Friday, December 22, 2017

El último Kayakama

Pero ustedes saben cómo es el tutor, él siempre llega tarde – Joselyn se molesta con los chicos que quieren aprovechar para jugar dota. Chicos, es nuestro último día, después de esto ya no habrá otra oportunidad – Romina pide a sus compañeros que no se vayan. No tengo autorización, el tutor no va querer que vaya – Max quiere ir, pero es su momento de contrariar.

Angelo, Pablo y Felipe se van a buscar una cabina. Max, Miguelito y Dante simulan que les siguen, pero solo van a comprar. Daniel, se queda con las chicas. El tutor, demora mucho.

*****
A, aaaaaaaaaaaaaa
E, eeeeeeeeeeeeee
I, iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
Dante abre la boca y se esfuerza, quiere aprender, quiere leer el libro de la profesora, el libro de los cuentos. Jimena mira la carita pícara, cree que el niño está pensando en hacer una travesura, nada más lejos de la realidad, Dante quiere aprender. Toca el timbre, cambio de hora.

Niños, guarden sus cosas, nos vamos al patio. Yupi – Dante abre más la boca y los ojos, parece que la maestra se ha convertido en una guerrera. Jimena amarra su cabello y saca el balón. Todos hacen el trencito, Dante va adelante, él piensa que va adelante porque es el más fuerte, pero la maestra le pone adelante porque es el más pequeño.

Jimena es del equipo de Dante, él se emociona porque ahora ganará, aunque es probable que también pierda, porque la maestra  podrá ser muy buena con el balón, pero los otros niños son muy fuertes y furiosos y a veces vencen a la guerrera Jimena, lo bueno es que Jimena hace hasta lo imposible y se entrega al equipo.

¿Tendrá hijos? No lo sé, no puede tener hijos, una gran guerrera que sabe mucho no puede tener hijos. Pero también es muy delicada, y puede que tenga hijos, por eso es tan delicada con nosotros. Jimena le limpia la cara a Dante, él cavila sobre la maestra fuera del colegio.

*****
Ya no está Jimena con nosotros, y ya no estamos todos “nosotros”, ahora hay nuevos; y éste – Dante pasa la voz al chico nuevo - Tú, ¿de dónde vienes? – le toca por la espalda. No jodas cabro de mierda – Alex voltea y le mira rabiosamente. Qué chucha tienes huevón, recién vienes y me vas a gritar así – Dante no se queda atrás. Vete a la mierda, cabro feo. Concha tu madre, hijo de perra, vas a ver ahora, te voy a sacar tu mierda – Dante se levanta y le empuja con las dos manos, Alex se golpea la rodilla con la carpeta, agarra una tijera y se la lanza en la cara Dante. Hijo de puta, mierda me ha dolido. Sangre, sangre, sangre – no es sangre, es sudor lo que le cae en la frente a Dante, pero todos corean que es sangre y él cree que es así. Ahora sí, te voy a sacar la reconchadetumadre – Dante coge la tijera y la clava entre las cejas de Alex. Mierda qué barbaridad de sangre – Tobías tiembla. Puta se va morir, vámonos – Max jala a Dante para que huya.

Expulsado.

Es solo un niño de 10 años. Parece un delincuente – Dante mira de reojo a la nueva profesora -, y lo que ha hecho es algo que nunca he visto en mi vida, qué concepto tiene ahora la nueva familia, este niño habla como un delincuente, es pura grosería nomás. Ya vez – Juan le da un manazo en la nuca -, ya vez cojudo, te estoy diciendo que no hagas tonterías, en la casa vas a ver.

Dante ya no tiene cara de angelito, lejos está Jimena, ahora está una monstrua llamada Martha. Su cara hierve, su mirada se pone fija, desprecia el mundo, o mejor, lo odia. Primero a su padre, porque nunca lo defendió y solo busca la razón para golpearlo correa - incluido punta - conchasumadre; segundo, a esa vieja horrorosa, que no sabe quién comenzó, que no sabe quién es más grosero, pero que todo se lo achaca, vieja de mierda; y claro, odia a Alex.

****
Pero el colegio no está lleno de angelitos – Dante responde. No te justifiques, no seas sinvergüenza Dante – el tutor frunce el ceño. Yo no vendí el alcohol, solo lo mostré para animarles a los chicos, para que piensen que las gaseosas tenían alcohol, pero solo les daba gaseosa, por qué también no los sancionan a ellos que compraron las gaseosas pensando que tenían alcohol, y esos que le han venido con el chisme, esos van a tomar todos los fines de semana, que no se hagan los virginales – eso de las virginales, se lo aprendió del tutor. En verdad, ya me cansaste, se te suspenderá – a Dante no le importa las consecuencias de sus actos, solo se extraña por la preocupada frente del tutor -, pero tendrá que venir tu madre – ahora sí se le acelera el corazón -, porque no te vas a ir así nomás. Pero mi mamá no puede venir. Solo tendrás la sanción hasta que venga tu madre, y si no viene no entrarás, y llamaré a tu madre para saber dónde es que estás yendo. Pero para qué quiere que mi madre venga, yo ya tengo mayoría de edad. Aquí eres el estudiante, y se hace como las normas dicen.

Sebastián sale de la habitación, le contará su decisión a la auxiliar. Piensa en Dante, piensa que le odiará porque hablará con su madre y le dirá no solo de su mala conducta, sino que le enterará de las bajas calificaciones que tiene y que quizás vuelva a repetir el año. Será lo más severo que pueda, porque si no Dante se perderá.

(….)

*****
¿Y estas mierdas? Me falta el aire carajo – Dante hierve, sus mejías están rojas y no porque ha jugado una pichanga.

Fue muy bello conocerte – ella le abraza y él responde con amor de hermano. Para mí también fue bello conocerte – se les inundan los ojos. Eres mi hermana, mi mejor amiga – Joselyn y Carmen se abrazan y lloran. Romina mira fijamente al tutor y siente cerca el final.

“Jóvenes, quise hacer lo mejor que pude; he querido que lleguen hasta aquí para darles un pequeño regalo, les dije que lo tenía aquí, pero en realidad siempre lo tuve conmigo – coge su morral y señala su pecho como para confundir que lo tiene en la bolsa, pero en verdad lo tiene en su pecho. No puede hacer más, si tuviera otra oportunidad, estoy seguro que haría lo mismo, porque no soy perfecto, renegaría las muchas veces que lo hice, y estaría corrigiéndoles cuantas veces así hice también. Perdónenme porque también estoy aprendiendo. Quería traerlos aquí para darles el último… kayakama… - todos contrariados - ¡Kayakama!”

Dante abre la boca y se esfuerza… kayakama. Se voltea para irse, pero no puede, regresa para abrazar a su tutor.





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