

Bonita canción triste

Que en sus versos

Describe tu sonrisa

Que dice tu nombre.

Bicicleta

Mario se levanta muy tarde, son las nueve. Se ha comprometido con la directora a dar los exámenes de recuperación del área de “Historia, Geografía y Economía”. Se ducha, se pone jeans, camisa manga larga - para protegerse del sol - y un sobrero.

Primero va a la casa de su madre.

Hola mami. Hola papito, ¿y esa novedad? Cuál novedad mami, si ayer estuve aquí. Justamente, esa es la novedad, normalmente no vienes seguido. Entonces, ahora que tengo más tiempo porque soy un desempleado más, te voy a visitar con frecuencia para que no te parezca una novedad. Eso está bien, además tu papá quiere que le hagas unos documentos. Ya mami, ¿tienes panetón? Es para el cumpleaños de tu hermana. Pero mamá, el panetón tiene una fecha de vencimiento, se va pasar. No, allí dice hasta marzo – Mario ve la caja de panetón D’Onofrio que tiene doña Nella encima de su ropero. Está bien, saca el que está en el ropero. Bien.

Mario se sirve avena, que ha preparado su padre, y parte un buen pedazo de panetón. Se sienta en el comedor, pero luego piensa que no debe llegar tarde porque habrá muchos niños que estarán con la angustia de dar sus exámenes de recuperación. Toma rápidamente la avena y se lleva en una bolsa el panetón que aún no acabó.

Chao mami, vengo para almorzar. Ya papito. Mami, me llevo la bicicleta de Alvarito. Ten cuidado, no vayas a cruzar la pista con esa bicicleta. Pero mamá, cómo crees que llegaría al “San Silvestre”.

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Elizabeth mira a Sebastián de frente y piensa que se ve como un niño grande.

¿Qué pasa? Que cuando sonríes te vez como un niño. ¿Ah, si?, tú te vez como niña en todo momento. Será porque soy más joven que tú. Creo que sí – Sebastián vuelve a sonreír y se percata de la bonita billetera que lleva Elizabeth -, ¿y esta billetera?, es de marca. Ah sí, me lo regaló William. Qué buen gusto tiene, a ver.

Sebastián revisa lo que contiene la billetera y admira la fotografía de la madre de Elizabeth, es delgada.

¿Y ella es tu madre? Sí. Es delgada. Sí, mi mamita es más guapa que yo.

Elizabeth se ve tan linda en ese momento, cuando dice que su madre es más guapa que ella, que Sebastián siente como que se volvió a enamorar de ella.

Tienes toda la razón, tú también eres muy linda, aunque no te pareces mucho a ella – Sebastián sigue admirando la fotografía -, vamos a comer. No, no te preocupes, yo ya de aquí nomás me voy. Vamos, igual te vas a ir y me vas a dejar, y al menos recordarás que la pasábamos comiendo. Jajajaja, nos volveremos a ver. No lo creo, pero igual, quiero que al menos tengas diversos recuerdos de mí. Está bien. ¿Qué deseas comer? Lo que sea, no hay problema, vamos a comer un menú – en verdad Elizabeth quiere comer algo rico como pollo a la brasa o un chifa. Vamos al Norky´s – Sebastián cuenta con poco dinero, pero se dice que no importa, lo importante es que ella se lleve bonitos recuerdos con él. No, es muy caro, mejor hay que comer un menú nomás. Igual, un menú nos cuesta como ocho soles; el cuarto de pollo está 14, por seis soles no vamos a reprimirnos de comer algo bueno. Ya, pero yo invito la gaseosa. Está bien.

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Mario va por “Malecón” hasta la primera cuadra, voltea en “u” para ir por la “Chimú”, San Silvestre está a la altura de la segunda cuadra de esta avenida. Se siente bien, agradece – para sus adentros – al tío Lobo por haberle enseñado a manejar bicicleta, piensa en la foto de la madre de Elizabeth, todo está tan bonito. Elizabeth es una bonita canción triste dentro de él, que suena clarito con el aire reaccionando a su velocidad. Ve el timón de su bicicleta y un objeto de color marrón oscuro se le atraviesa, escucha un ruido y cae en medio de la pista.  

Cuando Roma se incendia

tomado de: http://www.linkmesh.com/

Mario se levanta muy temprano, son las cinco de la mañana, se mete a la ducha. Se queda un momento sintiendo el agua caer a manera de lluvia, siente el agua tibia como su cuerpo - piensa en que este año será mejor en la medida que él lo mentalice - sale de la ducha, se seca, lava sus dientes, limpia sus lentes y sin ponerse ropa alguna se sienta frente la mesa que tiene al lado de la ventana – la cual tiene la cortina cerrada -, y se pone a leer un ensayo de Gootenberg sobre la comercialización de la cocaína.

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¿Y qué fue de Roma? Roma se está incendiando mi estimado amigo. Y se debe a mí, ¿verdad? – Noa pregunta al cónsul. No, es consecuencia del carácter débil de sus ciudadanos. Te pido disculpas, estimado Cónsul; soy yo el culpable, he querido que el grupo esté disociado para así tener más tiempo de hacerme mejor y no tener competencia más que tú en el grupo – furibundo Noa se echa la culpa del fracaso de Roma. Cálmate noble romano, no me preocupa tu ambición, nunca he querido ser el mejor, no me interesa; por el contrario tu manera de pensar es buena, tus ambiciones son buenas para lo que queremos lograr con Roma; más tu actitud, no lo es. ¿Qué debo hacer? Seguir mis enseñanzas, con mis orientaciones serás el mejor, ¿tienes la “Constitutio” o ya la quemaste? Sería como quemar mis sueños, está bien custodiada. Entonces reúne a los ciudadanos, no desesperes, prepárate y espera a que merezcas el consulado.

***** 

Mario hace un mapa conceptual y escribe anotaciones en las hojas impresas. Siente dolor en los pies, los mira y se da cuenta que tiene un par de moretones de los golpes que recibió de las piedras de la playa cuando caminaba en la orilla. Aún sigue oscuro, será un día sin sol.

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En su ambición de querer ser el mejor, Noa se aleja de sus familiares y amigos para así tener tiempo para estudiar, estudiar mucho, estudiar como nunca antes lo había hecho, ya que antes estaba cegado por los placeres del “capitalismo” – como él se lo repite en su mente:

He estado cegado en los placeres del capitalismo, he pensado erradamente que tenía que estudiar para así alcanzar una vida llena de lujos, diversión, mujeres; pero esta vez ya soy más consciente de la vida, debo dedicarme a estudiar más. Mi objetivo no debe ser los placeres de la vida ni el estúpido reconocimiento para satisfacer mi vanidad. Mi objetivo es ser grande, y ser el mejor en la medida de mis posibilidades para mejorar las condiciones de las personas oprimidas por la clase alta.

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¿La clase alta?, ¿qué es la clase alta? La clase que tiene el dinero y se aprovecha de los pobres. No digas cosas que no sabes, en primer lugar la clase alta no existe, es un eufemismo, no se puede definir científicamente qué es clase alta. Entonces qué son los Romeros, los Flores, los Añaños. Son burgueses, pertenecen a la gran burguesía: financiera, exportadora, industrial; te recomiendo que leas “El poder económico en el Perú” de Malpica, él mismo ha publicado un libro bien famoso, “Los dueños del Perú”, aunque habla del Perú de antes del 65.

Noa se sorprende de lo enterado que está su amigo y le comienza hacer más preguntas para sacar información.

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Ya son las ocho, Mario se pone unos jeans, polo y sandalias; baja y se dirige a la esquina para comprar pan, jamonada y leche helada.

Buenos días Marito, qué tal, estás de vacaciones. Forzadas vecina, tenga buenos días. Entonces debes tener tiempo, ¿le podrías enseñar matemática a mi Danielito? Claro, sería en la tarde, porque en las mañanas estoy haciendo unos trámites. Ya pues, entonces te puedes venir dos veces a la semana, va dar su examen de recuperación el 15. No se preocupe, yo tengo el método para que Danielito pueda pasar ese examen.

Mario se sirve la leche, abre los panes y le pone dos tajadas de jamonada en cada pan. Come, mientras escucha música y ve las fotos del facebook que ha colgado. Tiene que eliminar unas cuantas porque su hermana y primo le ha pedido que elimine las fotografías donde ellos se encuentran.

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Noa lee los artículos de Caretas, son revistas de los años 90, le interesa saber sobre la subversión, Sendero Luminoso y el MRTA; se indigna porque su profesor de Historia nunca le enseñó sobre esos temas.

Mario me dice que no es que no me hayan enseñado, sino que yo no hice caso al profesor; pero lo cierto es que mi profesor de historia era un tipo muy aburrido y tampoco sabía mucho de esto, porque cuando le pregunté sobre la subversión no supo que decirme – piensa.

Noa se atormenta con las preguntas de siempre: ¿podré sobresalir?, ¿podré lograr cambiar?, ¿valdrá la pena tanto esfuerzo? Y recuerda las palabras que el cónsul, por motivo de su cumpleaños, le dedicó.

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Cuando conocí a Noa, me dije que no servía. Lo siento, pero en mi mente vino esa expresión, este sujeto NO SIRVE – le toca el hombro a Noa. Lo que vi fue a alguien impulsivo, carismático sí, pero vacío, sin contenido, irresponsable, inmaduro, muy infantil, impuntual, con poca delicadeza para andar y hablar, grosero – Noa le mira con ganas de mandarle a la mierda -, sí, grosero, porque tienes que reconocer que de todos el más grosero eres tú – Mario le mira fijamente. Con todos estos defectos era claro que se me venía a la mente, NO SIRVE – hace una pausa. Sin embargo, fue el primero en apostar por Roma, fue el que dio el empuje para unirnos y a la primera prueba – recuerda la traición de Freddy - tuvo un reflejo que no lo tuvo Kevin y yo demoré en entenderlo, en ese momento me di cuenta que es inteligente, noble y serio. Además, está que aún con sus defectos, nos supera en ganas, en fe, y en voluntad para con nuestra empresa; por eso ahora es miembro de la hermandad y celebramos su día.

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Mario tiene un mensaje de Noa diciéndole que los romanos están inubicables, que tendrá que planear la reunión para después de la quincena. Mario se contenta porque el compromiso del noble roamno está en pie. Escribe: 

No te preocupes noble romano. Roma se incendia, pero se incendia para purificar su carácter. Estaré esperando tu comunicación.

&&&&&&& Se agradece la contribución de Luis Chipana  para hacer este post.

Feliz Año Nuevo

Henry ve a Elena tan hermosa como nunca. Tiene 36 años, pero parece una jovencita. Se ha puesto una falda blanca y ha entrenzado sus cabellos haciendo un remolino por toda la cabeza que termina en una pequeña cola.

¿Con quién pasarás el año nuevo? – Henry  pregunta a Elena. Con mis hermanos, ¿y tú? Yo iré a ver a mi madre y luego quizás con Camila. Está bien, ¿te puedes llevar a los niños? Claro, mi mamá los tendrá muy bien. Gracias Henry, de verdad gracias.

Elena quiere pasar el año nuevo con sus hermanos porque son los únicos que les queda, después de sus hijos. Henry y ella ya no tienen nada que ver, se acabó ese amor por el que tanto lucho  y solo lo ve como un amigo. Recuerda a Mario, pero se esfuerza en no pensar en él.

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Pero qué linda te has puesto – Melissa elogia a Elena. Gracias hermanita, tú también te ves hermosa. No tan bella como tú Elena, eres la más hermosa de la familia, tu belleza solo se compara con la de nuestra madre.

Jordan se queda estupefacto al ver a su hermana mayor.

Pero qué hermosa mujer, ¿es usted soltera señorita? – Jordan se hace el gracioso. Jordan, hermano – Elena le da un beso al Benjamín de la familia.

Pedro mira a Elena y también se emociona de ver a la hermosa mujer que es su hermana.

Te voy a tomar unas fotografías para tu cuenta. No, no por favor, no quiero fotos. Pero con esta cámara saldrán bien – Pedro insiste. Sí hermanita – Melissa la anima -, Pedro saca muy buenas fotos. Está bien – Elena acepta.

Elena se pone cerca del árbol de navidad. Pedro intenta sacar una buena fotografía para que ella no se arrepienta y luego no exija que la borre.

No sale, no sale; creo que debe ser porque falta luz.  Mejor déjalo allí, no soy fotogénica – Elena se siente incómoda con las fotografías. Perdóname, pero creo que de noche no sale bien las fotos, mejor en la mañana te tomo una fotografía así que cuida esa trenza.

Pedro se siente mal porque no pudo sacar una fotografía agradable de Elena, es una mala suerte que siendo ella tan hermosa, no salga bien en las fotografías.

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Elena, nosotros nos vamos, no quiero quedarme este fin de año en esta casa para discutir con mamá, así que nos vamos – Melissa le propone a Elena pasar el año nuevo afuera. No, no podemos hacer eso a mamá. Es que Pedro y ella han peleado, porque no le cae su enamorada, y tampoco quiere saber nada de mi Maxi. Ustedes vayan, yo me quedaré, no puedo dejar a mamá sola.

Los hermanos de Elena se marchan, ella se queda sola esperando a su madre. La casa que antes le parecía pequeña – allí vivió con su madre, hermanos, hijos y Henry -, ahora le parece muy grande.

Pasa el tiempo, las doce y no ha llegado Maritza. Elena se sirve una ensalada de palta y arroz, mira los cuadros de sus hermanos y ella, y ve la foto de Maritza. Elena se parece tanto a su madre.

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Mario nos vamos a festejar a la playa. ¿A la playa? Sí, a la playa, Dennis viene a llevarnos en su camioneta, así que alístate. Pero no me parece, debe ser incómodo. Qué vamos hacer allá. No sé, pero vamos – Ángela insiste. Está bien, pero puedo invitar a Henry y a su enamorada. Claro, ¿su enamorada? Sí, su enamorada. Pero a caso, ¿él no está casado? Es una larga historia, que ya te contaré después, ¿puedo invitarlos? Está bien, necesitamos hacer gentita.

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Son las nueve, Mario se ducha, se cambia de ropa, ya está listo para salir. Va a su casa, saluda a Nella y a su padre, que está renegando porque Ángela se lleva a todos, con excepción de los niños, que Nella se lo ha prohibido.

Hijito mejor no vayas. Está bien Nella, quiero pasarla con las chicas. Pero Normita no va ir. Es que se siente mal. Esa Ángela siempre sale con cada cosa, hijito mejor quédate. No mami, vamos a estar bien. Si te entras a la playa, solo mójate en la orilla, ¿ya? No te preocupes Nellita, no me meteré a la playa, me supongo que estaremos allí conversando y tomando. ¿Vas a tomar? Solo un poco mami. Ay hijito, cuídate y no dejes que Ángela esté tomando.

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En el trayecto, Henry, Marisol y Mario brindan estando en la camioneta. Henry se sirve copiosamente para entrar en confianza. Los tres llegan ya picados en la playa.

Camila y Ángela conversan de la gran historia de amor que tiene con Henry. Dennis es muy amable con todos, tiene mucha simpatía en su conversación con los ebrios amigos.

Ahora viene mi hermana, ella está viniendo con mi prima y mi primo. ¿Ella es soltera? – Pregunta Mario a Dennis. Sí, es soltera, tiene 29 años. Mario también está soltero – repara Henry. Sería un honor ser doblemente cuñado con Mario – Dennis sugiere emparentar, con Mario, doblemente.

Mario piensa que la hermana de Dennis no debe ser atractiva por ser hermana justamente de él.

Oe, ¿dónde podemos orinar? – Henry tiene necesidad. Allá, en ese edificio que está abandonado – ellos están en la Herradura. Hazme las tabas – van caminando. Ya pues, quizás este sea tu día y por fin encuentres a alguien que sí pueda ser para ti. No creo, dime una cosa, ¿cómo está Elena? Hermosa, es la mujer más hermosa que he conocido – Henry se tambalea al caminar y por eso abraza a su amigo. Seguro, espero que hoy la pase bien. Creo que se iba a una discoteca con sus hermanos, hoy salió con un vestido que parecía de princesa; me recuerda a Saori de los Caballeros del Zodiaco, nada más que tiene los cabellos ensortijados, lo que la hace ver más bella aún. Jajajaja… estás borracho, ni que te escuche Camila, que te va hacer problema.

Ambos regresan con los demás y encuentran a Elizabeth.

Ella es Elizabeth – Dennis presenta a su hermana a Mario. No puede ser, ¿se llama Elizabeth? Sí, ¿por qué ah? No por nada, que me parece un bonito nombre. No te hagas, seguro que es el nombre de tu ex – Elizabeth alegremente le da un beso en la mejilla.

Por insistencia de las chicas, todos van a una discoteca a bailar. En la discoteca, Mario toma con muchas más ganas y baila con Elizabeth. Mira cómo todos han hecho pareja, excepto su hermana Marisol, por eso la abraza y la lleva a la pista de baile para que ella también disfrute esta celebración.

Toma algunas fotografías y le pide a Henry que le tome otras. Se siente muy feliz, está con sus hermanas, está con su amigo, está con Elizabeth.

Ya es otro año, Mario abraza a sus hemanas, a sus amigos y entre abrazos recuerda a los que no puede abrazar. Mira el mar desde el balcón que tiene la discoteca y piensa en Elena, Elizabeth, Nella, el tío Lobo y tantas personas que quisiera compartir este nuevo año.

Clausura

Señito la felicito, su hija es la mejor estudiante. Muchas gracias profesor, lo sé, aquí está su diploma. Felicitaciones, y tenga un feliz año nuevo. Igualmente profesor.

Por favor firme aquí señor – el señor firma la hoja para recibir la libreta de información académica -, aquí tiene. Gracias profesor Rivas, tenga un feliz año nuevo – le da la mano a Mario. Igualmente señor.

¿Usted es? La mamá de Sofía. Ah señito, qué gusto conocerla, aunque sea a fin de año, su hija ha tenido un buen desempeño, ocupó el tercer puesto. Sí lo sé profesor, por eso mismo estoy viendo cómo hacer para lo de la beca 18, a ver si puede acceder a una beca. Claro que podrá, Sofía es muy inteligente. Muchas gracias profesor Rivas. Tenga feliz año nuevo – se despiden.

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José está con sus compañeros cerca al profesor, espera que todos se vayan para pedirle su libreta. Se ha puesto a conversar con sus amigos y prenden su radio por lo que el profesor Rivas los manda a salir del salón.

Ese profe se raya – José se queja. Ya quiero ver mi libreta, solo me preocupa Educación Física – Freddy se angustia por saber cómo salió su libreta. Asu, en Ed. Física ya jalé porque no viene a las clases, también jalé Matemática. ¿Y qué fue con FCC y Comunicación? Estoy en veremos pues, pero creo que el profe Rivas me aprobó. ¿Y por qué te va aprobar? Es que es chévere y en la fiesta fue muy amable conmigo. No seas huevón, él es así, pero te ha puesto tu cero igual. No jodas huevón, es más que seguro que me jaló la Miriam – profesora de Comunicación -, si me jaló el profe Rivas repito. Puta ya fuiste creo. No me digas eso huevón, si repito lloro.

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Señor, no le puedo entregar su libreta porque usted tiene pendiente una mensualidad. A ver profesor – el padre de Gustavo coge el documento -, sí, ¿pero ahora lo puedo pagar? Sí, yo voy a estar aquí hasta el medio día. Está bien profesor ahora vuelvo.

El padre de Gustavo regresa, no puede pagar porque tesorería ya ha cerrado.

Profesor Rivas, solo quiero saber cómo ha salido mi hijo, la contadora ya se fue, voy a tener que volver el lunes todavía, al menos déjeme ver para saber cómo quedó mi hijo. Está bien señor.

El profesor Rivas le da la libreta, el padre de Gustavo se sonroja y se humedecen sus ojos.

Señor, siento mucho que se encuentre en esta situación, pero creo que no solo es responsabilidad de su hijo y esposa – Gustavo ha repetido de año. Usted tiene toda la razón profesor, yo sé que mi señora ha venido para ver cómo estaba mi hijo, pero yo los he abandonado.

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Profe ya se fueron todos los padres, nos puede hacer ver nuestras libretas  - Freddy le pide el favor al profesor Rivas. Está bien, han venido pocos padres, ¿su apellido? Gereda. A ver Gereda, felicitaciones, usted salió invicto. Qué bien profe.

Ingresa el coordinador. Freddy le entrega su libreta rápidamente al profesor Rivas.

Profesor, me estoy retirando, me puede entregar las libretas que le sobraron. Sí profesor, aquí los tiene. José no puedo ver su libreta; el coordinador se fue.

Bueno chicos, ya se llevaron las libretas, ya las recogen el día lunes, tienen que hacer su pago de diciembre para que se los den. Ya profe, que tenga feliz año – Freddy está muy contento.

Los dos salen, pero José no quiere irse sin saber si aprobó o no FCC; así que se quedó esperando al profesor que se fue con sus colegas en la biblioteca.

Al salir, el profesor Rivas encuentra a José en una silla en su salón.

¿Qué pasa José? Profesor quería saber si me jaló en su curso. No le he jalado – a José se le ilumina el rostro -, es usted quien se ha jalado. Habla en serio profe, ¿me ha jalado? José, te di varias oportunidades, esperé tus trabajos hasta la última semana y te exigí el cuaderno hasta las últimas, pero no me entregaste nada y en tus evaluaciones has desaprobado, cómo podrías aprobar. Profe, creo que he repetido de año. Asu, pero en qué cursos estás mal. En Educación Física, Matemática y FCC, me falta saber si desaprobé Comunicación. Espera, yo tengo una copia de las actas. A ver profe – a José se le acelera el corazón.

El profesor Rivas saca las copias y ubica al estudiante José Arteaga Hilario. Lee, situación: DESAPROBADO.

Lo siento José, has repetido de año.

José no dice nada, se sienta en la misma silla, no quiere mirar al profesor, mira para la izquierda donde está la pared blanca; tiene los ojos saltones, los labios bien juntos y le tiembla la pierna derecha.

El profesor Rivas trata de darle ánimo, le toma de la cabeza y le habla de frente pero José no le mira.

José, de verdad lo siento; pero esto es consecuencia de lo que no has hecho bien, tendrás muchas cosas en la cabeza, pero tienes que pensar bien lo que vas hacer. Tampoco esto significa que no tengas más oportunidades, estudiarás un año más y lo harás mejor esta vez.

José no escucha, el profesor Rivas tiene que salir urgente, pero se siente mal, se queda allí arrodillado mirando a su estudiante. Piensa que quizás si hubiese sabido que José estaba en la situación de desaprobar tantos cursos, quizás le hubiese puesto una nota aprobatoria. Se siente culpable.

De pronto, a José le cae lágrimas y llora, llora como un niño, no para de llorar. El profesor Rivas pone su mano en el hombro del jovencito y le trata de consolar; es la situación más incómoda que no pensó que le sucedería con un estudiante.

Ahora mi mamá me va pegar, pero no me importa, no me importa que me pegue, que me saque la reconchasumadre, no me importa que me humille, ¿sabe? – le pregunta al profesor sin verle la cara -, siento que me merezco que me odie, porque le he fallado tanto; mi papá la dejó a ella conmigo y mis hermanitos y yo debería serle un apoyo, pero no lo soy; por el contrario la hago renegar, soy motivo de sus angustias – gime -, mi mamá, mi mamá, le he fallado a mi mamá.

Tú eres un chico con mucho potencial, solo que has sido inmaduro. Ahora lo estás reconociendo y eso hará que este año puedas aprender más y tendrás mejores calificaciones y no solo serás un estudiante más sino que lo harás como los mejores.

Sí, yo era buen estudiante – sigue llorando -, yo era bien aplicado porque sino mi viejo me chancaba; que iba a sacar 17 o 18, estaba loco mi viejo me mataba yo era 19 o 20. Hasta segundo de secundaria era pura diploma, pero cuando mi viejo abandonó su hogar se perdió mi respeto; se fue con otra mujer, por eso me relaje desde esa vez para siempre, me llegaba no iba al colegio, ya no tenía miedo al golpe.

*****

Mario llega a su habitación, se saca los zapatos y las medias y camina descalzo. Se siente mal por José. Llama a Ángela para contarle el asunto y justificar su ausencia en el reencuentro de compañeros de la universidad.

Se echa a la cama y piensa en Elizabeth. Cómo le habrá ido a ella en sus clases, no era una buena estudiante, seguro sus profesores la molestaban y tendría bajas calificaciones. Cuánto me hubiese gustado conocerla en esa época y haberla ayudado en sus estudios. Estando en estos pensamientos, se duerme.

***** 

El profesor Rivas perdió su cita.

¿Estás tranquilo? Sí, gracias profe, yo voy hablar con mi mamá y le voy a pedir perdón y le voy a prometer que voy a mejorar y lo voy a cumplir; no se preocupe, ya me voy a ir a mi casa.

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El celular de Mario registra dos llamadas perdidas. Era Máximo, le timbra – no tiene saldo - para ver si le devuelve la llamada. Se pone los jeans, polo y sandalias, sale a buscar algo que comer.