Me he enamorado. Con esto no quiero decir que te he
olvidado, sino que mis sentimientos han cambiado. Ahora más que nunca te
rogaría que no te asomes en mi vida porque no quiero contrariarme entre tú y
ella.
Esta bien que sigas a la distancia esto, no lo vamos a
discutir como otras veces. Te diré un par de cosas:
Ella es más joven que tú - ¡Dios! – es más joven que yo; es una
cosa que me extraña, porque nunca me han gustado las mujeres más jóvenes; tu
mayor cualidad es que eres mi mayor y me gustaba eso; pero en ella me gusta
mucho que parezca una niña.
Es blanca, como siempre me gustó. No digo que no me guste tu
piel morena, pero ella es blanca y me gusta cuando su piel se pone rosadita en
partes que toco.
Es triste como tú. Viene de una familia complicada, sus
padres estan separados, como los tuyos.
Es más alegre que tú, es algo que me pone muy celoso. Me
pongo tan celoso como cuando te hice la escena del chico que se te acercó
saliendo de la charla del sábado. Aunque a veces me doy cuenta que su alegría
es un tic nervioso por todo lo mal que la pasa en su casa.
Al igual que tú, ella me quiere… no me ama.
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