Monday, July 26, 2021

Y viviremos para siempre

 

Y se arrodilló para dejarle la rosa que tenía consigo desde la mañana. Ella fue su madre, quizás no biológica, pero fue su madre de crianza. Por ella comía a regañadientes, ella le motivó los estudios. Por ella sigue intentando en tener ese gusto por los museos y las bibliotecas que aún es incipiente. La señora Rivas fue la mejor madre, no como la loca de cabellos largos que le dejó cuando era un niño; la señora Rivas tenía color, no como la mujer gris que le visitaba en sus pesadillas.

Sebastián le sonríe a la lápida que lleva el nombre de Nella. Un niño chaposo se le acerca:

(-) Señor, señor, ¿se le murió su familia? – el niño pregunta ingenuo -, ¿por eso está triste?

(-) Sí, se murió mi mamá. ¿Y a ti se te murió un pariente?

(-) Sí señor, se me murió mi papá. Mi mamá dice que está en el cielo, que un día vamos a ir nosotros a vivir con él para siempre cuando nos muramos.

(-) Ella debe ser tu mamá, Carlitos. – una mujer chaposa le llama al niño por su nombre.

(-) Sí señor…, no esté triste, ya cuando usted se muera va estar con su mamá para siempre.

A Sebastián se le marca los pliegues de los ojos, la señora agarra de la mano a su hijo y saluda a Sebastián con un buenas tardes para luego despedirse, Carlitos voltea la cabeza para ver a Sebastián que se está yendo.


Wednesday, July 14, 2021

La Vero

Sebastián se levantó temprano, baja para el mercado. Encuentra en el parque unos jóvenes venezolanos con su bebé, tienen sus ropas sucias y la mujer está fumando. Ella tiene los ojos desorbitados y él, el rostro preocupado; el niño camina en círculos. Seguro que ni desayunarán - reflexiona al ver la bolsita de caramelos que lleva el chico - habrán almorzado ayer, qué será lo último que se habrán llevado a la boca.

Entra al mercado, pide una taza de quinua y dos panes con pollo; piensa en llevar panes con pollo y quinua para la joven pareja, pero luego recuerda que a Azul no le gustaba el pan, que cuando le contó que sus estudiantes hicieron una broma sobre las arepas, ella le dijo que raro le parecían los peruanos porque comían siempre pan, que todo era pan, que el pan le era insípido, que no había nada mejor que las arepas. ¿Dónde conseguir arepas para esa joven pareja? – se le ocurre – Si Azul estuviera en casa, le diría que me haga arepas para esta joven familia, y seguro que ella encantada.

Sale del mercado y compra tres tequeños venezolanos, esos que ellos llaman tekepizzas, y le pide a una chica que está vendiendo café con sus termos le acompañe hasta donde están los jóvenes. Les entrega los tequeños y paga por el café para ellos. El joven se lo agradece, y la chica baja la mirada, agradece con una voz que se le apaga, Sebastián se da cuenta que la mujer tiene ojos de color extraño, sus ojos son bonitos como los de Azul.

************* 

Entra a la biblioteca, tiene llamadas perdidas. Prende la computadora mientras revisa un libro de literatura, busca el capítulo donde se trata las obras de las escritoras del siglo XIX. Suena el celular, es Sofía.

(-) ¿Qué pasó Sofía?

(-) Sebatián, te has olvidado de etiquetar a Verónica, pero yo ya la etiqueté.

(-) ¿De qué hablas?

(-) Del mensaje que hiciste para ella pues, ese donde hablas de las mujeres maltratadas, ¿acaso no lo estás escribiendo por su caso?

(-) No, estoy refiriéndome a las mujeres y varones maltratados en general.

(-) Pues yo pensé que lo hacías por Vero, pero igual, tu mensaje le cae como anillo al dedo, tú sabes que su marido le pega y ella no quiere denunciarlo, ella miente, trata de disimular que tiene una familia feliz, cuando lo que está viviendo es un infierno.

(-) No lo digo yo, pero si es así; ojalá reflexione y termine con ese tipo.

(-) No, no creo que lo haga, pero al menos no dirá que no le hemos advertido, yo creo que esa relación se va terminar con la Vero en un hospital. Pero ese maldito se las va a ver conmigo, ese día la Vero recién abrirá los ojos, claro si podrá abrir los ojos, porque esa bestia quizás y la mate. Pero nosotros no somos nada para meternos en vida de parejas. Ya una vez me dijo la Vero que ni me meta en sus asuntos conyugales.

(-) Bueno, ojalá que recapacite por ella, y si no es por ella, que sea por sus hijos.

(-) Pero es esa bestia que no la sabe apreciar. No se da cuenta que gracias a la Vero él es alguien en esta vida, porque la bestia esa ni apellido tenía. Pero pobre mi tía, sabes… - genera intriga – sabes… he soñado… he soñado cómo mi tía la despide en su lecho de muerte, porque como van las cosas mi tía va despedir a la Vero.

(-) No digas eso, no es que quiera que se muera mi tía, pero Vero es más joven que yo; cómo se nos va ir Vero antes que su mamá.

(-) Bueno, pero tú tuviste que etiquetarla, ahora la Vero se va molestar conmigo porque fui yo quien la etiquetó, pero no podía dejar pasar la oportunidad de tu mensaje para que recapacite la Vero.


Tuesday, July 6, 2021

Y se me partió el alma

 

Te acuerdas que te sorprendía
Con un sinnúmero de detalles
E ingenua
Siempre me decías,
Esto no me habían hecho nunca.
 
Y también te enojabas
Te aburrías o te dormías
cuando ponía mi música
Que no estoy tan viejo
Pero tú sí estás muy joven.
 
No estabas en error
Cuando me decías
Que se terminaba tu mundo
Y allí estuve acompañándote
Y se me partió el alma.
 
Cuánto quisiera volver
Al minuto anterior de tu despedida
Para hablarte mucho
Abrazarte más fuerte
Y besarte hasta el cansancio.




Monday, July 5, 2021

Azul de mis amores

Sebastián está renegando, tiene que registrar las calificaciones de sus estudiantes por cada competencia en cada boleta, que claro lo tiene que hacer, pero le parece injusto que le demanden eso cuando fácilmente se puede utilizar alguna fórmula en Excel para que solo llene sus registros y no tenga que estar llenando cada boleta.

Pone música – Mozart – para hacer llevadera esta labor virtual. Estar sentado cinco horas diarias frente a la computadora para hacer sus actividades, no solo le genera el dolor de cabeza, también molestia en las nalgas, y eso que se sienta correctamente, pero debe ser la tensión, la ansiedad por el que presiona contra el asiento. Encima niños que preguntan fuera de hora por alguna actividad que no entendieron a pesar que tienen las indicaciones en el grupo. El Perú – Brasil no le interesa, debe avanzar con esta tarea que lo tuvo que haber presentado ya. Felizmente que dieron plazo hasta el siete, pero es mejor hacerlo hoy y mañana y no dejarlo para último día.

El celular suena, se molesta, piensa que es un padre de familia para darle escusas de las faltas de su hijo, se da cuenta que es un número desconocido, contesta, es una llamada del banco para ofrecerle un crédito que como siempre, va negar; antes haciéndole una gracia al teleoperador preguntándole porqué un hombre como él puede ser digno de un crédito.

Mira si algún mensaje importante le llegó, Keni le ha escrito prometiéndole que subirá la entrevista hoy, a las seis. Le responde, “ojalá”. También se da cuenta que Alejandra le mandó dos besos – emoticon -, duda en responderle, pero le envía un audio:

(-) Qué fue mi amor, me supongo que esos besos son un pequeño adelanto por la chamba de la noche. Mañana cenita, ¿verdad?

(-) Ay viejito, gracias, te debo mucho. El fiscal se quedó contento con las ppts, le pareció muy bien tu orden, y me felicitó. Por supuesto, esos besitos son solo un pequeñísimo adelanto de lo que tengo para ti. Mañana vamos, somos comida mexicana, he visto un huarique que te va encantar.

(-) Ya negrita, ahora estoy full, en la noche te llamo.

(-) Espero tu llamada, chausito.

Hace frío, sube a su habitación y se baja una manda ayacuchana. Piensa en que está enfermo, quizás ese frío que ha sentido es porque está enfermo, algo malo debe pasarle, no es normal que le venga un frío así – hipocondriaco -, pero luego razona, no, este frío es del invierno, ya estamos en pleno invierno, piensa. Abre el Facebook y mira la foto de perfil de Azul, qué linda está allí. Sus grandes ojos.

*****

(-) Tío una señorita está que te busca – Teresita grita desde el primer piso.

(-) Por favor, dile que estoy en el segundo piso, que suba – Sebastián se cambia de polo porque sabe que es Azul.

(-) Buenas noches señor Sebastián, quería pedirle un favor.

(-) Dime Azul, lo que quieras si está en mis posibilidades servirte – un poco más y le dice, a tu orden.

(-) Ay señor Sebastián, lo que pasa es que no me han pagado completo mi quincena, me toca ya pagarle el alquiler, le he traído doscientos, el viernes le puedo dar el resto – su voz suena como música.

(-) No te preocupes Azul, ahora te hago el recibo.

(-) No señor Sebastián, no se preocupe, me lo da el viernes que le pago el resto.

(-) Está bien, entonces hasta el viernes.

(-) Gracias señor Sebastián.

(-) Azul – Sebastián la llama súbitamente.

(-) A su orden señor Sebastián.

(-) Esta semana te va tocar la limpieza de tu piso.

(-) No se preocupe señor Sebastián, yo el viernes voy a comprar líquido para la poceta y voy a dejarlo limpio. Pierda cuidado.

(-) Está bien, ten buenas noches – Sebastián le mira los ojos y le da la mano, ella corresponde y le sonríe muy simpática.