Friday, February 24, 2017

La amistad y el amor

Pero qué pacharaca se ha puesto la Puchi, piensa Camucha al ver llegar a su amiga. Puchi lleva medias verdes colorinches con zapatillas negras, un short rosado y un polo amarillo chilloso. Definitivamente la Puchi está más fea que siempre – Camucha hace el gesto de ocultar el rostro de la vergüenza con una mano. Ahora despedirla pronto porque no quiero que mi jefa me vea con esta fea.

Camucha, qué haces allí, amiga, ya te vi, no te ocultes – Puchi grita -, corazoncito, ¡cómo estás!, ¡qué ha sido de tu vida!, ¿ya tienes marido? – esta palabra le molestó más a Camucha -, ay qué gusto me da de volver a verte – Camucha recibe el beso despectivamente. Hola Puchi, aquí pues, trabajando. ¿Aquí en Rivera Navarrete?, pues estamos cerca yo trabajo en el Tottus. Sí, no te creo, yo siempre voy por allá con mi jefa y mira que nunca te he visto – seguro es personal de limpieza la desgraciada, Camucha lo dice para sus adentros. Estoy en almacén. Con razón has desarrollado esos brazos, hasta parecen de hombre. Ay no seas mala, estoy con ganas de volver al salón, pero ya sabes que después de la muerte de Kitty, todo acabó, sus padres se llevaron todo y yo solo tenía en mis manos mi arte, pero el arte sin capital no es nada. Ay, como sabes yo estaba estudiando administración y ya terminé; ahora soy asistente para una agencia de Buffet prestigiosa. Felicidades corazón, yo estoy juntando mi platita para abrir mi salón en la Perú. Pero ese lugar es peligroso, imagínate que la gente salga hermosa pero calata. Jajajaja… no seas dramática, ahora está más seguro San Martín. Bueno amiga, yo ahora tengo que correr porque se me hace tarde. Entonces corremos juntas – Puchi da un salto tipo Chapulín e inclina la cabeza esperando complicidad de su amiga, Camucha la odia.

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Keni va manejando, llega a Risso y recuerda a Yovanna. Recuerda las tantas veces que entraban al cine, lo loquita que se ponía, lo felices que eran. Mira a un costado dos jóvenes abrazados, piensa que podrían ser ella y él.

Llega a casa, entra a su habitación, se quita la ropa y queda en bóxer, está emocionado, igual va a la sala por refresco, a esas horas nadie está despierto, son las doce. Abre el refrigerador, encuentra chicha y maracuyá, no sabe qué elegir, se sirve dos vasos. Alguien prende la luz.

Joven Keni, desea que le prepare algo – Keni trata de ocultar su entrepierna con los vasos. ¿Usted cree que pueda prepararme pollito con papas? Claro joven – Teresita se da cuenta del bulto del joven, pero no dice nada; Keni está en otra -, yo le llevo la comida a su cuarto. Gracias Teresita, es usted lo máximo, lo máximo Teresita. Joven, hable bajito que su mamá se va a despertar y está con jaqueca.


Keni prende su computadora, busca los mismos videos para cuando está crispado, su cuerpo está sudando. Hoy hizo una entrada para el canal, hablar del amor, del amor sexo, de la concupiscencia, lo ha emocionado. Piensa que quizás sea eso mejor, pero no puede, no puede ser como Jhonson, que se acuesta con cuanta puta está dispuesta subirse a su auto, él no es así, él es muy moral, hoy todos los hostales deben estar que revienten, y como el año pasado, habría gastado una fortuna para ir a un hotel que le garantice una habitación no tan pecaminosa. Acaba, se tira al piso para sentir contraste del calor de su piel y el piso de mayólicas, se limpia las manos y que se estira, solo se reincorporará cuando Teresita le llame, se siente débil. 




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