Rafael se sienta al medio, se mueve despacio, como si fuera
una estrella a quien le siguen las cámaras, se mueve con elegancia, con un aire
desinteresado pero bien pensado, que Elena le está viendo.
Elena se pierde de la conversación que entretiene a Camucha
y Esther; su enfoque, el caballero blanco.
¿Qué pasa Elenita? Nada… yo también estoy de acuerdo en que
Esteban debe ir con nosotras. Ya – Camucha voltea para el enfoque de su jefa y
encuentra al joven que se parece a Henry y se asusta pensando que es él -, pero
qué es esto. ¿Cuál es el problema? – pregunta Esther. Ese chico, ese chico se
parece mucho a Henry. ¿El de barba? Sí. Pero es jovencísimo. Sí, pero se parece
mucho al marido de Elenita, ¿no será su hijo? Jajaja… - Elena sonríe – es muy
grande para ser hijo de Henry, en todo caso podría ser un hermano – Elena le
sigue mirando de reojo.
Rafael tiene lentes negros, eso le facilita interesarse en
algo y no mostrar ingenuidad, así no se paltea y sonroja. Vio a Elena, le
pareció interesante, la ve, le parece una mujer extraña, le sucede déjà vu.
*******
Rafael baja por las escaleras eléctricas, le molesta mucho
estar en el metro, pero hoy su chofer – tiene chofer, lujos que le da su padre –,
su chofer se fue al hospital a llevar a su hijo quien parece le ha salido un
tumor, no se preocupa mucho por eso, pero igual le tendrá que preguntar a Juan,
qué pasó con su hijo. Atrás de él hay un invidente. ¿Pero cómo es que hizo para
ponerse en las escaleras?, ¿podrá bajarse solo?, ¿no se tropezará?, solo está a
unas tres gradas arriba, estoy obligado ayudarlo; se contraria.
Rafael sube las gradas y pone su mano en el codo del hombre
con discapacidad – así me enseñó Falco que se debe decir, hombre con
discapacidad, no discapacitado, que es ofensivo.
Le ayudaré – Rafael se sonroja, su piel blanca evidencia sus
emociones. Gracias, ¿no tiene apuro? No – en verdad sí, pero qué puedo hacer;
para sus adentros -, no, estoy volviendo a mi casa – pero qué torpe soy, acaso
le interesará a este señor que estoy haciendo, además quién es él para que sepa
a dónde voy; Rafael se pone más rojo de lo contrariado. Gracias, yo cruzo para
las Flores, si vas en contrario solo dime a qué lado está. Claro, yo bajo para
Zárate – qué bueno, usted a su mundo y yo al mío; Rafael observa las ropas del
invidente.
El caballero blanco le deja al medio de la entrada de la estación y le
dice al invidente que es para la izquierda donde debe ir, se siente vil; pero habrá
alguien que le ayudará, felizmente allí un hombre le está apoyando cruzar, no
se desvanece su remordimiento. Cruza la pista, podría tomar un carro que con
cincuenta le deja en la exclusiva y sucia Chinchaysuyo, pero no, no soportará más
incomodidades, para un auto.
*****
Norma postea la última canción de Gloria Trevi y Alejandra
Guzmán juntas. Ahora que se fue, me pondré más buena, se promete así misma.
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