Friday, June 19, 2015

Estoy muy cansado

Mario baja las escaleras apresurado. Quizás hoy su coordinadora entrará a su aula, aunque no es un problema porque tiene sus sesiones, las unidades, ha presentado sus registros auxiliares, ha completado el Siagie y se ha preparado para la clase de la Guerra Fría para los quintos; pero seguro que preguntará por los instrumentos de evaluación y allí sí que ya fue. No tiene esos documentos porque le parece una exageración tener tantas listas que a la final no usa.

Baja las escaleras y se encuentra con la basuralicia del piso: la señora que deja su bolsa de basura al frente de la puerta de salida cuando ya el camión se fue.

Señora por favor, lleve su bolsa o tendré que decirle a la dueña que es usted que
está dejando la basura fuera de hora. Ay pero está en bolsa. No señora, los perros rompen la bolsa y ensucian todo, la pobre dueña tiene que estar recogiendo luego. Está bien – la señora frunce el ceño y se lleva su bolsa negra a su piso.

Mario se siente contento porque la bruja no dejó la basura, aunque luego piensa que seguro que lo dejará en el patio del tercer piso. No importa, o quizás sí, porque igual al llevar sus ropas interiores al tendedero verá esa bolsa y se incomodará; pero al menos los perros no esparcirán las inmundicias de su vecina malhumorada.

Coloca su dedo en el reloj chequeador, ha llegado 20 minutos tarde. Es el profesor más tardón del colegio; quizás sea el profesor más tardón de toda Lima - y como piensa que en provincias la gente es puntual –, se achaca que es el profesor más tardón del Perú. Avergonzado saluda a la señora Dayana – Sofía ya no trabaja en el colegio.

Sube las escaleras al cuarto piso, le toca con los quintos.

Sayarín – lo dice con tono adusto y sus estudiantes como si fueran soldados al unísono se ponen de pies -, Imaynalla Cachanqui – saluda. Imaynalla amauta. Chukuy. Gracias – los chicos se sientan admirados del profesor más pequeño, en estatura, pero de una gracia única.

Bueno, como estábamos hablando ayer – Mario se sienta sobre el escritorio y mira fijamente a Mauricio -, ¿de qué estábamos hablando? No sé – el estudiante le responde preocupado de no tener idea. Bueno, no importa, lo que sí recuerdo es que estábamos pensando en que deberíamos saber qué sucedía en América Latina durante la Guerra Fría, y aún más, saber qué pasaba en el Perú durante este tiempo; porque tuvo que haberle afectado, ¿o no? – vuelve a preguntar a Mauricio con la cara de acusándole que está distraído. Sí – responde asustado el jovenzuelo, pensando que el profesor ya se enteró que anda con la niña de segundo. Claro, la Guerra Fría significó el incremento de la influencia norteamericana en Latinoamérica; me pueden decir de qué país es esta bandera – enseña una bandera plastificada que él mismo confeccionó. De Italia – se aventura Cristian. Si serás, estoy hablando de Latinoamérica, es la bandera de Cuba, uno de los países intervenidos directamente por los americanos. Profesor Rivas, pero en la Guerra Fría se enfrentaron Estados Unidos y la URSS, perdón "contra" la URSS – Cristian se corrige antes que el profesor Rivas le haga la observación -, entonces, ¿cómo intervino la URSS en Latinoamérica? Muy buena pregunta, a eso justo iba…

Mario termina su clase con los quintos y se dirige al salón de los primeros; en el pasadizo se encuentra con Jenny, quien le llama para comentarle que hoy pagan.

¿Desayunaste? Un yogurt con cereales. Entonces nos acompañamos en el recreo. Por supuesto. ¿Y ya te pagaron? Aún no, aunque estoy preocupado. ¿Por qué? Es que pienso que tengo mucha tardanza así que la directora me va llamar la atención cuando me pague, a parte del respectivo descuento ya me imagino que me dirá. No te preocupes hombre, acaso ella nos paga las horas extras que tenemos aquí. Sí, pero de todos modos, tú no llegas tarde. Pero levántate temprano pues. Con todo lo que tengo que hacer y lo poco que duermo, sé que no debo quejarme porque en todo caso es mi problema, pero estoy muy cansado amiga. Eso te pasa por estar ayudando a tu amiguita esa. No es eso, al contrario aprendo con ella. De huesos y pellejos.

El instructor pasa y la parejita se desentienden y se dirigen a sus aulas. 

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