Otro año más narrando
la historia que comparto con un protagonista ausente, ¿Cuánto tiempo ha
pasado?... tres, cuatro, ya no me
quiero ponerme a pensar... hoy quiero escribir el final de todo lo nuestro,
pero tú no me dejas.
Acongojada, apenada... las palabras en esta carta no sacan
el dolor fuera de mi alma, si es que hay alma aún; no huyo ante semejante
horror... la amargura de saberme tan tuya y saberte tan ajeno... tan
distante... tan... ya para que seguir escribiéndote lo que se siente tu
ausencia..
. ya para que seguir confesando lo mucho que sufro al no verte... es
lo de siempre admitir que leo tus cartas más veces de lo que respiro, que tal
vez son ellas las que me devuelven el aliento y no un broncodilatador... que
solo me duermo escuchando las canciones que alguna vez me dedicaste... y que
mis sueños no son tan santos cuando se trata de ti...
Aquellos lugares por donde caminamos me hablan de ti , me
torturan con los recuerdos de los dos... Elizabeth se quedo en esa banca esperando
tu regreso y se congeló allí ... murió esperando por ti... Pero una parte de
ella llegó a sobrevivir, para seguir adorando tu recuerdo... una parte de mí
aun quiere de forma desmedida a un hombre que tal vez ya no existe o que nunca existió...
una parte de mi atada a una existencia sin sentido que se aferra débilmente a
la razón.
Sebastián, mi Sebastián, aquel que me hacia bailar a la
orilla del mar; pero que nunca me llevo al baile... ese día te espere ... nunca
llegaste... la ilusión de verte entrar por la puerta con tu sonrisa torcida y
que la tortura de tu ausencia terminara... pero no fue asi ... nunca llegaste...
nunca te he vuelto a ver ... la locura me ha tentado de vez en cuando.. de
inventar algunas historias y llenar el vacío de tu ausencia ... pero yo la
rechace ... "SEBASTIÁN SE HA IDO , SOLO QUEDA AFRONTARLO Y ACEPTARLO DE
UNA BUENA VEZ"- le grite.
Sebastián el que me cantaba una canción y me hacia sonreír...
el que tenía el poder de convertir un helado y unas horas en un paraíso... al
final tú terminaste siendo el hechicero... y yo sigo atrapada en tu encanto... Sebastián
el que me enseñó lo que era un beso... hablar en silencio y lo que era el deseo
de otro cuerpo... lo que era sentirse tan completa al ser suya... lo que era
creer una promesa... sentir una ilusión... el que me hizo temblar entre sus
brazos la primera vez.
Estaba mal quererte de la forma en que yo lo hice , está mal
sentir como tú me hiciste sentir ... Lic. Sebastián Rivas responde dígame si estuvo mal enamorarse de Ud.,
dígame si estuvo mal pertenecerle si lo quería de la forma en que lo hacía... dígame
por qué me abandono cuando yo ya no podía hacer otra cosa que respirar del
mismo aire que Ud.… dígame si Ud. pensó en mí todo este tiempo... dígame si
Dios le llena el vacío de mi ausencia... dígame por qué destrozó los sueños que
se atrevió a soñar conmigo alguna vez...
Sus disculpas son menos que benditas para mi hemorragia...
la que llevo en mi corazón desde ese día en que se fue... el perdón, menos que
un analgésico... pero nada de eso me ha dicho aún...
Elizabeth o por lo menos los escombros de ella siguen queriéndote
y siguen enamorada de ti...
*****
Hecho por Johana Arce y publicado sin su permiso.
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