Pone el punto
final en la palabra prócer. ¿Qué es un prócer? Alguien de alta dignidad, de
inminente calidad, alguien alto de alma y cultura, alguien que está por encima
de los sujetos comunes. Puso el punto final en esa palabra que le calza al
maestro Toribio Rodríguez de Mendoza. Su celular timbra, es Elena, está abajo.
Sale.
(-) ¿Qué pasó?
(-) Quería visitarte,
me bajé en Puente Nuevo y vengo caminando, todo está mojado aquí.
(-) El clima está
como yo.
(-) Ya me
imagino, te traje torta helada, ¿podrás hacerte las infusiones?
(-) Le pediré a
Florcita que me llene el termo con agua caliente. Sube, la cocina está abierta.
Sebastián entra a
la casa de sus padres y va a la cocina, felizmente que había dejado el termo
anoche. Florcita había calentado agua, así que no hay problema no tendrá que
esperar. Sale con el termo.
(-) Me sorprende
lo mucho que estudias, Sebastián – Elena pasa las hojas del viejo diccionario
que está en la mesa.
(-) Estaba
haciendo una pequeña reseña para el canal.
(-) ¿Y se fue
Azul?
(-) Sí, ya hace
un par de meses.
(-) Pues que bien,
todo está tranquilo aquí. ¿Sigues conversando con ella?
(-) No, pero miro
sus fotos – Sebastián toma una fotografía al libro que leía y lo pone en su
estado de Whatsapp.
(-) Pero por qué
pones siempre libros, por que mejor no pones una fotografía tuya.
(-) Prefiero
poner los libros que leo, es lo mejor que se puede ver de mí.
(-) Yo te tomaré una
foto, sonríe. Ay Sebastián, sonríe – Sebastián no puede sonreír -. No importa,
ya te tomé y esta la vamos a publicar.
Comen la torta
helada que es uno de los dulces preferidos de Sebastián, Elena juega dándole de
comer, él acepta, se acarician, se quieren. Elena revisa el celular de su amigo
y se va a los estados para buscar a Azul, está allí, ella también a posteado
una fotografía. Está linda, sus grandes ojos son dolorosamente hermosos, no es
más bella que Elena, solo es distintamente bella.
(-) Es muy
bonita, sus ojos brillan.
(-) Me gustan más
su nariz y sus labios. Ahora está en Apure, siempre sale con ese fondo.
(-) Ya es tiempo que avances con esta cocina -
Elena se levanta, recoge los platos y sale al patio para lavarlos.
(-) Ya no quiero,
yo hice esta cocina para que ella cocinara aquí, pero ahora ya no tiene sentido,
puedo comprar la comida, prefiero comer afuera y así no estar lavando platos.
Yo quería hacer vida con ella.
(-) Pero yo
quiero venir a cocinar aquí, te puedo hacer un flan, unas tortillas, chaufa, ay
no sabes cómo me sale el chaufa. Si compras un refrigerador podrías hacerte
comida para el día y así ahorras… ¿A qué hora dictas?
(-) Hoy me toca a
las dos.
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