Oe Luiz, estoy full amigo, estoy en mi curso de
Actualización de Historia y además llevo clases de inglés los sábados y
domingos; ya nos veremos la próxima semana para echarnos unas aguas, feliz día
de la amistad.
Pone música – Lemon Tree –, se quita la ropa rápidamente, lo
va colocando en su tacho y se va a la ducha. Siente el agua tibia, es una
sensación excitante, pero está apurado, tiene que ir al Colegio a firmar
contrato y luego al dentista por lo de la endodoncia, para finalmente ir a su
curso de inglés en Azcarrunz.
Es el día del amor y piensa que podría animarse a escribirle
algo a Elizabeth, quizás un cuento como se lo dedicó a Elena hace mucho atrás;
luego lo piensa mejor y se dice que Elizabeth no tiene la sensibilidad de
Elena, que mejor no le escribe nada. Sale de la ducha, se pone jeans,
sandalias, una camisa y un sombrero norteño. No le interesa qué puede pensar la
directora, además ya tiene trabajando 3 años en ese colegio y todos saben que
es estrafalario para vestirse.
******
Hola mamita. Papito, ¿te sirvo avena? Sí por favor mamá,
¿pan con qué tienes? Hay queso fresco y suizo que ha comprado tu papá de la
vecina Cajamarquina. Entonces comeré queso suizo. ¿Ya estás mejor papito? Sí
mami, ahora voy al colegio a firmar contrato y luego al odontólogo. ¿Te
alcanza? Mi odontólogo me ha dado la alternativa de pagarle una mitad ahora y
la otra a fin de mes. Entonces, ¿te alcanza? Sí mami, no te preocupes.
Mario toma la avena y se sirve 3 panes integrales con queso.
Se va al cuarto de su madre, quien se ha puesto a ver un programa farandulero.
Pero viejita, cómo vas a estar viendo eso. Es lo único que
me entretiene. Pero eso es basura, hasta van hacer una protesta para que
ya no se transmita ese tipo de
programas. Todos tenemos distinto gusto. Ay mamita, pero si tienes cable,
puedes ver otros animales. No me digas que es lo que tengo que ver. Bueno, te
voy a traer en la noche un video, mejor.
Mario termina, se lava los dientes – lleva consigo su
cepillo – y se despide de su madre.
******
Suena el celular.
Alexander, ¿qué es de tu vida ingrato? Hola Mario, nada que
estoy llevando un curso de adelanto. ¿Qué curso? Redacción. Cómo que de
adelanto, será de recuperación, ese curso es del segundo ciclo. Sí, es que me
deshabilité. Y ahora que me necesitas te recuerdas de mí. No hermano, no te
puede llamar antes porque estuve en Ecuador. Sí tú, pero dime, qué te han
pedido. Un ensayo sobre la “Legítima Defensa”. Ya, sacando mis cálculos, no
habiéndome regalado nada por navidad, sin saludo de año nuevo ni nada, será 80
soles. No te pases hermano, ¿no puede ser algo menos? No, más bien debería ser
algo más. Pero yo te voy a dar los libros, tengo la bibliografía. Está bien, 60
nada menos. Listo, mañana te paso los libros. Ya pues así quedamos, feliz día
de la amistad. Feliz día.
Mario entra a la dirección, la secretaria le atiende.
La directora te dejó el contrato para que lo firmes, ella ya
lo firmó. ¿Qué no está? – Mario se siente ofendido. No, tuvo que salir por una
urgencia, me pidió que le de este documento, que lo firme y deje la copia, que
aquí está su horario y además que como notará en el contrato aceptó su pedido
de mejorarle el sueldo. Ah que bueno, entonces lo firmaré – firma haciendo un
gesto gracioso como esperando que alguien le tome una fotografía -, ¿eso es
todo? Sí profesor Rivas, esta es su copia, entonces estamos trabajando un año
más aquí en el San Silvestre. Esperemos que las cosas nos vayan mejor que el
año pasado. De seguro – la secretaria sonríe.
*****
¿Y cómo te ha ido? Mejor doctor, ya no me duele, pero no
podré hoy porque tengo clases de inglés, viene para pedirle que me cambie de
cita para el miércoles. Está bien. Muchas gracias doctor.
De pronto en la entrada de la clínica unos mariachis cantan
“Qué linda está la mañana”, el doctor se molesta y le pide a su hija que no
salga.
Qué sucede doctor. Es el enamorado de mi hija, ha peleado con
ella y a éste chiquillo se le ocurre traerle mariachis aquí. Pero qué detalle
doctor, eso dice mucho de los sentimientos del jovencito. Es un buen chico,
pero con mi hija paran peleando de cualquier tontería, creo que deben tomarse
su tiempo. ¿Entonces su hija no saldrá? No, ella está trabajando, esta no es su
casa. Entonces qué va hacer, este espectáculo va espantar a los potenciales
pacientes. Eso mismo digo, este chiquillo tonto piensa que puede ir con
los mariachis a todas partes. ¿Es que ya
le llevó mariachis antes? Sí, para su cumpleaños y para un día que también se
pelearon, creo que es mejicano. Puede ser, que es chato y cachetón – Mario
piensa que esas son características del soma mexicano -, ¿quiere que los
despida? Creo que si no sale nadie estará cantando por lo menos una hora, ¿me
puedes hacer el favor de despedirlo? Claro doctor, yo hablaré con ese jovencito
enamorado – Mario mira por la ventana y por un momento pensó que el jovencito
era uno de sus estudiantes.
Baja las escaleras, se acerca a Matías y se presenta.
Hola Matías, soy Mario, paciente de confianza del doctor
Ávalos. Buen día señor, he venido trayéndole estos mariachis a mi enamorada.
Sí, pero ella está trabajando ahora y no podrá atenderte; el doctor pide que
por favor te retires porque si no se va enojar y saldrá a discutir contigo y
eso no quiere, menos aquí en la clínica que es su lugar de trabajo. Pero solo
quiero hablar un rato con Melissa. Sí, pero Melissa, como te habrás dado cuenta
no quiere conversar contigo, es mejor que esperes su llamada, su padre le ha
llamado la atención porque ahora ella está trabajando y este no es el lugar
para que le vengas a traer los charros. Es que me he comportado como un tonto y
quería pedirle perdón. Pues, con todo el respeto – Mario pone cara de tonto –
jovencito, estás portándote más tonto y la estás poniendo en una situación
incómoda frente a su padre y a sus compañeros de trabajo. Tiene razón.
¿Entonces te irás? Está bien – el chico suspira -, pero usted me puede hacer un
favor, tome esto – le da una rosa con una carta. ¿Para mí? – Mario se siente
incómodo porque todo el mundo le ve cómo ese jovencito le da la rosa y ellos se
encuentran rodeados por los mariachis. No, cómo cree, es para Melissa, por
favor dígale que estaré esperando su llamada, que hoy es un día especial y que
no quiero pasarla peleado con ella. Está bien, pero hazme un favor, claro si no
es mucha molestia. ¿Qué? Podrías retirarte con los charros cantando. Buena
idea.
Los mariachis cantan una de Vicente Fernández, Matías y
ellos caminan hasta la esquina terminan su canción y se despiden. Mario sube al
piso donde está el doctor y Melissa.
Bueno doctor, se fueron. Muchas gracias Mario. De nada
doctor, esta rosa es para Melissa – Mario se lo entrega a la blanquiñosa. Gracias
señor, usted ha sido muy amable con nosotros. Me pidió que te dijera, y
disculpe doctor si le molesta, pero el jovencito Matías me dijo que esperaría
tu llamada – se dirije a Melissa -, que no quiere que estén peleados este día
tan especial. Gracias nuevamente señor.
Melissa se va a su escritorio, guarda la carta y se queda
mirando la rosa. Mario se despide del doctor.
*******
Mario toca la puerta de la profesora Matilda, ella le mira
molesta.
Why are you
late? I’m sorry teacher, I had a personal problem.
La profesora le deja pasar, Mario se sienta al lado de Susana.
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