Monday, July 5, 2021

Azul de mis amores

Sebastián está renegando, tiene que registrar las calificaciones de sus estudiantes por cada competencia en cada boleta, que claro lo tiene que hacer, pero le parece injusto que le demanden eso cuando fácilmente se puede utilizar alguna fórmula en Excel para que solo llene sus registros y no tenga que estar llenando cada boleta.

Pone música – Mozart – para hacer llevadera esta labor virtual. Estar sentado cinco horas diarias frente a la computadora para hacer sus actividades, no solo le genera el dolor de cabeza, también molestia en las nalgas, y eso que se sienta correctamente, pero debe ser la tensión, la ansiedad por el que presiona contra el asiento. Encima niños que preguntan fuera de hora por alguna actividad que no entendieron a pesar que tienen las indicaciones en el grupo. El Perú – Brasil no le interesa, debe avanzar con esta tarea que lo tuvo que haber presentado ya. Felizmente que dieron plazo hasta el siete, pero es mejor hacerlo hoy y mañana y no dejarlo para último día.

El celular suena, se molesta, piensa que es un padre de familia para darle escusas de las faltas de su hijo, se da cuenta que es un número desconocido, contesta, es una llamada del banco para ofrecerle un crédito que como siempre, va negar; antes haciéndole una gracia al teleoperador preguntándole porqué un hombre como él puede ser digno de un crédito.

Mira si algún mensaje importante le llegó, Keni le ha escrito prometiéndole que subirá la entrevista hoy, a las seis. Le responde, “ojalá”. También se da cuenta que Alejandra le mandó dos besos – emoticon -, duda en responderle, pero le envía un audio:

(-) Qué fue mi amor, me supongo que esos besos son un pequeño adelanto por la chamba de la noche. Mañana cenita, ¿verdad?

(-) Ay viejito, gracias, te debo mucho. El fiscal se quedó contento con las ppts, le pareció muy bien tu orden, y me felicitó. Por supuesto, esos besitos son solo un pequeñísimo adelanto de lo que tengo para ti. Mañana vamos, somos comida mexicana, he visto un huarique que te va encantar.

(-) Ya negrita, ahora estoy full, en la noche te llamo.

(-) Espero tu llamada, chausito.

Hace frío, sube a su habitación y se baja una manda ayacuchana. Piensa en que está enfermo, quizás ese frío que ha sentido es porque está enfermo, algo malo debe pasarle, no es normal que le venga un frío así – hipocondriaco -, pero luego razona, no, este frío es del invierno, ya estamos en pleno invierno, piensa. Abre el Facebook y mira la foto de perfil de Azul, qué linda está allí. Sus grandes ojos.

*****

(-) Tío una señorita está que te busca – Teresita grita desde el primer piso.

(-) Por favor, dile que estoy en el segundo piso, que suba – Sebastián se cambia de polo porque sabe que es Azul.

(-) Buenas noches señor Sebastián, quería pedirle un favor.

(-) Dime Azul, lo que quieras si está en mis posibilidades servirte – un poco más y le dice, a tu orden.

(-) Ay señor Sebastián, lo que pasa es que no me han pagado completo mi quincena, me toca ya pagarle el alquiler, le he traído doscientos, el viernes le puedo dar el resto – su voz suena como música.

(-) No te preocupes Azul, ahora te hago el recibo.

(-) No señor Sebastián, no se preocupe, me lo da el viernes que le pago el resto.

(-) Está bien, entonces hasta el viernes.

(-) Gracias señor Sebastián.

(-) Azul – Sebastián la llama súbitamente.

(-) A su orden señor Sebastián.

(-) Esta semana te va tocar la limpieza de tu piso.

(-) No se preocupe señor Sebastián, yo el viernes voy a comprar líquido para la poceta y voy a dejarlo limpio. Pierda cuidado.

(-) Está bien, ten buenas noches – Sebastián le mira los ojos y le da la mano, ella corresponde y le sonríe muy simpática.

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