¿No es una pena?- dijo al tiempo
que se sentaba. No te entiendo Elena, ¿nuevamente aquí? – Sebastián se pone
nervioso. ¿Qué dijiste? – Elizabeth pregunta. Nada, ¿prefieres pollo con arroz?
Está bien… ¿Y Elena? Este era nuestro lugar preferido para comer después de
clases, de eso ya años. Está bonito, pero te pregunto qué sabes de ella. Nada,
pero está en Lima – Sebastián sonríe mirando a Elena – Elizabeth se levanta y
va a los servicios. ¿Por qué estás aquí? – Sebastián habla solo. Solo para ver
si hace falta algo… para hacer acogedora tu vida. ¿Puedes irte por favor? – La fantasía
se levanta molesta. ¡Un momento! – Sebastián se levanta – ¿puedo verte esta
noche? – Elena voltea y le responde triste. Estaré.
Sebastián se sienta contrariado,
unas turistas le han mirado sorprendidas. El mozo se acerca y pide dos platos
de pollo a la brasa con chaufa. Elizabeth regresó.
¿Te recuerdas de Josefina? Sí, tu
compañera de prácticas, ¿qué le pasó? Ya no será mamá, su pareja y ella decidieron abortar.
Pero qué tontería, cómo es posible todo esto, esto ya no tiene sentido. Ellos
tenían mucho miedo. ¿Y todos lo saben? Sí, es como se dice, un secreto a voces,
¿te recuerdas de Jimena? Sí, ella también abortó. Sí. Pero parece tan sensata.
Para que veas.
****
Josefina mira sus fotografías, se
detiene en la que estaba embarazada, se queda mirando esa foto donde levanta un
gran libro de los archivos, sonríe. Ya lo sabía, pero no lo había asimilado,
después de ese día, después de conversar con Anderson.
¡Qué chucha!, lo tendrás que
abortar. Pero es nuestro hijo. Será tuyo, porque es de quién lo desea, yo qué
mierda voy a pensar en tener un hijo, no ves cómo estoy con mis asuntos, no ves
la pobreza en que vivo y tú tampoco estás holgada. Pero podemos salir adelante.
Jajaja, no seas idiota, con un bebé, solo estropearás tu carrera, déjate de
cursilerías, aborta y la pasamos como antes, si tienes ese niño todo cambiará.
Y cómo sabes que será niño – Josefina intenta hacerle reflexionar. No me
importa si es niño o niña, me tiene sin cuidado, pero si tú lo tienes, te juro
que no me va importar, y si me demandas pensión, pues le daré de mi pobreza,
pero te odiaré como nunca he odiado a nadie en mi vida. Es tu decisión, no
dicen que las mujeres deben tener derecho a decidir sobre su cuerpo, allí está,
tienes la oportunidad de elegir entre tu autonomía o el envidiable futuro que
te espera como madre soltera.
Josefina se quedó sola llorando,
busca el teléfono y llama a Jimena. Ella la consuela y le sugiere lo mismo que Anderson.
Yo no tuve ningún problema, es
algo rápido, solo tienes unas pocas semanas. Pero tengo miedo. Ya te falta poco
para terminar la universidad, no lo estropees, no solo perderás a Anderson,
sino que te será difícil culminar tus estudios, ponerte a trabajar, y tus padres
te joderán la existencia. ¿Pero no tuviste ningún remordimiento en eliminar una
vida que es tuya? No, porque sé que ese niño está mejor en el cielo, aquí en la
sucia Lima el pobre iría a un nido del Estado, le harían bullying, sus
profesores lo maltratarían, no podría comprarle buena ropa y tampoco
alimentarlo bien; más adelante podré tener un hijo o dos y le podré dar mejores
cosas.
*******
Se jode si lo tiene, se jode
sola, puta yo la amo, pero si me hace esto, la voy a dejar de amar. Pero no
solo es responsabilidad de ella. Yo le pregunté si se había puesto su
inyección, y me sale con que se le olvidó. ¿Y por qué no usas preservativo? Es
que es otra cosa – Anderson tiene los ojos vidriosos de tanto tomar -, no
quiero tener un hijo, mi vieja me va sacar la reconchasumadre. Puede que sí,
pero luego tendrá que apoyarte, los padres siempre apoyan a sus hijos, al
comienzo se molestarán, pero tú eres muy joven y ellos te apoyarán. No vez las necesidades
que está pasando mi familia y voy a estar trayendo problemas… tengo miedo
cholo. La cagaste Anderson, pero lo mejor que se puede hacer en estos momentos es
ser bien varón y hacer frente tus responsabilidades. Yo le estoy haciendo
frente, si no me corro, este problema tiene solución y yo estoy dispuesto a
darle solución, he sacado de mis ahorros y se lo he dado para que aborte y
punto final, más adelante, cuando ya sea un profesional, cuando ella y yo
trabajemos y podamos solventar los gastos de un niño, más adelante puede ser,
pero ahora no.
*******
Josefina sale, siente como que le
corre sangre entre las piernas, pero solo es el frío que le ha causado la
intervención. Jimena le espera en el pasillo, le abraza que ahora viene el llanto,
pero no… Josefina ya no tiene amor.
Me voy, tomaré un auto aquí, te
dejo en el camino – Josefina tiene lo que le sobró de Anderson. Qué bien que
estés tranquila, ahora debes estar tranquila, el tiempo lo curará todo. Así
será.
*******
En esa fotografía se le ve linda,
con su tremenda sonrisa de niña como ya no hace así. Esa foto se la tomó
Anderson, también él era un niño por esas fechas. Ahora es un hombre, un poco
hombre para ella, porque de todos con quienes se acuesta Anderson es el menos
ducho.
Te miro y pienso que ha pasado
años de cuando era tú… pobre niña tonta, cuánto tiempo perdiste, Anderson no
era lo máximo, ni siquiera el promedio, niña tonta… Pero tú creías en el amor
pues.
Apaga la computadora y corre el
visillo para hacer entrar luz; desde la ventana, mira al señor que habla solo,
se parece al amigo de Elizabeth.
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