Sunday, May 26, 2013

Perdóname Elena



Perdóname,
Quiero llorar, quiero llorar hoy que es domingo, porque ayer te dije que estaba satisfecho – cuando comíamos juntos –, pero de qué estaba satisfecho: Mi cuerpo estaba satisfecho, mi estómago estaba satisfecho, estaba satisfecho Mario Arias, la materia, pero ¿qué hay de mi alma?
Mi alma no esta satisfecha, jamás lo está... Estoy llorando, aunque no sirve de nada, porque ni siguiera me puedes ver llorar.

Perdóname,
Y cómo va estar satisfecho – mi alma -  si solo te veo un sábado a la semana, y apenas me dejas estrechar tu mano. Cómo puedo estar satisfecho si solo me miras unos segundos y luego volteas y miras a un horizonte que me pierdo buscando saber dónde esta.

Perdóname,
Mi alma… llora, mis ojos lloran, mi garganta duele… Dime si el dolor puede transformarse, dime si puedo tener esperanza; dime si con el tiempo me vas amar; dime si en verdad vale la pena esperarte siempre; dime, solo dime, si vale la pena esforzarme.

Perdóname,
Ayer estuvimos juntos, tú haciendo tu mejor esfuerzo, deslumbrándome con tu arte, con tu energía, con tu juventud, con tu gracia, con tu belleza. Ayer estuvimos juntos, y nadie puede saberlo. Nadie debe saber que estuvimos juntos, nadie debe saber que nos vemos, nadie debe saber que somos ni siquiera amigos. Dime, eso es así entre dos personas, eso es normal así, es así de normal. Dime qué es antinatural como dijo tu madre. Es antinatural qué…

Perdóname,
No quiero llorar – pero estoy llorando -, porque sé que luego me vez débil y me dices que ya no nos debemos ver. Y me dejas por meses, y hubo que me has dejado por años. Dime, entonces dime, qué piensas… piensas que así debe ser, a la primera muestra de debilidad me vas a terminar otra vez. Dime, dime si a la primera muestra de debilidad me vas a dejar otra vez, dime si ahora estás pensando en dejarme como lo hiciste ya varias veces. Escríbeme adiós Mario, escribe… por favor escribe: Adiós Mario.

Perdóname,
Te llamé para decirte que estoy triste, dime ahora qué harás… No llamarás el sábado, me dejarás con la angustia de esperarte cada semana en balde, rechazando toda invitación y compromiso para el sábado y luego no escuchar mi celular timbrar.
Perdóname,
Pero estoy sufriendo, estoy sufriendo porque no hay nada que me diga que deba dejarte, porque no hay nada que me diga que no te hago falta, porque aún no me has dicho que me aleje de ti, porque aún no has dejado de llamar para siempre. Porque siempre has vuelto, porque siempre has estado aquí, porque no me dejas en paz día y noche. Porque si mi cama está fría no es porque estamos en invierno, sino porque no estás tú a mi lado.

Perdóname,
Por ver tu cuerpo con deseo, y es que lo expones para mí, y pudorosamente tratas de alejarte cuando estás desnuda, pero no por completo porque quieres que te vea. Qué esperanza más rara, es navegar en un mar con muchos fantasmas: los fantasmas de tus prejuicios.

Perdóname, te amo Elena.

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