¿Que fue?, ¿estas bien? No, no puedo estar bien, Julio
tienes que hacerte la prueba por favor. ¡Estas loco!, no tengo porqué, yo estoy
bien, no dices que tu prueba salió bien, entonces para qué te haces problemas.
Pero me lo hice recién, no podré estar bien si es que no lo haces. Pues no lo
voy hacer. Si es por dinero yo lo pago. Mira, esto me esta cansando, creo que
mejor ya no te contestaré. Dime una cosa, ¿estas sano? Sí. ¿Cuándo fue la
última vez que lo hiciste? Hace un año – Julio recuerda que la última vez que
lo hizo fue con un krishna muy apuesto -, fue hace un año y antes de ingresar al instituto me hice una prueba. Entonces, no hay problema, solo tienes que
hacerte una prueba para que yo esté bien. Pero no te digo que ya me hice la
prueba antes de entrar a Cibertec y no tenía nada. Por favor Julio, si no
lo haces no podré estar bien– Julio corta la comunicación.
Julio entra a Cibertec, le daba pena Albert, tenía ya
dos días con ese mismo asunto, si no se les hubiese roto el preservativo esto
no le estaría aconteciendo.
¿Qué quieres ahora? Julio, casi choco el carro de la
empresa, estoy muy intranquilo, me han llevado a psiquiatría y he tenido que
inventar una aventura que me tiene tan agobiado por la incertidumbre de saber
si es que no he contraído una enfermedad. Mi jefe me ha dicho que si gusto
puedo volver a Lima y tomarme unos días libres, pero sería inútil ir a Lima si
me dices que no te vas hacer la prueba. No lo voy hacer, no es que tenga miedo,
yo estoy seguro que estoy sano, lo que pasa es que tú estás mal, y que me haga
la prueba no te va ayudar. Yo sé que sí me va ayudar. Pero si ya te hiciste la
prueba y dice que estás bien, ya no hay problema. Tengo que saber si tú estás
sano, el sida se puede presentar después de dos o tres meses, no puedo esperar mucho
tiempo, estoy atormentado; no puedo dormir, casi choco el carro. Está bien
Albert – Julio suda al aceptarle -, pero no sé cuándo lo podré hacer, el
trabajo, el instituto, estoy con tantas cosas; ah, y otra cosa, no tengo
dinero para hacerlo. No te preocupes, yo lo pago, mira hay un laboratorio bien
serio en Lima, se llama Roe, allí puedes hacerlo y fácil que te dan ese mismo
día los resultados. Te corto, llegó el profesor.
Julio no quiere hacerse la prueba, comienza a tener miedo,
recuerda que la que se hizo en el instituto no lo recogió, así que no pudo
saber el resultado. Además, recuerda que tuvo relaciones sexuales con tres
personas que encontró por internet y eso le hace pensar que haya una
posibilidad de que tenga el virus, aunque él siempre lo hizo con protección,
pero los temores de Albert parecen que se han apoderado de él.
Para colmo la próxima semana es de evaluaciones, si sigue
con las dudas no podrá estudiar y tendrá bajas calificaciones que le harían
perder la beca. Piensa que es mejor hacerse la prueba, además Albert lo pagará
y será todo cosa de horas. Pero qué hay si tiene el virus, qué hay si esta
enfermo, todo cambiaría, piensa que lo único que podría hacer es llorar, y
quizás intentaría el suicidio, cosa que desistiría después porque se sabe tan
cobarde como para acabar con su vida. El profesor le pregunta por un análisis
computacional y él responde, ¡ya me lo hice!, todos ríen.
Julio sale hecho un zombi por la avenida Salaverry, no coge
el carro con apuro como siempre lo hace, prefiere caminar hasta 28 de Julio, es
un trayecto largo y oscuro como el que pasará al momento de ir al laboratorio y
esperar que le digan si el resultado es negativo o positivo. Timbra
a Albert para que le llame, su amigo llama.
Mira, he visto en internet que Roe tiene una sucursal en el
Metro de Hacienda, además no hay necesidad de volver por los resultados ellos
te dan una código con su clave para que puedas verlo desde internet. No quiero
hacerlo. ¿Pero por qué? Porque estoy sano, y porque esto no te va ayudar. Sí me
va ayudar, mira estoy peor, tengo que pararme y sentarme a cada momento, estoy
tomando tranquilizantes y aún así no puedo estar bien, si te haces la prueba y
sale bien será un alivio. Albert, es que no me gusta que me introduzcan nada,
tan solo pensar que me van a pinchar el brazo me da miedo, no quiero, solo lo
haría si es que es una obligación del instituto o quizás para mi viaje a
Italia, pero no quiero hacerlo por una cosa que es tu problema y no mío, solo
hemos tenido sexo una vez y ni siquiera terminé y piensas que te vas a
contagiar. Pero se rompió el preservativo. Sí, pero yo la saqué rápido. Por
favor hazte la prueba. ¿Cuánto cuesta? Yo lo voy a pagar. Dime ¿cuánto cuesta?
Setenta soles. Está bien, pero tienes que venir a Lima, porque yo solo no lo
voy hacer. Ya, puede ser este sábado. Mejor, tengo más tiempo el sábado – Julio
se odia por aceptar.
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¡Mozo, estos cubiertos están sucios! – una señora antipática
se dirige a Julio – A ver, no el tenedor es así, pero los voy a cambiar – Ahora
le voy a escupir el próximo tenedor y ojalá y se infecte de algún virus, piensa
maliciosamente, pero se arrepiente porque cree que puede ser VIH. Aquí tiene
señora. Gracias jovencito – la señora le mira con cierto interés.
¿Qué pasa?, estas muy distraído, hace rato esta que te
llaman de la otra meza y tú estas bien parado. Disculpa señor, ahora voy.
Le voy a pedir a Albert que después de hacerme la prueba me
invite un Norky’s, hace mucho que quiero comer un pollo del Norky’s y puede que
este generoso en su estado. ¡Pero qué digo!, si después que me hagan la prueba
no tendré ganas de comer, seguro me pondré a llorar como la otra vez, pensando
en que no debería ser maricón, rogándole a Dios que me haga heterosexual. Suena
el celular de Julio.
¿Qué fue cholo? Dime, ¿ya estás en Ciber? No, recién salgo
del restaurante, pero estoy a quince minutos – es Juan, mejor amigo del
instituto -. Cholo, dile al profesor que no podré ir hoy, voy al doctor. ¿Estás mal? No tengo que hacerme unos exámenes de rutina.
Llega a Ciber y se encuentra con Edgar.
Pide otro folder. Toma aquí tienes. Puta,
es negro. ¿Qué tiene? Nada, que no me gusta ese color – Julio presintió algo
malo. Hoy hay examen. ¡No jodas!, pensé que era para la próxima semana. Pero tú
la conoces, no te hagas problemas. De todas maneras hay exámenes más
importantes.