Sunday, January 13, 2019

Narcisismo


Elena voltea, tiembla. Es el caballero blanco. Él la mira pero no la saluda, hace como que no le interesa el restaurante, se retira. Elena aprovecha para verle, se sonríe porque le ve vestido con ropa de futbol. Piensa en lo gordito que se ha puesto, admira su piel de blanco alabastro, sus grandes e ingenuos ojos, sus piernas salpicados con puntos de barro, su barba de cinco días, su indiferencia o quizás su enojo para con ella. Elena es feliz por esa coincidencia, no le importa la malcriadez del jovencito.

Hace el pedido, un pollo y un cuarto. Se acerca a Camucha y ésta le pregunta por Rafael Sandoval.

(-) ¿Lo viste?
(-) Claro que lo vi, su sola presencia fue como que iluminó lo gris de este barrio. Pero qué chico para más bello.
(-) Sí, es lindo. Aunque no tanto.
(-) Ay por dios Elenita, aquí en estos lares la belleza escasea; y un hombre así, qué no diera por uno así, y lo mejor, que sea peruano.
(-) ¿Por qué lo dices? – Elena no cae en indirecta a los venezolanos.
(-) Es que si es bello, es venezolano, y si es venezolano, no tiene plata.
(-) Pero qué dices… Aunque estoy preocupada, porque mi sobrina está saliendo con un venezolano. No tengo ningún prejuicio ya, pero creo que este joven se está aprovechando de mi sobrina.
(-) A mí no me importaría invertir en un hombre. El único requisito es belleza.
(-) ¿Siempre tienes que ser tan superficial?
(-) Para ti es muy fácil decirlo, eres linda, pero yo, mira la desgracia que me ha tocado en suerte – Camucha recorre su cuerpo con sus manos.
(-) Eres linda, solo que estás un poco panzona, ¿por qué no vamos al gimnasio juntas?
(-) Lo he estado pensando seriamente, pero creo que no dará resultado, además me preocupa cómo iría a un lugar así; creo que primero debería bajar un poco de peso.

Camaucha recibe la bolsa que contiene las papas y disimulando coge algunas papas para ir picando. Elena mira nuevamente la entrada, para recordar la imagen del Caballero blanco.

------   -- - - - - - -- - -
Rafael Sandoval busca otra pollería, ver a Elena le molestó mucho. No le gusta su presencia.

¿Pero quién se ha creído esa mujer?, ¿por qué me mira así esa señora?, ¿acaso pretende que me voy a interesar en una vieja? La detesto, cuánto la detesto.

---- - - - - - ------  -- - - - - - --
(-) Estos estados no corresponden, pídele al contador que los corrija, no ha considerado las últimas ventas del mes de octubre. Qué le está pasando al contador, esto ya está sucediendo dos veces, no puedo permitirme que las cosas estén así, por qué tiene que hacer dos balances, fácilmente me podría pasar el registro contable, yo lo puedo leer – reniega Elena.
(-) ¿Conoces al contador? – Elena pregunta a Arturo.
(-) Es el mismo de siempre, el error no es del contador, sino de su auxiliar.
(-) Pues creo que debería cambiar de auxiliar.
(-) Ya le dije al señor Rimachi, ese muchacho se quiere meter en la administración de la empresa, no sé qué le sucede; parece que es pariente de uno de los dueños. Arturo está celoso del nuevo del área contable.
(-) Bueno, le haré un documento, voy hacer una observación a esos estados, porque es mi deber y no me importa si el señor Rimachi se moleste y le tenga que llamar la atención a su auxiliar, quiero que me entreguen los estados como antes, no quiero otro balance.

--- -- - - - - - -------- - --
Rafael se levantó tarde, igual no le preocupa; está en la empresa del tío, y es el chico lindo a quien todos sonríen. Se pone a la ducha, se baña pensando en su anatomía, en la perfección de su piel, en lo atractivo de su sonrisa. Sale de la ducha y desnudo se pone delante del espejo, mira al vacío y se enamora de sí mismo.

Tienes la juventud, pero estás en crisis.





No comments:

Post a Comment